Las Directivas sobre transferencias intracomunitarias y de contratos públicos serán en 2010 la base jurídica para la industria de Defensa europea

22/06/2009 (Infodefensa.com) - La Unión Europea trabaja desde 2007 en dos Directivas que pueden convertirse el próximo año en la base jurídica para el fomento de una industria de Defensa a nivel europeo. Dichas normas son la Directiva sobre Transferencias Intracomunitarias así como la Directiva de Contratos Públicos de Defensa y Seguridad, según explicó Anna Borras, del departamento de Empresa e Industria de Defensa en la Comisión Europea, durante la II Jornada CEAFE de Defensa Europa.

El objetivo es "la creación de una base industrial" a nivel europeo, continuó Borras, que contraste con la situación actual de un "mercado de Defensa fragmentado, reducido y con costes crecientes".

La fragmentación se debe "a las preferencia por la industria nacional" que no extraña, entre otras cosas, "por la peculiaridad del sector, la Defensa y la Seguridad", añade. "Otros temas son las compensaciones industriales, la desconfianza por las barreras jurídicas, la baja rentabilidad y el exceso de capacidades o duplicaciones".

Las mencionadas directivas serán una realidad en 2010. En el primer caso, la Directiva sobre Transferencias Intracomunitarias de productos de Defensa pretende reducir costes administrativos, garantizar la seguridad del suministro, el fomento de la cooperación industrial transfronteriza así como continuar con la creación de una base industrial europea. En el caso de la Directiva de Contratos Públicos de Defensa y Seguridad, se promueve el beneficio y la transparencia, así como el trato no discriminatorio entre empresas de distintos países.

Organismos de cooperación industrial europeos

Por su parte, el general José Luis Ceballos, subdirector de Relaciones Internacionales de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), explicó durante la jornada, los actores europeos en materia de cooperación industrial. El general Ceballos habló de la LOI (Letter of Intent), la OCCAR (Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento) así como de la Agencia de Defensa Europea (EDA).

La LOI, al que se adhirieron España, Francia, Alemania, Italia, Suecia y Reino Unido, fue un acuerdo marco sin estructuras permanentes que nació tras el final de la Guerra Fría para reforzar la competitividad de la industria europea. Simultáneamente nació la OCCAR, una agencia para gestionar los grandes proyectos de armamento como son el A400M o el Tigre.

Por último, la EDA "nació con un enfoque vertical", explica el general, "con el fomento del gasto conjunto para lograr la eficiencia económica". Sin embargo, existe en su propio reglamento algunos obstáculos que dificultan la armonización de una industria de Defensa a nivel europeo. "Hay que evitar el artículo 296", sentenció Ceballos, el cual delimita las competencias para cada país en el caso de los sistemas considerados esenciales para la seguridad nacional.

La EDA "promueve la transparencia, armonizar criterios y esa armonización no se hace para competir con Estados Unidos, sino porque forma un pilar fundamental del desarrollo de la Unión Europea", explica el general.

Con todo, las iniciativas de la EDA están surtiendo efecto. Tanto es así, que "nos preocupa la proliferación de actividad porque los medios son limitados y produce agotamiento de las estructuras", reconoce el subdirector de Relaciones Internacionales de la DGAM.

Un órgano intergubernamental, no supranacional

Arturo Alfonso Meiriño, director de Industria y Mercado de la EDA, aclaró, no obstante, que la Agencia no es un órgano supranacional que emita normas de obligado cumplimiento, sino intergubernamental: "El valor añadido de la EDA es que se ha creado un espacio de convergencia para la coherencia. Es una mesa redonda, un canal biunívoco de comunicación, con geometría variable y coherencia de los esfuerzos".

Con 33 millones de euros de presupuesto, Meiriño afirma que ante la realidad de la Defensa de la UE en la EDA "hay que poner los pies en el suelo". Se trata de un mercado protagonizado por la soberanía nacional, la desigualdad en el esfuerzo destinado a Defensa por parte de los distintos países miembros, diferencias en las fuerzas desplegables, diferencias tecnológicas, así como la dimensión política del sector.

Los retos a los que se enfrenta la Agencia son la implementación de la Estrategia Europea de Seguridad, obtener un mayor papel de la UE en la esfera internacional, la revisión de las capacidades militares, crear una base tecnológica industrial sólida europea, el desarrollo de grupos tácticos y responder a la necesidad de instrumentos de apoyo a la PESC (Política Exterior y de Seguridad Común). Con todo, Meiriño considera que uno de los primeros objetivos realizables es conseguir que la EDA sea el interlocutor europeo en el diálogo OTAN-UE.