El responsable de adquisiciones de Naciones Unidas anima a las empresas españolas a competir por sus contratos
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El responsable de adquisiciones de Naciones Unidas anima a las empresas españolas a competir por sus contratos

151110 Encuentro NNUU Aesmide
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El director de la División de Adquisiciones de Naciones Unidas, Dmitri Dovgopoly, ha animado a las empresas españolas a competir por sus contratos, ya que España ocupa el noveno puesto en aportaciones al presupuesto de la ONU, con cerca del 3%, pero su volumen de contratación con este organismo apenas alcanza el 0,5%.

Estas cifras han sido aportados en el encuentro ‘Organización y oportunidades en Naciones Unidas’, organizado por la asociación Aesmide este martes 9 en Madrid y en el que se ha puesto en contacto a decenas de empresarios con representantes del órgano de adquisiciones de Naciones Unidas.

Según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2014, las compras totales de Naciones Unidas ascendieron a 17.237 millones de dólares (más de 16.100 millones de euros), de los cuales un 51,3% se dedicó a la compra de bienes y el resto a la adquisición de servicios. Las compras corresponden principalmente a los sectores de sanidad, alimentación y bebidas, energía, TIC, infraestructuras, logística y almacenaje, transporte y vehículos, edificios prefabricados y banca e inversiones.

En el año 2014, el 43,2% de los contratos fueron para tan sólo 10 países, siendo el mayor por volumen Estados Unidos, con un 8,8%, y el menor de ellos la Federación Rusa, con un 2,4%. Respecto a países de nuestro entorno, Bélgica obtuvo un 4,1%, Reino Unido un 3,5%, Francia un 3,2% y Dinamarca un 2,5%.

España, sin embargo, ocupa la posición 49 de este ranking, con un 0,47% del volumen total de contratación de Naciones Unidas, ya que las empresas españolas vendieron en 2014 a las distintas agencias de este organismo internacional equipos y servicios por valor de 80,5 millones de dólares (75,2 millones de euros).

En este sentido, Dmitri Dovgopoly se mostró sorprendido porque “no contamos con ninguna empresa española como proveedora de Naciones Unidas en algunos de los sectores en los que tenemos un mayor volumen de compras, como son alimentos y bebidas, combustibles, vehículos de motor y servicios financieros y seguros, y en los que las empresas españolas son muy competitivas”.

El director de adquisiciones ha reconocido que en España se desarrollan tecnologías muy avanzadas y ha puesto como ejemplo a la empresa ARPA y su experiencia y buen hacer en infraestructuras desplegables.

Dovgopoly ha añadido que, a la hora de contratar, Naciones Unidas tiene en consideración una serie de aspectos, como buscar la mejor relación coste-calidad, respetar los principios de imparcialidad, integridad y transparencia, buscar la efectiva competitividad internacional y el interés para la organización.

Grandes oportunidades de negocio

En la presentación del encuentro, el presidente de AESMIDE, Gerardo Sánchez Revenga, destacó en su intervención que la capacidad de la empresa española “es magnífica y, por tanto, debería de participar en mucha mayor medida, con esfuerzo y dedicación, de esas oportunidades de negocio que ofrece Naciones Unidas”. Agregó que Naciones Unidas, por la importancia de sus funciones y políticas públicas, “tiene un significativo volumen de adquisición de bienes y servicios, lo que se traduce en grandes oportunidades de negocio para empresas españolas de muy diversos sectores”.

Por su parte, el director de la División de Tecnología Industrial y Servicios Profesionales del ICEX, Iñigo Gil-Casares, señaló que la escasa contratación de empresas españolas en Naciones Unidas puede ser debido a una falta de conocimiento de su funcionamiento, pero que las oportunidades son inmensas, porque hay agencias repartidas por todo el mundo que publican sus propias licitaciones, y hay que tener en cuenta otro aspecto importante: su enorme solvencia.

En el encuentro también intervino la consejera económica y comercial en Nueva York acreditada ante Naciones Unidas, Ana E. Martínez, quien animó igualmente a los empresarios españoles a que participaran en los procesos de adquisiciones de la organización, puesto que “las oportunidades de negocio pueden ser infinitas, tenéis mucho que ofrecer y hay un amplio abanico de posibilidades para vosotros”.

La consejera dio el dato de que en 2014 un total de 609 empresas obtuvieron contratos en Naciones Unidos, de los cuales una docena superaron el millón de euros. Añadió que entre los principales proveedores están Indra, ARPA, Swiftair, INECO y Cartay Productos de Acogida.

Martínez también indicó algunos recursos para identificar oportunidades, como la Guía de Negocios de Naciones Unidas, su Informe Estadístico Anual, la base de datos del UNGM (acrónimo inglés de Mercado Global de Naciones Unidas) y la consulta a la Oficina Comercial. Añadió que, además, en la oficina de Nueva York identifican oportunidades de negocio y envían boletines con información sobre ellas dos veces por semana. “La identificación de oportunidades ad hoc lleva más tiempo, por eso es muy importante que nos conozcamos ambas partes”, destacó.

La última ponencia corrió a cargo del jefe de Equipo de la División de Adquisiciones de Naciones Unidas, el español Miguel Álvarez, quien dio algunos “trucos” para optar a los contratos de la organización.

Álvarez destacó que el 80% de las compras que se realizan en la División es para sistemas y servicios dirigidos a operaciones de paz, un ámbito en el que las oportunidades mayores están en las soluciones modulares y en los denominados contratos de sistemas, que son los comunes a todas las misiones, como los cascos o los chalecos antifragmentos.

En este sentido, el directivo enumeró cuatro pasos que debe seguir para optar a los contratos de Naciones Unidas. El primero es registrarse como proveedor en la base de datos del organismo, la UNGM. El segundo es estar muy pendiente de las posibles oportunidades de negocio, bien a través de la citada UNGM, de la publicación de las EOI (Expression of Interest) o incluso con una aplicación para el móvil en la que se informa de las diferentes oportunidades. El tercer paso es preparar una buena propuesta, teniendo en cuenta las diferencias que existen entre una RFQ (Request for Quotation), una ITB (Invitation to Bid) o una RFP (Request for Proposal). El cuarto y último paso es, en caso de no tener éxito en la contratación, pedir una entrevista o conversación con alguno de los responsables de la adjudicación para saber por qué la empresa en cuestión no ha sido adjudicataria y ver posibles errores a solventar en una próxima ocasión.

Foto: Aesmide



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