19/09/2008 (Infodefensa.com) Madrid - La Junta de Andalucía reclama al Ministerio de Defensa que corra con todos los gatos -un millón de euros- de extinción del incendio ocurrido en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) causado el pasado día 10 por al accidente de un caza de combate Mirage F-1 del Ejército del Aire.
Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente y el plan Infoca afirman que la factura del incendio, que calcinó más de 200 hectáreas de alto valor ecológico y requerirá una cuantiosa y costa reforestación de la zona, asciende a 1,09 millones de euros, según los cálculos realizados por técnicos de la Junta de Andalucía.
En la extinción del fuego participaron más de 150 efectivos humanos en 33 retenes y cuatro grupos de apoyo, así como una veintena de medios aéreos, ocho motobombas y dos vehículos nodrizas de apoyo. El incendio no se dio por controlado hasta un día y medio después y por extinguido hasta cuatro días más tarde. La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, indicó en Jaén que la Junta exigirá a Defensa "la cobertura de todos los gastos", lo que incluye también las tareas de reforestación, sacas de madera, tratamientos selvícolas y antiplagas y otras acciones.
De alguna manera, la petición de asunción de los gastos de extinción del fuego supone un reconocimiento implícito de que el avión militar habría vulnerado la normativa para este tipo de vuelos de instrucción.
Además, Cinta Castillo confirmó que su departamento va a apoyar de forma expresa la queja que la Junta Rectora del Parque Natural trasladará a Defensa por la proliferación de vuelos militares en este espacio protegido.
En 1988 la Junta Rectora y Defensa llegaron a un acuerdo verbal para que esos vuelos se restringieran en la época de riesgo para la avifauna, algo que se ha venido incumpliendo de forma reiterada como han denunciado miembros de la junta y vecinos del parque. Todos ellos cuestionan también que estos vuelos se realicen sobre zonas habitadas.
De hecho, el caza, perteneciente al Ala 14 y a los mandos del teniente Ángel Gálvez Belmonte, de 30 años, procedía de la base aérea de Los Llanos, en Albacete, y se estrelló a pocos metros de varios núcleos de la Sierra de Segura. Gálvez Belmonte realizaba un vuelo de instrucción y logró saltar en paracaídas.
El Ejército del Aire investiga las causas del accidente.
Este accidente es el cuarto siniestro de aparatos de este tipo en España en lo que va de año. De los otros tres siniestros registrados durante 2009, tan sólo en el que se produjo en la provincia de Albacete el pasado 20 de enero hubo que lamentar muertes. En aquella ocasión, dos capitanes y un teniente del Ejército del Aire murieron al estrellarse dos cazas Mirage F-1 cuando realizaban un ejercicio de entrenamiento. Los aviones pertenecían también al Ala 14 de la base aérea de Los Llanos. En los otros dos accidentes, los pilotos consiguieron salvar sus vidas. El 2 de junio de 2009 un avión F-18 se estrelló en el polígono de tiro de Las Bardenas Reales (Navarra). Su piloto consiguió salvar la vida al saltar. Ese mismo mes, el día 16, dos aviones F-18 del escuadrón de cazas de la base área de Gando, en Gran Canaria, se estrellaron en el mar al suroeste del archipiélago aunque sus dos pilotos se salvaron.
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