Almte. Delgado AJAL: "Los PEA requieren de un recurso presupuestario del que no disponemos"

En el marco de la VII Semana Naval celebrada este mes de septiembre por la Armada española, Infodefensa.com entrevistó al almirante jefe de Apoyo Logístico (AJAL), Salvador María Delgado Moreno, para conocer cómo afronta la Fuerza Naval la llega de tecnologias disruptivas en el mantenimiento de sus buques, equipos y sistemas.

Durante la conversación también surge un tema que está dando mucho de que hablar durante las últimas semanas: los programas de modernización y los presupuestos asignados a ellos. En pleno debate sobre la aprobación Presupuestos Generales del Estado 2018, el almirante advierte de que los Programas Especiales de Armamento (PEA), que tienen como objetivo final de modernizar las Fuerzas Armadas, "requieren de un recurso presupuestario del que no disponemos".

¿A qué retos deberá hacer frente la JAL en los próximos años?

La digitalización e integración de los procesos productivos y de sostenimiento es ya un hecho consumado, por lo que la Armada no debe quedarse atrás. Si bien no partimos de cero, ese puede ser el principal reto, y resumen de todos los demás: la plena adaptación de nuestros procesos logísticos al concepto 4.0, y por supuesto, ser capaces de seguir su evolución en el futuro. De manera muy particular, para la fragata F-110, la migración hacia productos nacionales obliga a nuestra industria nacional a involucrarse en procesos logísticos que anteriormente proporcionaban o realizaban otras marinas o industrias extranjeras. Esta circunstancia representa un reto, pero también una oportunidad para aprovechar las nuevas tecnologías en el diseño del apoyo logístico desde el inicio de la fase de obtención, garantizando un apoyo eficiente durante todo el ciclo de vida.

España ha planteado un aumento paulatino del presupuesto. En el caso de la Armada, ¿en qué considera la Jefatura de Apoyo Logístico que es necesario una mayor inversión?

Cualquier organización aspira a disponer de los mejores y más modernos medios y equipos para llevar a cabo sus cometidos, y la Armada no es ajena a esta aspiración. Los Programas Especiales de Armamento (PEA) van dirigidos a ello, pero requieren de un recurso presupuestario del que no disponemos. No obstante, la Armada dispone ya de una serie de unidades en servicio, útiles y capaces, pero cuyas capacidades se van degradando con el paso del tiempo por obsolescencia de sus equipos y por el avance de la tecnología. Con su modernización de 'media vida' se obtendría un beneficio operativo de forma menos gravosa. Buscar una armonía entre la necesaria obtención de nuevas unidades y la modernización de las existentes optimizaría la inversión. Por otra parte, en los últimos años se ha producido una fuerte reducción de los recursos dedicados al sostenimiento, orientando nuestro esfuerzo a la puesta a punto de los sistemas y equipos necesarios para el cumplimiento de las misiones operativas en detrimento del resto. Esto ha producido una degradación progresiva de determinados sistemas y equipos que es preciso recuperar para lo que será necesario una mayor inversión en mantenimiento en los próximos años.

En estos momentos la Armada se encuentra inmersa en dos grandes programas, F-110 y el submarino S-80, ¿Qué papel juega la JAL en todos dos programas?

Con el traslado de los PEA al Órgano Central, la Jefatura de Apoyo Logístico se ha reestructurado para coordinar con la Oficina de Programa de la DGAM todo el apoyo técnico y logístico mediante la creación de la oficina de seguimiento y coordinación, cuya función principal consiste en realizar el seguimiento de las actividades de los programas navales activos, coordinando el flujo de información con las oficinas de programa y otros órganos de la Armada implicados. En el caso de la F-110, se está asumiendo una gran responsabilidad en los programas tecnológicos F-110, puesto que la Subdirección de Ingeniería ejerce la dirección técnica de ocho programas de un total de diez, garantizando de esta forma la aportación de know-how y la uniformidad y continuidad con sistemas transversales ya en servicio en otros buques en la Armada.

¿Cómo trabaja la Armada para mejorar las técnicas de mantenimiento de sus equipos y sistemas?

La Armada, con la incorporación de los primeros buques norteamericanos a nuestra Flota en la década de los 60, adoptó un sistema de mantenimiento preventivo basado en la realización de tareas periódicas en tres niveles o escalones en los que se articulaba el mantenimiento que por aquél entonces. La complejidad de los nuevos sistemas incorporados en los buques, la aparición de nuevas tecnologías y, también, la necesidad de ajustarse a unos recursos limitados, nos han llevado a evolucionar hacia nuevos modelos de gestión del mantenimiento. Poco a poco, los planes de mantenimiento se han ido adaptando a la metodología del Mantenimiento Basado en la Fiabilidad (RCM). En esta línea, la gran apuesta de la Armada es el Centro de Supervisión y Análisis de Datos de la Armada (Cesadar). Este centro, que ya cuenta con 10 años de existencia, está situado en el Arsenal de Cartagena y en él se reciben y recopilan vía satélite los parámetros de funcionamiento de los equipos de las unidades que se encuentran desplegadas en cualquier lugar del mundo. En la actualidad el sistema cubre a 29 unidades.

¿Qué información aportan los datos recopilados por el Cesadar?

El análisis de estos datos permite conocer en tiempo útil el estado de funcionamiento de los equipos y sistemas que están 'sensorizados'. Este análisis se complementa con la que aportan equipos especializados para toma de vibraciones, temperaturas, espesores de aceros, procesadores de estado, etc. que, con un software dedicado, nos permite determinar el momento más adecuado para realizar un determinado mantenimiento; también nos permite detectar anomalías en el funcionamiento de los equipos que puedan conducir a fallos catastróficos de gran impacto en la operatividad de las unidades y siempre caros de solventar.

¿Estos procesos cómo se adaptarán a la futura fragata F-110?

Esta metodología deberá estar completamente implantada en la futura fragata F-110. Para ello será necesario aumentar notablemente la monitorización de equipos, mediante el despliegue masivo de sensores de forma que se pueda diagnosticar su estado en todo momento mediante técnicas de Mantenimiento Basado en la Condición (CBM). En paralelo, ya se está trabajando en la evolución del Cesadar para incorporar las nuevas tendencias basadas en inteligencia artificial de forma que sea capaz, no solo de procesar un elevado volumen de información y detectar desviaciones de los parámetros normales de funcionamiento, sino también de comparar tendencias y aprender de sí mismo.

¿Qué importancia adquieren las nuevas tecnologías?

Creo sinceramente que nos encontramos en un momento histórico en el que aquellos que consigan embarcarse en la modernidad tecnológica asegurarán su liderazgo en el sector industrial o el de los servicios, abriendo una brecha cada vez mayor entre ellos y los que se queden atrás. La Armada no puede ser ajena a esta evolución; es más, la cada vez mayor exigencia de las operaciones en las que estamos inmersos, nos tiene que llevar a estar en la vanguardia de esta transformación. No cabe duda de que estamos ante un reto de grandes proporciones pero también es cierto que se abre ante nosotros una gran oportunidad para posicionarnos adecuadamente con vistas al futuro.

¿Cuál de estas tecnologías se adopta mejor a sus necesidades?

Desde la Jefatura de Apoyo Logístico estamos avanzando hacia un modelo de Apoyo Logístico que integre las tecnologías 4.0 y sus principios de diseño tecnológicos asociados, simplificando la ejecución de los procesos logísticos, haciéndolos más rápidos y seguros e integrando de manera más eficiente a todos los actores. Su implantación debe proporcionar una mejora en la toma de decisiones de los órganos directivos y permitir una respuesta logística mucho más ágil; se reforzará también la capacidad de control y análisis de todos los procesos logísticos lo que debe redundar en una mejora sustancial de la eficiencia.

Respecto al programa BAM, tras la construcción del Furor y el Audaz, ¿la Armada confía en la continuidad del programa? ¿Qué características deben incorporar los nuevos BAM?

De acuerdo con las prioridades establecidas por el Estado Mayor de la Armada, confiamos que el Programa BAM tendrá continuidad con la construcción de un Buque de Intervención Subacuática (BAM-IS) para operaciones de buceo a gran profundidad y capacidad de salvamento y rescate de submarinos, y cuatro nuevas unidades de la clase Meteoro, con similares características. No obstante, estas unidades se irán adaptando para incorporar las nuevas tecnologías que sean de aplicación así como una mayor integración con el concepto de Apoyo Logístico 4.0 en línea con las ideas que he mencionado anteriormente.