De una larga espera, a la vanguardia de la OTAN
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De una larga espera, a la vanguardia de la OTAN

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La primera salida de vehículos acorazados y mecanizados fuera de nuestras fronteras en el marco desarrollado por la conferencia de Varsovia de julio de 2016 en el entorno de las nuevas NRF/VJTF adoptadas por la OTAN en la Conferencia de Gales de 2014, para hacer frente a una amenaza cada vez más visible y activa de Rusia en el este de Europa y en la región del mar Negro, supone un nuevo impulso a una nueva política militar de defensa más comprometida con nuestros socios y aliados.

Esta llamada de la Alianza a la defensa de Europa del Este, Enhanced Forward Presence (EFP), tiene su origen en la Conferencia de Gales de 2014 donde se implementó el Readiness Action Plan (RAP), para tener capacidad de reacción y poder responder de manera ágil a los cambios que se pudieran producir en el entorno de seguridad de las fronteras de la OTAN. Lo sucedido en Ucrania es el referente a lo que todo apunta como ejemplo de lo que no tiene que volver a ocurrir.

Ante esta nueva situación, la alianza quiere reforzar el este de Europa con cuatro batallones multinacionales agrupados en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Batallones liderados por EEUU (Polonia), Canadá (Letonia), Alemania (Lituania) y Reino Unido (Estonia). España aportará un grupo táctico conformado por 300 efectivos y el despliegue de material y vehículos mecanizados y acorazados que estará integrado en el grupo liderado por Canadá en Letonia.

La experiencia que aporta España en este tipo de misiones no es poca. Recientemente España lideraba la nueva Fuerza de respuesta de muy alta disponibilidad (VJTF, sus siglas en inglés), siendo la primera nación en haber liderado esta nueva Fuerza.

Pero no sólo eso, la respuesta de la OTAN al despliegue de una fuerza terrestre en el este de Europa viene precedida por la operación aliada Baltic Air Policing Block, donde las fuerzas aéreas de la OTAN controlaban el espacio aéreo europeo en misiones de alerta de reacción rápida tras las continuas agresiones de este tipo que Rusia infligía (dicha amenaza no ha sido neutralizada). También España contribuyó en dicho despliegue con el destacamento Vilko en Lituania (lobo en lituano) y se ha comprometido a mantenerlo en el tiempo con nuevos efectivos hacia agosto de este mismo año.

La respuesta aérea junto con el aporte de fuerzas terrestres, se traduce en un esfuerzo aún mayor por el aseguramiento de nuestras fronteras. No es de extrañar que, y entrando de lleno en el plano de la suposición, en un futuro próximo se integre una agrupación naval en el marco NFR/VJTF para el control de operaciones en el mar Negro, pero eso es ya otra historia.

El contingente español que se desplegará en Letonia para dar cuerpo a la operación Presencia avanzada reforzada (Enhanced Forward Presence, EFP) estará formado por miembros de la brigada Extremadura XI con base en Bótoa y que además fue la primera en recibir las nuevas unidades del vehículo de combate Pizarrosegunda fase,VCIC II. El español será el mayor contingente de los desplegados en Letonia, sólo superado por el canadiense.

Una larga espera pero que al fin llegó. Considerado como uno de los mejores vehículos de combate de infantería de su clase, su origen está en la necesidad sentida por el ejército de disponer de un auténtico vehículo de combate de infantería y caballería con el que sustituir a los viejos transportes acorazados de personal, los TOAS M113. Su inicio arranca el 20 de diciembre de 1984 con la decisión del Jefe del Estado Mayor del Ejército para la definición de un vehículo acorazado de combate para la infantería y la caballería.

Definido por el Estado Mayor del Ejército, fue desarrollado en 1991, por la entonces Empresa Nacional Santa Bárbara de España y Steyr Daimler Puch por parte de Austria ante la coincidencia de ambos ejércitos en un vehículo con los mismos requisitos. Presentado al concurso internacional de selección de un vehículo de infantería para el ejército de Noruega, superó las exigentes pruebas establecidas, aunque finalmente no fue el seleccionado por los noruegos. En 1996 se firma el contrato y en 1999 llegan las primeras unidades al ejército de tierra español. Las últimas llegarían en 2003.

El Pizarro, junto con el Ulan austriaco y recientemente el Ajax, del programa SV de General Dynamics European Land Sistem, conforman la familia ASCOD cuya característica fundamental es el uso común de una única barcaza con una adaptabilidad tal que se puedan configurar diferentes opciones en función de la misión proyectada.

En el caso del Pizarro se adoptó una configuración para el transporte de tropas, VCIC; otra configuración para un vehículo de observación avanzada, VCOAV; un vehículo de mando, VCPC; un vehículo para zapadores, VCZ y un vehículo recuperador, VCREC.

El salto cualitativo que dio el ejército español con la adquisición del Pizarro fue notable, aunque puso de manifiesto las deficiencias tecnológicas de la industria española, importando la mayoría de sistemas y componentes fuera de nuestras fronteras, muchos de ellos a Alemania.

El VCIC Pizarro es un vehículo de combate de unas 28 t, una longitud de casi 7 m, un ancho de faldón a faldón de unos 3 m y una altura de casi 2,7 m. Velocidad máxima en carretera de 70 km/h y autonomía de 500 km.

Su armamento consta de un cañón MK 30-2 Mauser alimentado con dos cargadores con munición encintada, una ametralladora coaxial MG-3S de 7,62 mm y un sistema lanzaingenios a cada lado de la torre con 12 tubos en total con capacidad de lanzamiento de artificios fumígenos, granadas de fragmentación o HE antipersonal.

El Pizarro integra un grupo motor-propulsor conformado por un motor MTU (militarizado por la Empresa Nacional Bazán) de 8 cilindros con una potencia de 441 kW (600 CV) y una transmisión de caja automática Renk HSWL 106C que incluye además el acoplamiento para los pasos finales. Las cadenas, zapatas y diseño del tren de rodaje son de firma alemana; la estabilización en dos ejes de la dirección de tiro de la estadounidense Curtis; el sistema antiincendios y antiexplosiones israelí, de Spectronics. La climatización, británica y las comunicaciones fueron suministradas por Amper. La barcaza tiene firma española, de la antigua Empresa Nacional Santa Bárbara como también la dirección de tiro MK10 que es de Indra, así como la óptica y el diseño de los blindajes reactivos que también son españoles.

La espera ha sido también lo más característico de la segunda fase del Pizarro VCIC II. Su inicio debería haber empezado en el 2002 pero no se firmó hasta el 2004 y no es hasta los dos últimos meses de 2015 cuando el ejército recibe las primeras unidades. Entre medias, un sinfín de prolegómenos, incluso la paralización del programa entre el 2012 y 2013.

Las expectativas puestas en su rendimiento y en definitiva en que juegue un buen papel son muy elevadas, pues aunque en teoría mejora la primera fase, tanta espera presagia que la mejora notable que debería ser, no lo sea tanto, entre otras cosas al ver que no incorpora avances que sus homólogos sí han incorporado, como es el caso de misiles anticarro en el Bradleyestadounidense o la automatización de torretas del programa SV británico, por ejemplo.

Da la sensación que el Pizarro II se hizo de la manera que se hizo a sabiendas por parte de todos los implicados que iba a ser un vehículo que no se iba a utilizar fuera de nuestras fronteras (hasta hoy) y por eso la incertidumbre generada ante un programa que pocos apostaron por verlo acabado.

Aún así se hizo un gran esfuerzo por incorporar y aumentar la tecnología nacional, algo de lo que adolecía la primera fase. Esto se constata con el nuevo modelo del GMP, que mantiene un motor MTU de 8 cilindros, pero con más potencia que el anterior 530 kW (721 CV) y 15920 cc e incorpora una transmisión española de la empresa SAPA denominada SG-850 mecánica de lógica binaria y 32 marchas sin convertidor de par.

El Pizarro VCIC II implementa mejoras en su firma térmica; en la ergonomía, haciéndolo ligeramente más grande y pesado; mejora sustancialmente la protección de faldones. Incorpora una nueva cámara térmica de segunda generación de Indra y una nueva actualización del sistema de estabilización del arma. El sistema de visión exterior de la torre se ha mejorado sensiblemente. Se estabiliza y mejora su comportamiento estructural, especialmente ante las vibraciones provocadas por factores externos e implementa un nuevo sistema de navegación mixta GPS e inercial además de una interoperabilidad en el sistema de mando y control con el sistema LINCE del Leopard 2E (una aproximación a la tecnología NCW, Network Centric Warfare).

De una larga espera en la entrada en servicio en el ejército español, a la vanguardia en la defensa de Europa que los aliados de la OTAN preparan en el Báltico. Los retos son muchos, los más inmediatos dos: la solución de los posibles problemas logísticos agravados en este caso por la incompatibilidad en la cadena de suministros entre las dos fases diferentes del Pizarro que hacen que tengan una interoperabilidad limitada entre sus componentes y los posibles efectos de la nueva estructura del ejército para dar una mayor respuesta, las Brigadas Orgánicas Polivalentes.

La idoneidad de la misión no la da en este caso el vehículo en sí, que por otra parte sí es el más idóneo, sino el uso de la infantería y especialmente el uso de una infantería mecanizada como punta de flecha en Europa del Este.

El uso de carros de combate de alto poder ofensivo como el Leopard 2E en primera línea de acción apoyados por una infantería proyectada mediante vehículos de combate como el Pizarro con capacidad ofensiva, responde a las necesidades de hoy y que ya las fueron antes, recordando esta nueva manera de actuar por parte de la Alianza al concepto estratégico ya establecido por la OTAN en 1993 de Fuerza Operativa Conjunta Combinada, buscando el protagonismo en la proyección de la fuerza, móvil y flexible allí donde se dé la amenaza.

Hemos oído hablar todos, muchas veces, de los conflictos asimétricos, híbridos, guerras de quinta generación… Pero la existencia de todas ellas no elimina la amenaza de la más convencional de todas. Un juego al que ya se ha jugado, el enfrentamiento de un bloque perfectamente definido contra otro, Rusia contra Occidente. Por eso la necesidad de la infantería, de los vehículos y carros de combate, de los cazas… todos desplegados en el Báltico. Los rusos ya tienen su portaaviones en el Mediterráneo… Ucrania ejemplifica lo que podría ser una guerra extendida por toda la frontera este de Europa y ¿quién sabe qué más?

De una larga hibernación europea abusando de una paz endeble a prepararnos para un convulso porvenir, postergando una inversión en Fuerzas Armadas, Seguridad y Defensa a un “más adelante” que nunca llega, fiándolo todo o casi todo a que lo hagan otros. En definitiva de lo que se trata como siempre, es de una larga espera hasta convertirse un día en la vanguardia de la defensa en Europa.



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