ENTREVISTA INFODEFENSA.COM: Álvaro de Salas, gerente comercial de Defensa y Seguridad de Indra: "La Universidad Virtual de la Armada es un programa de gestión de conocimiento"
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ENTREVISTA INFODEFENSA.COM: Álvaro de Salas, gerente comercial de Defensa y Seguridad de Indra: "La Universidad Virtual de la Armada es un programa de gestión de conocimiento"

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28/11/2008 Por A. V. Suárez (Infodefensa.com) - El Ministerio de Administraciones Públicas ha premiado recientemente el diseño e implantación del Mapa del Conocimiento de la Universidad Virtual de la Armada (UVICOA), desarrollado en el ámbito de la Dirección de Enseñanza Naval con la colaboración de Indra. Un proyecto en el que se han aplicado las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) a la enseñanza naval, la comunicación y colaboración, y la organización y el acceso a la información.

Desarrollada desde 2002, la UVICOA ha conseguido responder a las preguntas de qué hay que saber, para qué y quién lo sabe, y forma parte ya de la cotidianidad en la Armada española. Su gran impulsor fue el capitán de Navío Francisco Rosique, en el marco del Plan de Innovación Tecnológica de la Enseñanza en la Armada (PITEA), y el desarrollo del proyecto por parte de Indra residió en las manos hasta hace unos meses en Álvaro de Salas, actual gerente comercial de Defensa y Seguridad de la compañía. De Salas no oculta su satisfacción de los resultados de este proyecto que ha visto nacer y que, con el tiempo, "lo haces un poco tuyo". La clave del éxito "es que se ha trabajado codo con codo con un equipo de veinte personas en dependencias de la Armada y con un contacto con continuo con su personal".

¿Qué necesidades tenía la Armada en 2002 para pensar en esta solución?

Esto forma parte de un plan estratégico de la Armada, el Plan de Innovación Tecnológica de la Enseñanza en la Armada (PITEA), que marcaba las directrices para transformar la enseñanza naval mediante la aplicación de las nuevas tecnologías. A principios de 2002, se plasma la línea principal de este plan: la constitución de una Universidad Virtual Corporativa (UVICOA). La Armada es una institución con un colectivo de personas con un índice de rotación elevado y gran dispersión geográfica. Contaba con un número importante de escuelas y academias pero sus unidades estaban dispersas por todo el territorio nacional con el añadido de que sus unidades operativas, los buques, están navegando por los distintos mares y océanos. Con lo cual, la dispersión geográfica es máxima. Todos estos factores, unidos a que en las Fuerzas Armadas la preparación académica y el ejercicio profesional están dentro de la misma organización, favoreció la puesta en marcha de un programa de estas características que estaba encaminado a la enseñanza naval en gran medida, pero que hay que remarcar que también es un programa de gestión de conocimiento.

¿En qué consiste dicha gestión de conocimiento?

Con independencia de que el programa nazca en el ámbito de la enseñanza naval, desde un principio estaba concebido como un sistema global de conocimiento. Desde el punto de vista funcional, existen tres grandes áreas en la UVICOA. En primer lugar, el aprendizaje continuado en cualquier lugar y en cualquier momento. Parte de este aprendizaje enlaza con la enseñanza naval reglada, pero existe también el aprendizaje, digamos, ‘libre' que no es enseñanza naval propiamente dicha, sino que es la que se genera de la experiencia de cualquier profesional de la Armada en un momento determinado mediante el acceso a materiales, personas... es una formación que va más allá, la solución de un determinado problema.

El segundo pilar, es el acceso a las principales fuentes de conocimiento de la Armada a través de la Intranet. Ese acceso posibilita, previa estructuración, la gestión del conocimiento. Un conjunto de fuentes de conocimiento organizado que es lo que denominamos acceso corporativo, un componente fundamental de la solución completa que es el mapa de conocimiento de la Armada.

El tercer pilar es la potenciación y fomento de la comunicación y colaboración online. Es decir, potenciar que la comunicación tradicional que existe en la Armada que, de alguna manera, está en torno a los espacios físicos se configuran las unidades operativas, las distintas academias, etcétera, se canalicen a través de las herramientas avanzadas de comunicación para paliar los problemas de intercambio de información generados por la dispersión geográfica.

En la UVICOA son esas tres patas las que proporcionan al sistema el carácter de gestión de conocimiento. De tal manera que no es sólo lo que se conoce como e-learning, hacer un curso y ya está... esto va más allá. Se trata de que una persona o una unidad operativa, si tiene un problema sea capaz de solucionarlo accediendo al documento o al manual técnico. Además, son unidades de conocimiento multimedia, donde se explica con mayor detalle lo que pone en ese determinado manual y, además, existe la posibilidad de poder contactar con la persona que tiene la experiencia para apoyarse en su conocimiento.

Es aplicar el concepto de la formación continua...

Así es. Antiguamente, los barcos tenían un cuaderno en el que el oficial de turno escribía lo que iba pasando. Nosotros hemos aplicado la tecnología a esa filosofía y posibilitamos que alguien que entra en un destino nuevo tenga al alcance de su mano y rápidamente un montón de información y, además, multimedia.

¿Existe algún modelo parecido en otras instituciones u otros países?

No hemos tenido ninguna referencia a la que acudir. Esto partió un poco de la visión de la persona que en la Armada puso en marcha este programa. En gran medida, está impulsado por su visión y por su inquietud. Lo que sí hemos tenido a posteriori es contacto con distintos entes en la Administración Pública y otras Armadas, tanto a nivel nacional como internacional, y hemos visto distintas experiencias que tocan más o menos estas tres patas que hemos comentado. Pero en mi experiencia, y hemos estado en muchos foros de la OTAN, relación con Marinas extranjeras, estadounidense, con la marina inglesa... lo que más les llamaba la atención es ese enfoque global. La visión de la gestión del conocimiento. Y tengo que decir desde el punto de vista de implementación del sistema no hemos visto nada parecido en ningún otro sitio.

¿Hay intención de aplicar esta experiencia al resto de los Ejércitos?

El Ministerio de Defensa cuenta con un proyecto en marcha que aúna esfuerzos entre los distintos Ejércitos para consolidarlos bajo un paragüas común, se denomina Campus Virtual Corporativo. Sé que se lleva tiempo trabajando en ello, nosotros hemos estado en contacto con las personas que lo llevan.

¿Cuál ha sido la acogida de la UVICOA tanto en el alumnado como en el profesorado?

Como en todo proyecto de implantación de nuevas tecnologías, ha tenido sus barreras pero, sin duda, ya están superadas. La acogida es francamente buena. Mi experiencia es que frente a otros grupos profesionales, las Fuerzas Armadas tienen una enorme inquietud por el aprendizaje continuo. Ha existido una gran demanda, tanto de los cursos reglados como los no reglados. Hablamos de más de un centenar de cursos al año que involucran a 2.000 personas, el 20% de la comunidad que pasa por la enseñanza naval, tanto tradicional como no, anualmente en la Armada.

La acogida, por tanto, es muy importante. Es más, hay falta de oferta porque las plazas son limitadas para los cursos. La demanda duplica y triplica los espacios disponibles, especialmente en aquellas materias más transversales. Y luego nosotros siempre hemos hecho una encuesta de satisfacción al final de cada acción formativa y la verdad es que en la inmensa mayoría de ellas se valora enormemente el curso.

Donde quizá ha habido un poco más de cautela ha sido en las propias escuelas y academias en las que se implementa el sistema tradicional de enseñanza de la Armada, porque es algo nuevo y genera incertidumbre. Con el tiempo, se ha visto que el sistema no sustituye nada, sino que posibilita dar más formación y a más personas con los mismos recursos. También hay que decir que las resistencias iniciales sólo se dieron en algunas escuelas, pero no hay que olvidar que todo esto no sería posible sin la colaboración de muchos de los expertos y profesores que han estado tirando del carro en esas mismas escuelas. Yo diría que entre 50 y 60 profesores de distintas materias que han colaborado en el proyecto.

¿Se han cuantificado los ahorros de tiempo?

El programa en su pata de aprendizaje tiene un foco en gran medida operativo. Se ha orientado mucho a cubrir lo que en la Armada llaman cursos monográficos, son cursos de especialización dirigidos fundamentalmente al mantenimiento de sistemas especializados. Estos cursos en la Armada tienen una duración en su modelo tradicional entre tres semanas y dos meses. Esto supone un problema porque son muchos y, hasta la fecha, no era posible realizarlos todos porque tiene un coste de desplazamiento de las personas y porque tiene un impacto operativo grande: las dotaciones de la Armada son ajustadas, no todos los buques van al 100% de su dotación y para un oficial, que le quiten a su jefe de máquinas durante dos meses, le ocasiona un perjuicio importante. Al final, la aplicación de esta solución se transforma en que en lugar de dos meses fuera para ir a la escuela especializada de la Armada, sólo necesita desembarcar tres días, por ejemplo.

Lo que sí quisiera destacar es que el modelo de enseñanza a distancia tradicional no tiene nada que ver con esto, no es colgar un pdf que se descarga en un determinado momento. Son cursos que se convocan en determinadas fechas, igual que un curso normal, con clases virtuales programadas entre una y dos semanales y apoyadas por material con contenidos multimedia con gran calidad visual. Los alumnos se ven, hablan, comparten la información y todo eso se graba. Además, permite que alguien que no pueda asistir tenga la posibilidad de recuperarlo. La figura del profesor no pierde relevancia, sigue siendo fundamental. Por último, estos cursos van dirigidos al número de alumnos que normalmente compondrían una clase en la enseñanza tradicional.

¿En qué fase se encuentra el proyecto?

Hay una total implementación en la parte de aprendizaje. Forma parte ya de la maquinaria de la enseñanza naval. En cuanto al acceso al conocimiento, hay una implementación importante, sobre todo en el sistema para recuperar la información. Se han cuantificado entre 40.000 y 50.000 consultas mensuales, aunque un caso particular son los barcos.

Donde hay menos nivel de implementación es en la última pata, la de transformar la manera en la que la gente se comunica. Ahí queda un camino largo por recorrer. Sin duda es un reto poder cerrar el círculo para que las tres patas tengan el mismo nivel de implementación y poder crear las sinergias deseadas.

¿Qué es lo que ocurre en los buques?

La mayor parte de los buques, y sobre todo los que tienen una dotación masiva y hacen navegaciones más largas, cuentan con una comunicación limitada. El enlace con el satélite no siempre es continuo y el ancho de banda es limitado. Hay que tener en cuenta que en este modelo se intercambia contenido multimedia muy rico y, a veces, no lo permite el ancho de banda de satélite.

Para ello, se ha pensado en una solución que permitiese a los barcos beneficiase del sistema incluso cuando estuviesen embarcados en navegaciones largas porque, precisamente, cuando la navegación es larga es un buen momento para hacer un curso que además contará en el expediente... siempre que dispongan del tiempo. Se trata de una réplica del sistema en cada buque, es decir, se hizo una ‘mini UVICOA' de tal manera que la información pesada está en el barco y la ligera se comunica a través de satélite.

La solución de este problema, ¿depende exclusivamente de la mejora de las comunicaciones por satélite?

Sí. Ahora bien, aunque las comunicaciones por satélite mejorasen, es de esperar que cuanto más ancha se haga la autopista más ancho se fabrique el coche... Es probable que esta problemática no se solucione a corto plazo.

¿En cuanto a las posibles aplicaciones civiles?

Nosotros hemos estado en contacto con diferentes organismos civiles como la UNED o el Ministerio de Administraciones Públicas. De hecho recientemente nos han concedido un premio. Una de las cosas que valoraban es la capacidad de exportar el modelo, en el ámbito civil y militar porque el modelo debería exportarse a nivel nacional y a nivel internacional. El sistema no es ni mucho menos algo que se pueda coger y aplicar en cualquier organización fácilmente, tiene una parte muy importante de ‘traje a medida'. Pero, sobre todo, es exportable el modelo sobre el que sustenta, que no es poco. Con todo, la exportación natural sería a otras Armadas, porque se ha generado una cantidad muy importante de contenidos multimedia a lo largo de estos años.



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