La fragata Santa María se incorpora a la operación Sophia

La fragata Santa María navega ya rumbo al Mediterráneo central. El buque de la Armada española zarpó ayer miércoles desde la base naval de Rota para participar en la Operación Sophia que lucha contra el tráfico ilegal de seres humanos frente a las costas de Libia.

La ceremonia de despedida fue presidida por el almirante de la flota, Juan Rodríguez Garat. En esta operación europea también se encuentra desplegado desde el 1 de septiembre el BAC Cantabria, que actúa en la actualidad como buque de mando de la fuerza naval de la operación, que en los próximas semanas regresará a España.

Operación Sophia

La labor de la Operación Sophia ha contribuido a la detención de más de 100 sospechosos de traficar con personas y han asistido a más de 40.000 personas en peligro de perecer en la mar en aguas del Mediterráneo central, desde su comienzo en julio de 2015.

Un año después, la Unión Europea extendió el mandato con dos tareas adicionales: por un lado se ordenó el adiestramiento de los Guardacostas y la Marina de Libia, y, por otro, la implementación de un embargo de armas en alta mar frente a las costas de dicho país. El nuevo mandato finalizará en diciembre de 2018.

Fragata Santa María

La fragata Santa María es la primera de la clase que lleva su nombre y pertenece a la 41ª escuadrilla de escoltas, construida en los astilleros de la antigua Empresa Nacional Bazán. Según recoge la Armada Española, la última fragata incorporada en la Operación Sophia, dispone de 41.000 caballos de potencia que proporcionan la capacidad de alcanzar 29 nudos de velocidad.

Su sistema de combate y su capacidad artillera, misiles y torpedos aseguran una gran capacidad en el combate, tanto en la guerra aérea, submarina o de superficie. Todo lo anterior unido a la capacidad de operar con dos helicópteros convierte a este buque en una unidad polivalente.