El futuro de la industria de defensa pasa por más Europa y tecnologías duales

(Infodefensa.com) G. Soriano, Madrid – La industria de defensa española deberá desarrollar tecnologías duales (con aplicaciones civiles) y en cooperación con Europa, que además deberá fortalecerse, si quiere continuar adelante en el nuevo entorno internacional. La presentación el jueves del informe La industria de defensa en España y sus capacidades tecnológicas que la Fundación Alternativas ha elaborado giró en gran medida en torno a estas ideas incluidas en el trabajo.

El general director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Miguel Ángel Ballesteros, uno de los intervinientes en el acto, recordó que la defensa europea, y española en particular, arrastra una serie de carencias “que no pueden estar protegidas permanentemente por el primo del otro lado del Atlántico”, en referencia a Estados Unidos. “Los americanos tienen sus propios problemas”, algunos financieros, “y ya no ayudan”.

Ballesteros recordó que el interés estratégico que la principal potencia ha mantenido tradicionalmente sobre Europa y el Atlántico ha cambiado hacia el área de Asia Pacífico, como se ha evidenciado en algunas de las últimas intervenciónes militares. Así, por ejemplo, durante la operación Serval, liderada en 2013 por Francia en Mali, los norteamericanos llegaron a insinuar que brindarían su ayuda únicamente si se les pagaba.

La ausencia de la tradicional asistencia americana en la defensa europea también quedó evidenciada en otra operación reciente, la de Libia en 2011, donde “a Europa se le acabó el arsenal de armas guiadas”, recuerda el general.

En un contexto europeo actual como este, el informe deja una conclusión principal, como señaló en su presentación el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Nicolás Sartorius: “Sin la industria no hay defensa, y sobre todo no hay defensa autónoma”.

Cada uno continúa siguiendo su camino

El coordinador de este estudio, el ex secretario de Estado de Defensa Constantino Méndez, apuntó por su parte la importancia de la cooperación industrial europea en defensa, un aspecto que aún dista de haberse logrado. “Todos los países [dentro de Europa] dicen que conocen el objetivo común, pero cada uno sigue su camino”.

En el debate que siguió a la presentación se evidenció este punto con un par de ejemplos: “mientras que EE UU dispone de un único tipo de fragata, en Europa existen siete. Y hay 28 sistemas de telecomunicaciones militares europeos diferentes”. Con una fragmentación así, apuntó el interviniente, un general retirado, es imposible competir.

Muy al contrario, el futuro pasa por otro enfoque, según se dijo. “La Unión Europea sabe que debe tener autonomía de defensa regional en todos los dominios, sobre todo en el marítimo y el ciberespacial”, apuntó Méndez.

En este punto, añadió, resulta clave una autonomía industrial, pero esa industria ya no puede limitarse exclusivamente al ámbito militar, sino que debe tener en cuenta sus aplicaciones civiles para desarrollarse. El ex secretario de Estado recordó que el sector militar ha llevado a cabo sus desarrollos desde hace años en ámbitos de investigación exclusivamente militares. Algo que ya no puede seguir ocurriendo, si se pretende encarar el futuro, advirtió. Sobre todo en un entorno de crisis económica y financiera como el actual.

La desconocida aportación de Navantia al Tesoro

El general Ballesteros recordó por su parte que en España se sigue hablando “del dinero que debemos a Navantia”, ejemplificó, “pero no se ve el negocio que ha hecho el Tesoro español con los buques que Navantia ha vendido a Noruega o Australia”. El director del IEEE recordó que el desarrollo de un satélite militar español permitió a las empresas que trabajaron en ellos, como Indra y Sener, situarse en la punta de lanza europea en tecnología de satélites. Ballesteros coincidió en que la estrategia industrial de defensa pasa por desarrollos de doble uso que la hagan viable.

Méndez recordó que EE UU ya llevó a cabo un proceso de transformación que dio lugar a los grandes conglomerados industriales en torno a defensa con los que cuenta. Sin embargo en Europa, señaló, en estos últimos veinte años se han seguido lógicas nacionales, no comunes, por lo que no se puede hablar de un auténtico complejo militar industrial europeo.

Para el coordinador del estudio siguen existiendo dos ejes en torno a la defensa internacional: el de los países que desarrollan y producen nuevos sistemas, y el de los que los adquieren. “España ha permanecido demasiado tiempo entre los segundos, pero su reposicionamiento en Europa puede hacer que pase al primer eje, que es en el que hay que estar”, concluyó.

Foto: Ginés Soriano / Infodefensa.com