Plan de equipamiento de Defensa del Reino Unido

El pasado 27 de enero se presentó en el Parlamento Británico el nuevo plan de equipamiento de defensa para el periodo 2017- 2026. Se trata de la quinta versión de un plan elaborado inicialmente para el periodo 2013 a 2022 y que se revisa anualmente, estableciendo las previsiones de inversiones del Departamento de Defensa británico relacionadas con las políticas de modernización y de preparación de la fuerza.

El plan es auditado en paralelo por la National Audit Office para verificar su viabilidad en relación con las estimaciones financieras del Gobierno y, al mismo tiempo, analizar las estimaciones de coste de las distintas necesidades. El objetivo pretendido con el lanzamiento del primer plan en 2012, era ofrecer un horizonte de estabilidad para la actividad inversora dentro de los marcos políticos establecidos por el gobierno y con implicación del legislativo, para alcanzar los objetivos estratégicos de la defensa nacional.

El informe establece por tanto el marco de necesidades requerido para hacer frente a los objetivos asignados a las Fuerzas Armadas y verificar su viabilidad dentro de las condiciones globales aprobadas por el parlamento.Para su elaboración se recorre una doble vía. Partiendo de las directrices y criterios políticos se establecen las necesidades y los costes asociados que, nuevamente, se elevan a los niveles políticos para su respaldo y verificación de viabilidad. Si las hipótesis de partida reflejadas en las directrices políticas varían, el plan debe modificarse y en consecuenciaajustarse las misiones asignadas a las Fuerzas Armadas.

El horizonte financiero de planeamiento establecido a nivel político como premisa de partida, fija a los responsables del desarrollo del plan un incremento anual del presupuesto de defensa en el equivalente a la inflación más un 0,5%. Como resultado las previsiones plantean un global de inversiones de 178.000 millones de libras (214.000 millones de euros)[1] durante la siguiente década, para proporcionar a las Fuerzas Armadas los niveles de equipamiento necesarios para cumplir las misiones que se contemplan en la Strategic Defence and Security Review (SDSR) como documento político de referencia.

Para 2017 las necesidades contempladas en el plan representan un 42% del total de necesidades del departamento de defensa. Para el resto del periodo ese porcentaje se sitúa en un promedio del 45% del presupuesto anual.

Durante el periodo se parte de un nivel inversiones de 14.639 millones de libras en 2017 hasta alcanzar niveles en el entorno de los 19.000 millones a partir de 2022, con unos incrementos anuales medios de 500 millones.

Descontando una provisión de 5.250 millones de libras (3% del total), que se mantienen como reserva para atender a contingencias derivadas de la gestión de los diferentes programas, el resto se reparte de la siguiente manera:

82.000 millones para obtención de nuevo equipamiento. Un 46% del total. 23.400 millones para apoyo a ciclo de vida de nuevos sistemas. 13% del total. 67.200 millones para apoyo logístico a equipos en servicio. 38% del total.

Las previsiones contemplan, así un reparto prácticamente a partes iguales entre las políticas de obtención y apoyo logístico. La obtención de nuevos sistemas y el apoyo logístico asociado a su ciclo de vida reciben dos tercios de los fondos previstos en planeamiento.

Es significativo mencionar que el plan contempla unos niveles comprometidos de hasta el 70% de la financiación prevista para el primer año. Para los dos siguientes el nivel de comprometido es prácticamente el 50% de las necesidades mientras que a partir de 2020, y de forma que parece lógica, ese nivel de compromisos contractuales se va reduciendo desde un tercio hasta un 10% de lo previsto finalmente en 2026.

En un análisis por sistemas el plan ofrece los siguientes datos:

Buques de superficie. Un total de 19.000 millones destinados fundamentalmente a completar el programa de los dos portaaviones clase Queen Elizabeth, la construcción de cuatro buques de apoyo clase Tide, el programa de patrulleros y actuaciones sobre la estructura de apoyo logístico tanto industrial como orgánica de la Armada. Submarinos. Un total de 44.000 millones destinados al apoyo logístico de la flota en servicio, el apoyo inicial a la entrada en servicio de los siete submarinos clase Astute, el diseño y producción de los nuevos clase Dreadnought, el desarrollo de nuevos sistemas de propulsión y el sostenimiento de la capacidad nuclear. Sistemas terrestres. El plan específico para la renovación y modernización de armamento y vehículos de combate, por importe de 19.100 millones, contempla la extensión de vida de los vehículos de combate Warrior y de los carros Challenge”, la obtención de vehículos Ajax para las Brigadas de combate, así como vehículos de apoyo y equipamiento individual del combatiente. Armamento. La inversión prevista en estos sistemas por importe de 13.500 millones de libras se corresponde fundamentalmente a misiles. Especialmente Brimstone 2, Sea/LandCeptor, ASRAAM, cohetes guiados para helicópteros, Storm Shadow y Meteor. Sistemas de combate aéreo. Se contemplan mejoras en el Typhoon, la entrada en servicio de F35, sistemas no tripulados y sistemas de formación y adiestramiento de pilotos por un total de 17.400 millones de libras. Sistemas aéreos de transporte y apoyo. Un total de 12.600 millones para adquisición de nueve Boeing P8A Poseidón para patrulla marítima, plataformas de inteligencia de señales, yentrada en servicio de unidades de A400M y de un nuevo sistema de abastecimiento en vuelo. Helicópteros. Las previsiones contemplan las mejoras de las plataformas en servicio y la priorización del apoyo logístico especialmente para Chinook, Merlin, Apache y Wildcat”. Un total de 10.600 millones de libras están previstas en planeamiento para estos sistemas. Capacidades ISTAR y CIS. Las necesidades para estas capacidades se estiman en un total de 28.100 millones, de las que el 90 % se destinarán a satélites, e interoperabilidad en sistemas de comunicaciones, y ciberseguridad.

Adicionalmente el plan contempla necesidades asociadas (infraestructura, sistemas de coordinación logística) por un importe de 7.500 millones de libras.

Las inversiones en plataformas (obtención de nuevos sistemas, modernizaciones y apoyo logístico) representan un 70% del total, y de ellas el 50% corresponde a inversiones sobre plataformas navales. Solo los planes específicos para la capacidad submarina representan un 25% del total de inversiones previsto en el periodo. Se cita expresamente el papel de los tres principales contratistas (BAE, Babcok y Rolls) en este bloque de necesidades.

El documento presentado al parlamento analiza también la gestión realizada sobre los programas en curso. Especialmente se centra en las desviaciones en plazo y costes de los principales programas así como su impacto sobre el conjunto de las previsiones tanto en términos financieros como desde el punto de vista de capacidades militares.

PROGRAMA

COSTE ESTIMADO (INICIAL)

COSTE ESTIMADO (ACTUAL)

DIFERENCIA

IOC PREVISTA

IOC REAL

DESVIACIÓN (MESES)

A400M

2.238

2.557

319

FEB09

SEP15

79

AJAX

5.479

5.429

-50

JUL20

ENE20

-6

ASTUTE PRIMERA SERIE

2.233

3.822

1.589

JUN05

ABR10

58

ASTUTE SEGUNDA SERIE

5.859

6.182

323

AGO15

NOV18

39

QUEEN ELIZABETH

3.541

6.102

2.561

JUL15

FEB18

31

WARRIOR

1.319

1.352

33

NOV18

JUL20

20

Elaboración propia con datos obtenidos de The Equipment Plan 2016 to 2026. Enero 2017. En millones de libras.

La distribución por órganos gestores es la que aparece en el siguiente cuadro en el que se aprecia que un 46% de la responsabilidad para gestionar las necesidades del plan se asigna a los denominados programas estratégicos gestionados por la DES y a las necesidades determinadas por el Joint Forces Command. Los servicios se reparten el 54% restante casi a partes iguales.

En las conclusiones, el propio departamento de defensa reconoce que, aunque manteniéndose en las hipótesis de presupuesto establecidas, la viabilidad del plan está en riesgo especialmente por los elevados costes previstos para nuevos programas todavía no iniciados, por lo que recomienda reducir el nivel de ambición establecido tanto en términos de requisitos operativos, como de número de sistemas o calendario.

Los sobrecostes producidos en los grandes programas se evalúan también como uno de los riesgos para la viabilidad de los programas afectados, y para la ejecución del plan en conjunto.

Para vigilar y asegurar la viabilidad del plan y mantener las capacidades militares necesarias para alcanzar los objetivos políticos, las recomendaciones que se hacen tratan de actuar sobre la mejora de la gestión, las estimaciones y control de costes, y la priorización de actuaciones.

Por nuestra parte destacaremos la implicación del parlamento, la coherencia de los objetivos políticos planteados en política de defensa, incluyendo su componente industrial, con las inversiones necesarias, y la importancia del planeamiento para establecer un camino coherente y coordinado.

[1] En lo sucesivo las cifras se referirán a libras esterlinas.