La industria española de defensa adolece de producción propia competitiva en grandes sistemas y plataformas

La industria española de defensa presenta un reducido número de productos propios competitivos en el ámbito de los grandes sistemas o plataformas, tales como aeronaves de combate, vehículos terrestres (carros y blindados) y, en menor medida, buques de guerra.

Así se refleja en el informe sobre la industria de defensa en España en 2014, elaborado por la Dirección General de Armamento y Material, en el que se señala también que, sin embargo, la industria nacional del sector cuenta con un amplio catálogo de capacidades industriales y con al menos una empresa con capacidad de integración de grandes sistemas en cada uno de los subsectores que la componen.

Elaborado a partir de los datos proporcionados por las empresas inscritas en el registro de la DGAM, el informe revela asimismo que “a nivel de subsistema o componente, aunque existe un amplio abanico de empresas muy tecnificadas que poseen capacidades competitivas en campos como la electrónica, la informática o la industria naval, se identifican también carencias muy significativas que, en algunos casos, limitan la autonomía de acción”.

En este sentido, en el documento se apunta que la industria carece especialmente de capacidades para la definición y, en menor medida, el diseño de sistemas de armas y blindajes activos y reactivos para vehículos terrestres, misiles y sus sistemas de lanzamiento, o sistemas de misión y subsistemas de combustible para aeronaves.

Así, la mayor parte del mercado queda cubierta fundamentalmente por las capacidades industriales de producción, diseño e integración de aeronaves. A continuación, aunque muy por detrás, están las capacidades industriales de producción y diseño de turbopropulsores de aeronaves y de plataformas navales.

Entre las capacidades que están tomando una mayor presencia en la industria nacional de defensa están las de contramedidas electrónicas, integración de plataformas terrestres y diseño y producción de municiones y sistemas lanzadores navales.

Descenso de la productividad

En el informe también se incluye un punto sobre la productividad del sector de Defensa en España -considerada como el cociente entre las ventas y el número de empleados-, que en 2014 fue de 266.600 euros por empleado. Esta cifra supone un descenso de 10.500 euros por empleado con respecto a 2013.

La mayor productividad se consiguió en las grandes empresas, con un valor próximo a 313.000 euros por empleado, frente a los 89.300 euros/empleado de las pymes. Éstas, a su vez, presentan una productividad dispar, ya que mientras las microempresas tienen una productividad de 117.000 euros/empleado, las medianas y las pequeñas tienen una productividad de 76.000 y 75.000 euros/empleado, respectivamente.

Sectorialmente, la productividad varía entre los 3.000 euros por empleado en el sector de materias primas y los 477.000 en el sector aeronáutico.

Foto: Airbus Defence and Space