El comité de Nammo denuncia que Defensa pone en peligro la Fábrica de Palencia

El Comité de Empresa de la Fábrica de Armas de Palencia, perteneciente al grupo nórdico Nammo, ha denunciado que el Ministerio de Defensa pone en peligro la continuidad de la factoría con sus adjudicaciones por precio.

Según recoge la publicación Diario Palentino, los trabajadores han señalado que Defensa va a adjudicar a la empresa israelí IMI el contrato de suministro de cartuchos del calibre 5,56 x 45 mm para el Ejército español por valor de 41 millones de euros, un contrato que garantizaría a la planta palentina de Nammo –que también presentó oferta– carga de trabajo para seis años.

Los representantes sindicales indican en un comunicado que, de esta forma, “se pone en peligro la continuidad de la fábrica” y acusan tanto a Defensa como al Partido Popular de “querer cerrar la planta palentina”.

Según los sindicatos, entre los trabajadores existe malestar y desasosiego porque ven cómo su trabajo “se va a una empresa de un país que no permite que entre en su mercado armamento exterior”.

El Comité de Empresa advierten de que esta situación afecta a 250 familias y anuncian que lucharán “con uñas y dientes” por sus puestos de trabajo.

Al parecer, la ventaja económica planteada por la empresa israelí es de un céntimo por cartucho, lo que es “poco dinero de diferencia”, unos miles de euros en el monto total del contrato (unos 600.000 euros en los 60 millones de cartuchos). “Pero no se dan cuenta de que la falta de horas de trabajo supone en el mejor de los casos merma en la nómina de los trabajadores y en la recaudación impositiva del Estado o, en el peor supuesto, despidos y que pasen a cobrar una prestación por desempleo con el consiguiente gasto para el erario público”, explicaron desde el Comité, que criticó que no se puede competir en igualdad de condiciones con empresas públicas.

En cuanto a otro contrato en liza, la oferta presentada por una de las competidoras supone 0,03 céntimos menos por cartucho.

La Fábrica de Armas de Palencia, entonces bajo propiedad de Santa Bárbara Sistemas, se llevó en 2010 el último contrato similar por 31,2 millones de euros

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