Incluye un fuerte aumento de adquisición de material para sus Fuerzas Armadas. Como parte de este plan, Lula da Silva propuso un aumento del presupuesto de defensa para el 2008 hasta los 9.000 millones de reales, unos 4.620 millones de dólares, desde 6.000 millones de reales este año, lo que representa el mayor incremento en este capítulo en la última década. En una ceremonia realizada en el palacio de Planalto, sede del Gobierno, Lula firmó un decreto ejecutivo que ordena la creación de un Grupo de Formulación de Estrategia Nacional de Defensa y otorga un año a los ministerios de Defensa y de Acciones de Largo Plazo para que definan un plan de trabajo en esa dirección.
"A lo largo del tiempo, las Fuerzas Armadas perdieron su potencial. Es preciso recuperar su poder y el conocimiento tecnológico que tuvimos", dijo Lula en su discurso ante los comandantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
El gobierno de Brasil prevé realizar una inversión de 900 millones de dólares para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas en 2008, año en el que el presupuesto de Defensa tendrá un aumento de 54% respecto de 2007.
En declaraciones al diario "El País", Lula da Silva afirmó que Brasil debe recuperar sus capacidades de fabricación de armamento. "En los años setenta teníamos empresas modernas que producían blindados. Pero eso fue desmantelado. Brasil tiene que volver a tener todo lo que tuvo. Para volver a construir nuestras fábricas de material bélico tenemos que comprar", declaró Lula.
Recientemente, Brasil ha aprobado numerosos programas de desarrollo y adquisición de material militar para la actualizar su flota de submarinos, la fabricación conjuntamente con Sudáfrica de misiles, la adquisición de aviones de combate. Entre ellos destaca la decisión del presidente brasileño de garantizar a la Armada 130 millones de reales anuales para los próximos 8 años, a fin de que continúe desarrollando su proyecto para un submarino de propulsión nuclear.
"El presupuesto militar brasileño es pequeño -agregó el presidente brasileño-. En Brasil, la nómina de los militares en la reserva es hoy más del doble de los que están en activo".
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