​El Gobierno autoriza 581 millones para sueldos, servicios e inversiones de las misiones en el exterior

El Gobierno usará el Fondo de Contingencia para financiar las misiones en el exterior en las que participan las Fuerzas Armadas españolas. En concreto, el Consejo de Ministros ha aprobado el uso de 581.254.377 euros para atender los gastos ocasionados por la participación de las FFAA en operaciones de mantenimiento de la paz.

Es habitual que el Ministerio de Defensa recurra a este fondo para pagar las operaciones en el extranjero, puesto que el presupuesto del departamento solo incluye una parte de los fondos destinados a este fin. De hecho, el importe es prácticamente el mismo que el destinado el año pasado por estas mismas fechas. No obstante, en esta ocasión el importe total viene desglosado por partidas de manera que, de esos 581,2 millones de euros, corresponden a gastos de personal la cantidad de 55.040.567 euros, a gastos corrientes en bienes y servicios el importe de 170.122.420 euros y a inversiones reales 356.091.390 euros.

Según ha explicado el Consejo, las misiones españolas en el exterior cumplen tres grandes objetivos estratégicos siguientes: proporcionar estabilidad y seguridad; luchar contra el terrorismo; y disuadir y defender el territorio aliado. Con este fin, la participación de unidades de las Fuerzas Armadas y observadores militares en misiones militares en el exterior fue prorrogado en diciembre de 2023 hasta diciembre de 2024. El Consejo ha explicado que la ampliación de crédito tiene precisamente “como finalidad dar cobertura presupuestaria al citado acuerdo, para hacer frente a la financiación de los gastos destinados a la participación de las Fuerzas Armadas Españolas en operaciones de mantenimiento de la paz correspondientes al primer periodo de 2024”.

Operaciones en el exterior 2024

En el último Consejo de Ministros de 2023 se aprobaron las misiones internacionales de las Fuerzas Armadas para este año. Este año, el foco está de nuevo en el flanco este aliado, con un incremento de efectivos. España llegará hasta los 1.700 militares en operaciones de disuasión y defensa de la OTAN en la región. En Eslovaquia, el Ejército de Tierra está al frente de un grupo de combate en el marco de la Presencia Avanzada Reforzada (EFP) de la OTAN.

En Rumanía, el nuevo contingente español podría llegar hasta los 250 militares y además seguirá el radar de vigilancia aérea con más de 9.000 horas de operación ya y los 40 militares que operan el sistema instalado en Schitu. Más al norte, en Letonia, el Ejército de Tierra mantiene un año más en la base de Adazi unos 650 efectivos en el batallón aliado que lidera Canadá dentro también de la operación EFP. El contingente cuenta con carros Leopardo, vehículos Pizarro y obuses M109. Además, en la cercana base aérea de Lielvarde sigue una batería Nasams.

De cara al segundo semestre del año, el Ministerio de Defensa prevé el despliegue otra vez de una batería de defensa antiaérea Nasams en Estonia. A lo largo del año también habrá despliegues de cazas españoles, todavía por definir, en las misiones de Policía Aérea de la OTAN en el Báltico y en Rumanía y Bulgaria. La Armada, por su parte, repetirá los despliegues en las agrupaciones permanentes aliadas en el Mediterráneo y el norte de Europa.

Oriente próximo

Dentro de las misiones OTAN, continuará en Turquía la batería de misiles Patriot junto con alrededor de 150 militares. El sistema está desplegado en la ciudad de Adana desde 2013 para proteger a las ciudades del sur del país de posibles ataques con misiles procedentes de Siria. Desde hace tres años, España es el único país aliado que participa en esta operación.

Hasta mayo de 2024, España liderará la misión asesoramiento y capacitación de la OTAN en Irak (NMI). El teniente general José Antonio Agüero está al frente de la operación desde mayo de 2023. España mantendrá 400 militares y una unidad de helicópteros Cougar entre NMI y la coalición Inherent Resolve -la otra misión en Irak-. La situación en el país se ha complicado en los últimos meses con ataques de las milicias proiraníes a bases de estas misiones, como la de Al Asad, donde están los helicópteros españoles y el personal responsable de su operación.

En Líbano, el teniente general Aroldo Lázaro seguirá liderando la fuerza de la misión de la ONU (Unifil). España aporta 700 militares a la operación multinacional de cascos azules que vigila la Blue Line. Las medidas de seguridad se han incrementado ante el deterioro de la situación debido a la guerra entre Israel y Hamás.

Un buque y aviones CN235 para el Índico

Otro punto caliente es el Índico. Los recientes ataques de los hutíes de Yemen a buques militares y mercantes a su paso por el mar Rojo y el golfo de Adén han provocado una crisis en el transporte marítimo mundial. EEUU apuesta por una nueva misión militar en la región, que no ha gustado demasiado en Europa. Países como España, Francia o Italia han descartado participar por el momento.

España tiene presencia en el Cuerno de África desde la creación de la operación de lucha contra la piratería Atalanta de la Unión Europea a finales de 2008. Desde entonces, la Armada mantiene de forma permanente al menos un buque. Para 2024, el Ministerio de Defensa contempla la participación de 375 militares. En la actualidad, patrulla estas aguas la fragata Victoria. La cifra incluye el cuartel general de Rota para el mando de la operación, la dotación del buque y el personal que será desplegado en Yibuti en los dos despliegues de aviones CN235 previstos este año durante los periodos intermonzónicos.

Mali y Senegal pasan a un segundo plano

España reducirá el número de efectivos en la misión de entrenamiento de la Unión Europea en Mali. La operación está en el aire desde la retirada de las tropas francesas del país y el incremento de la presencia rusa. En la actualidad, las Fuerzas Armadas sostienen el peso de la misión, de los 160 efectivos, 135 son españoles. 

Defensa ha comunicado que este año el contingente español estará compuesto como máximo por 160 militares, lo que supone una reducción respecto a 2023, debido a la revisión estratégica y el cierre de Koulikoro Training Center. Las tropas españolas permanecerán por el momento en Bamako, la capital del país. España liderará la misión hasta mayo de 2024.

El descenso de la presencia en Mali tiene efecto en la operación vecina en Senegal. El Ejército del Aire y del Espacio se quedará con un avión de transporte C-295 en Dakar –hasta ahora tenía dos- y un destacamento formado por 90 aviadores. El otro avión regresará a España y estará disponible en territorio nacional para misiones en el Sahel.

España asimismo mantendrá su presencia testimonial en las misiones de entrenamiento de la UE en Somalia y República Centroafricana, con 21 y nueve militares, respectivamente, y Eufor Althea en Bosnia-Herzegovina, con tres efectivos. En esta última, podría incrementarse ligeramente el número de militares para llevar a cabo tareas de instrucción de desminado.