Fonfría: "Para ganar eficiencia en la gestión de recursos son necesarias voluntad política e imaginación"

Cuaderno Estrategia IEEE

Fonfría: “Para ganar eficiencia en la gestión de recursos son necesarias voluntad política e imaginación”

El profesor de Economía Aplicada y analista de Defensa Antonio Fonfría ha indicado que hay dos requisitos para dar “pasos importantes” en la gestión de recursos y ganar eficiencia: voluntad política e imaginación.

Así lo indicó en la presentación del Cuaderno de Estrategia Industria Española de Defensa: riqueza, tecnología y seguridad, editado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos y en el que el profesor es autor de un capítulo titulado ‘La adquisición de sistemas y su financiación: problemas y algunas soluciones’.

En dicho capítulo, Fonfría trata de exponer los principales problemas que se han encontrado en la forma de adquirir los sistemas desde una perspectiva económico-financiera tanto desde el punto de vista de la oferta, como de la demanda. Además, propone “algunas alternativas que orienten el conjunto hacia una mayor eficiencia económica, particularmente en cuanto a las formas de gestión”.

En este sentido, el analista apunta que una solución única no es factible y que el mejor resultado es el que se obtiene de la adecuada unión de soluciones diversas que afectan a distintos aspectos de los mencionados y que sean compatibles entre sí. “Algunas de las propuestas que se realizan atacan directamente el problema financiero tratando de aliviar las cargas en el medio y largo plazo; otras, en cambio, se orientan a la realización de cambios en las formas de gestión e incluso de adquisición de los sistemas”, explica. “En definitiva, es importante observar el conjunto para ser capaces de aportar en sus diferentes vertientes algunos remedios”.

Como primera medida, Fonfría indica que se debe contar con una financiación adecuada. En este ámbito incide, entre otros aspectos, en la necesidad de la moderación en la prefinanciación. “De esta forma, el volumen de recursos destinados a los créditos reembolsables a tipo cero ha de establecerse con relación a un límite porcentual o similar que tenga en consideración el volumen del programa, la capacidad financiera del contratista, la proporción de la I+D en el conjunto del programa y el nivel de riesgo compartido”, expone. “En otras palabras, el contratista no debería obtener el 100% del valor del programa, tal y como ha ocurrido en numerosos casos, sino que habría de incurrir en riesgos compartidos con el Ministerio de Defensa, lo cual supondría un estímulo para el uso eficiente de los recursos”, agrega.

Otra vía de adecuar la financiación a las necesidades a medio plazo que apunta el analista es el desarrollo de una ley programa de inversiones. Además, indica que sería “adecuado y necesario” que se incluyera en los Presupuestos Generales del Estado el total del gasto previsto en el ejercicio.

Obtención de capacidades

El profesor también apunta algunas posibilidades en el campo de la obtención de capacidades, en el que dice que requiere de la consideración de, al menos, tres aspectos clave: la selección del sistema a adquirir, la estimación de costes y tiempos necesarios para su puesta en funcionamiento-entrada en servicio- y la estrategia de adquisición. “Un inadecuado planteamiento de alguno de estos factores genera un importante problema de sobrecostes que se arrastra a lo largo del proceso y tiende a ser acumulativo”, asegura.

Explica que a la hora de decidir las estrategias de contratación han de considerarse diversos objetivos y no uno sólo. La tendencia en el caso español –definida en la Ley de Contratos del Sector Público- es a considerar el precio como la variable clave. “Cierto es que el precio es un factor fundamental en la decisión de cómo contratar, pero no es el único; de nuevo el tiempo es una variable de primera magnitud”, afirma el analista.

El ámbito de los costes también puede suponer, según el analista, “una evidente vía de mejora que posee un importante recorrido, aunque la experiencia dice que no es posible la eliminación completa de los sobrecostes”. De hecho, indica que, en términos generales, en prácticamente ningún país se han podido controlar totalmente los incrementos de costes y los retrasos en las entregas de los sistemas.

Por último, el profesor Fonfría incide en la importancia de la colaboración eficiente entre empresas y países, que puede configurarse como “una buena posibilidad de obtener capacidades necesarias con costes relativamente más reducidos que los que se derivan del desarrollo autárquico”. Añade que esta alternativa será tanto más relevante o atractiva cuanto mayor sea la restricción presupuestaria, mayores las necesidades de sistemas complejos y más elevado el nivel tecnológico medio del sector de que se trate.