Rajoy premia la fidelidad de Cospedal

Este mediodía, María Dolores de Cospedal (Madrid, 1965) prometió su cargo de ministra de Defensa junto con el resto del gabinete de ministros que Mariano Rajoy ha elegido para enfrentarse a un difícil segundo mandato como presidente del Gobierno. La número dos del Partido Popular –de momento mantiene este puesto- entra al fin en el Ejecutivo en un departamento que los últimos años se ha mantenido en un discreto segundo plano bajo el liderazgo de Pedro Morenés.

Cospedal estaba en todas las quinielas para entrar en el Gobierno, solo faltaba conocer qué cartera ocuparía, algo que Rajoy desveló este jueves. Su llegada al Gobierno, sin entrar en un análisis sobre la cartera que llevará, se ha entendido como un premio a su fidelidad tras su compromiso con el partido y con él propio Rajoy en años difíciles para un PP salpicado por los casos de corrupción.

Lo que está claro es que Cospedal no es Morenés, quizás todo lo contrario. Mientras que el ministro saliente se ha caracterizado por un perfil más técnico alejado de los grandes focos -hay que recordar que Morenés era un independiente con una dilatada trayectoria en la industria de defensa- Cospedal es una cara conocida, muy conocida, con una amplia carrera política. Una muestra de ello, es la repercusión mediática de su nombramiento, no por la importancia del Ministerio de Defensa, que la tiene, sino más bien por el curriculum político de su nueva inquilina.

Si hablamos de curriculum, Cospedal estudió Derecho en la Universidad San Pablo-CEU y se convirtió en abogada del Estado con 26 años. Durante los años posteriores ocupó distintos cargos de asistencia jurídica y asesoría en los Ministerios de Obras Públicas y Trabajo.

Tras un breve paso en 1998 por la Embajada de España en Estados Unidos, en 2000 llegó a la subsecretaria de Administraciones Públicas y en 2002 a la subsecretaria del Ministerio de Interior. Su entrada en la primera escena política se produce cuatro años después con su designación como presidenta del PP en Castilla La Mancha.

Entre 2007 y 2011 fue diputada de las Cortes de esta comunidad y accedió a la presidencia de Castilla La Mancha después de la victoria electoral del PP en las autonómicas de 2011. En el panorama nacional, desde 2008 es secretaria general del PP y diputada en el Congreso de los Diputados desde enero de este año.

Cospedal no será la primera mujer que estará al frente del Ministerio de Defensa, durante el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero ocupó esta cartera Carme Chacón entre 2008 y 2011.

Retos de las Fuerzas Armadas

Dejando a un lado su experiencia política, Cospedal se encuentra con un ministerio en el que se deben tomar decisiones importantes en los próximos meses. Probablemente una de las primeras cuestiones que tendrá sobre la mesa será la búsqueda de alternativas para cumplir con los pagos pendientes de los Programas Especiales de Armamento (PEA), tras tumbar el Tribunal Constitucional la fórmula del decreto ley.

Otro de los puntos clave será la renovación de las Fuerzas Armadas con dos programas fundamentales para la futura operatividad como las fragatas F-110 o el 8x8, sin olvidar la finalización de los submarinos S-80 y la negociación de contratos delicados como el del NH90. Para que todos estos programas sean un realidad cada vez se hace más necesaria un ley de sostenibilidad y viabilidad de las Fuerzas Armadas.

Expertos en política de defensa, como el director de artículo30.org, Gabriel Cortina, destacan que la nueva ministra tiene cinco retos por delante: "En cuanto a Fuerzas Armadas es completar el proceso de transformación; en lo geopolítico es abordar el escenario de inseguridad en el Sur; en cuanto al presupuesto es solucionar el capítulo de los programas especiales de armamento y la deuda; en lo parlamentario, favorecer el consenso en lo esencial y lograr que la comisión de Defensa del Congreso sea efectiva; por último, en percepción y valoración, es fomentar la difusión de la cultura de Defensa".

Cortina señala que su marcado perfíl político puede beneficiarle. “Ser presidenta de una Comunidad Autónoma y ser la secretaria general del partido en el gobierno son dos grandes oportunidades para acercar la Defensa a los ciudadanos”, destaca.

Aunque añade que “lo importante es el equipo que se configure”. En este aspecto, “el equilibrio podrá venir de la mano del Secretario de Estado, un perfil que deberá contar con una experiencia sólida y con conocimiento de un aspecto muy relevante como es el industrial. Junto a este apoyo, y el de la Subsecretaría, aparece la figura del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), pieza clave en lo referente a los cambios que se han puesto en marcha y que han sido muy positivos”.

Participación en misiones

También tendrá que abordar las nuevas demandas de la OTAN a España. Está por decidir cómo será el contingente que España enviará a Letonia, una posible presencia en Rumania y la ampliación de la participación en Turquía, donde el Ejército español tiene una batería de misiles Patriot. Además, deberá gestionar las presiones de la Alianza para aumentar el presupuesto de Defensa con un patio interno complicado, no hay que olvidar que Rajoy gobernará en minoría.

España también contribuye de forma decisiva a las misiones de la Unión Europea y Francia en el Sahel, una zona a la que Pedro Morenés ha colocado siempre entre las prioridades del Ministerio de Defensa por su cercanía geográfica y por ser foco de constante inestabilidad. Tampoco hay que olvidar el papel de España en Irak, donde también se habla de un aumento de la presencia, de hecho, efectivos de la Guardia Civil se desplegarán en los próximos meses.

Foto: Casa Real