General Bayarte: Hay que impedir que empresas sin cualificación consigan contratos abiertos
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General Bayarte: Hay que impedir que empresas sin cualificación consigan contratos abiertos

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(Infodefensa.com) Madrid – El Ejército debe contratar el Apoyo Logístico Integrado (ILS) para todo el ciclo de vida durante la fase de adquisición para, entre otras cosas, “imperdir que empresas sin la debida cualificación técnica consigan contratos abiertos y después no puedan cumplirlos, como ha sucedido en ocasiones".

Así lo afirma el general Gabriel de Brigada Bayarte Aguerri, hasta hace unos meses subdirector de Mantenimiento de la Dirección de Mantenimiento del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra, en un artículo que publica en el último número de la revista Ejército bajo el título “Ideas sobre Mantenimiento”.

En el artículo, según recoge Infodefensa.com, el general Bayarte, actualmente en la reserva, resalta como fundamental utilizar la fase de adquisición de cualquier sistema para “implantar correctamente el mantenimiento de la totalidad del ciclo de vida del material”, ya que es en esa fase, dice, cuando el Ejército tiene “la fuerza” y es en ese momento “en el que podemos exigir que se nos traspase el conocimiento necesario para llevar a cabo correctamente” el trabajo.

Es en esa etapa, agrega, “cuando podemos negociar en las mejores condiciones los catálogos de precios de repuestos y servicios, los periodos de tiempo de garantía de estos repuestos y servicios, y un largo etcétera”.

Alianza estratégica

Por eso se muestra partidario de que durante el proceso de adquisición del sistema de armas se contrate “todos los servicios” de la empresa fabricante con el Ejército para todo el ciclo de vida del material, “es decir –subraya– , formándose una alianza estratégica Ejército-Empresa” que aportará muchas ventajas.

Entre ellas destaca, además de las mencionadas anteriormente, la seguridad de las inversiones de la empresa adjudicataria en el largo plazo, que redundaría “en mejores precios de sus servicios”.

Asimismo, el “Ejército de Tierra conseguiría precios de mantenimiento mucho más ventajosos, al ponerse encima de la mesa a la vez que los costes de adquisición que son de mayor cuantía” y, al mismo tiempo, se evitaría “el enorme esfuerzo en personal que requiere la proliferación de contratos que tenemos en la actualidad”.

En otro momento, el general Bayarte, artillero y de Estado Mayor, subraya que los materiales actuales son cada vez “más software” y “menos hardware” y ello implica, dice, “mayor dependencia de las empresas fabricantes a la hora de mantener los sistemas, ya que el mantenimiento del software está prácticamente ligado al fabricante y poco pueden hacer los diferentes EMAN” (escalones de mantenimiento).

Pone por ejemplo, el caso del helicóptero de ataque Tigre del que se dice, afirma, que es un 70 por ciento software, para cuyo mantenimiento se está constituyendo un centro de mantenimiento software, basado fundamentalmente en la empresa fabricante, en este caso el consorcio europeo Eurocophter (actual Airbus Helicopters).

Externalización

Respecto a la externalización, el general recuerda que los operarios de una empresa contratada no acompañaran a los batallones realizando operaciones de segundo escalón en una fase ofensiva de un combate convencional, por lo que, asegura, “no parece tener mucho sentido” externalizar mantenimientos a este nivel.

“Respuesta semejante, si bien admitiendo alguna excepciones, nos resultará para los de tercer escalón EMAN”, agrega el general que, sin embargo, si se muestra partidario de hacerlo en el cuarto escalón aunque –advierte–, “no de cualquier manera. Mantener la capacidad de mantenimiento (know how) debe ser considerado un valor que se ha de preservar”, afirma en el artículo.

A la pregunta de cuando se puede externalizar, el general contesta que en cuatro supuestos. Primero, cuando se quiera complementar en cantidad, por no disponer de capacidad suficiente. Por ejemplo, explica, si se hicieran ocho revisiones generales al año de vehículos acorazados Pizarro en el PCMASA1 y seis en una empresa.

Segundo, cuando se trata de tareas no importantes (no core) para el centro como pintado de vehículos o reparación de lonas. Tercero, cuando se trata de flotas muy reducidas y cita el caso de las 42 góndolas KYNOS de la Agrupación de Transporte. Y, cuarto, cuando se trata de una tarea que requiera equipamiento costosísimo y esté asegurada su realización por distintas empresas. Racionalización y créditos necesarios

El general Bayarte considera que es imperativo simplificar al máximo la diversidad de materiales en el inventario del Ejército de Tierra, “corrigiendo la tendencia a “versionar” las adquisiciones para ajustarnos perfectamente a las necesidades particulares de los diferentes tipos de unidades que existen.

Estima que hay que “habituarse” a actualizar los materiales durante las revisiones generales. “Debemos aprender a ser pacientes y aguantar las obsolescencias hasta las revisiones generales”, dice pues, agrega, tan antieconómico es estar constantemente actualizando, como no actualizarlos nunca.

Evidencia que “cuesta demasiado” dar de baja materiales en los inventarios aunque reconoce que “se están dando los pasos necesarios para crear y afianzar órganos especializados en gestionar las bajas de material dentro de la estructura logística, tanto a nivel de Dirección General de Armamento y Material (DGAM), como a nivel Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE)”.

Al mismo tiempo, enfatiza que se debe tender “a asegurar los créditos asignados al sostenimiento de los sistemas, sin sufrir los vaivenes de la situación económica” y afirma con rotundidad: “Debería ser la parte de las adquisiciones la que absorbiese las situaciones de fluctuaciones”, en relación con las bajadas de presupuesto disponible.

Por último, reconoce que el mantenimiento del armamento, material y equipo es vital para alcanzar un alto grado de operatividad en las unidades, y, en este sentido, recalca que hay que poner un énfasis especial en los primeros escalones de mantenimiento pues el tiempo empleado por cada unidad en esta tarea “es esencial” para conseguir ese alto grado de operatividad del material.

“El tiempo que empleamos en mantenimiento tiene una utilidad máxima”, finaliza general Bayarte en su artículo.



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