Gral. Fernández Sejema: "En febrero de 2019 llegarán los dos primeros Predator" 1
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Gral. Fernández Sejema: "En febrero de 2019 llegarán los dos primeros Predator" 1

El general Fernández Sánchez durante la visita de la delegación del Ejército del Aire a Unvex S&D. Foto: Infodefensa.com
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El teniente general Francisco Javier Fernández Sánchez es desde principios de este año Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (Sejema). En una de sus primeras entrevistas como 'número dos' recibe en su despacho del Cuartel General del Ejército del Aire a Infodefensa.com para hablar sobre los grandes desafíos que tiene por delante la Fuerza Aérea y analizar los principales programas de adquisición de material para los próximos años.

Fernández adelanta que los RPAS Predator Bravo llegarán a España en febrero del próximo año. En el primer lote, explica, el Ejército del Aire recibirá "dos aviones, dos estaciones de control en tierra (MGCS) y repuestos". A lo largo de la entrevista, el general insiste en varias ocasiones en que, a día de hoy, el principal reto es recuperar personal y alerta de que la Fuerza Aérea está "infradotada" y acumula "un déficit sistémico de personal, en todos los empleos y especialidades".

¿Cómo trabaja el Ejército del Aire para la llegada del Predator?

El Ejército del Aire operará todos los Sistemas Aéreos Tripulados Remotamente (RPAS) de gran autonomía y que actúen a media o alta altitud (MALE/HALE) en las Fuerzas Armadas españolas. El MQ9 Predator B es el primer RPAS de este tipo en España y la Fuerza Aérea se está preparando para el desafío que conlleva la implantación de este tipo de sistemas que van a proporcionar al conjunto del Estado y, principalmente a sus Fuerzas Armadas, mayor capacidad de respuesta ante los riesgos y amenazas actuales por medio principalmente de información para tomar decisiones correctas en escenarios dinámicos donde la persistencia es clave.

¿Qué plazos de entrega manejan?

Aunque inicialmente se definieron tres entregas, finalmente se han agrupado en dos para optimizar recursos. Una primera, en febrero de 2019, en la que llegarán los dos primeros aviones, dos estaciones de control en tierra (MGCS) y repuestos; y una segunda, en octubre de 2019, en la que se recibirán los últimos dos aviones y estación de control en tierra adicional. En total, cuatro aviones y tres MGCS.

¿En qué punto está la formación del personal?

La formación del personal se divide en: tripulaciones de vuelo, células de explotación de la información (analistas), personal de mantenimiento y personal de apoyo (operaciones, mando y control, otros). Gran parte de la formación se realiza en Estados Undos donde el sistema opera desde hace muchos años. El personal de vuelo está formado por el piloto y el operados de sensores. Para la entrada en servicio en 2019 habrá 10 tripulaciones formadas. Dos tripulaciones están ya formadas y tres terminan este verano el proceso. En las próximas semanas también se enviarán dos más y las otras tres llegarán a EEUU en octubre 2018. En cuanto al personal de mantenimiento está compuesto por ingenieros, mecánicos y personal CIS para las comunicaciones, esenciales en sistemas RPAS. El personal irá a EEUU entre dos y diez semanas dependiendo del puesto, comenzando la formación en septiembre de 2018. Por último, los analistas se formarán en España y en el centro de explotación RPAS en Europa denominado EPIE con base en Ramstein (Alemania). La formación se basa en el empleo de las herramientas JISR de las FAS además de cursos de fotointerpretación e inteligencia. Los analistas comenzarán el adiestramiento en septiembre de 2018.

¿Cómo marchan las mejoras de las bases desde donde operarán los Predator?

El sistema MQ9 Predator B operará desde la base aérea de Talavera la Real (Badajoz) como Base de Operación Principal (MOB) y desde el Aeródromo de Lanzarote como Base de Operación Desplegable (DOB). En Badajoz se están realizando obras tanto para instalar infraestructuras desplegables que se usarán para comenzar a operar en 2019, como para construir las infraestructuras fijas con capacidad para cuatro aviones y tres estaciones de control que se prevén terminadas para el año 2020. Además, hay actuaciones en el Grupo 47 (Base Aérea de Torrejón) donde operarán las células de análisis y en el Centro de Operaciones Aéreas (AOC) del Mando Aéreo de Combate (MACOM), donde se realizará el Mando y Control.

Uno de los sistemas que poco a poco gana presencia en las operaciones es el A400M, ¿Cómo marcha la formación de las tripulaciones?

Actualmente, el Ejército del Aire cuenta con 11 pilotos transformados a A400M (T.23) (8 del Ala 31 y 3 del Claex), y prevé terminar 2018 con un total de 15 pilotos (11 del Ala 31 y 4 del Claex). El mínimo contemplado al alcanzar la Capacidad Inicial Operativa (IOC), que se conseguiría este verano con la incorporación del tercer avión, es contar con seis pilotos, por lo que se puede considerar que la formación de las tripulaciones progresa de forma muy satisfactoria. Un ritmo similar está siguiendo la formación de los supervisores de carga y del personal de mantenimiento. Sin embargo, no hay que perder de vista que estas cifras están influenciadas por el retraso en la entrega de aviones, ya que el ritmo de formación del personal ha seguido, básicamente, el plan inicial, mientras que la disponibilidad de aviones se ha visto muy reducida respecto al calendario previsto.

¿Cómo está el calendario de entregas previsto para los próximos años?

Dicho plan de entregas no está sufriendo últimamente retrasos adicionales significativos sobre los ya acumulados, pero en ningún caso se prevé poder recuperar estas demoras, por lo que el retraso global en la incorporación del A400M en número y capacidades operativas suficientes obligará a seguir contando con la flota de T.10 (C-130 Hércules) en servicio hasta el año 2020. Es importante señalar que desde hace tiempo se viene negociando en el programa una modificación contractual que recoja un nuevo plan de entregas y de capacidades operativas del avión. En todo caso, el EA espera poder recibir dos aviones a lo largo de 2018 y otros tres en el año 2019.

¿Qué desafíos tiene el Ejército del Aire durante los próximos años?

El primer lugar, el gran reto es romper la tendencia negativa que lo convierte al Ejército del Aire en una fuerza infradotada de personal dentro de las Fuerzas Armadas. Esta situación nos ha llevado a un déficit sistémico de personal, en todos los empleos y especialidades, siendo especialmente crítica la falta de personal en las bases y unidades de apoyo al despliegue. Igualmente importante, debido a esa falta de personal, es la escasa representación que el Ejército del Aire tiene en la estructura conjunta y en la del Ministerio de Defensa. Este déficit de personal, dificulta mucho el cumplimiento de los roles que tradicionalmente se asignan al poder aeroespacial: control del aire, movilidad, inteligencia, vigilancia y reconocimiento y ataque. Pero lo que es peor, también dificulta, si no impide, la implementación de nuevos programas asociados a tecnologías que, hoy en día, son imprescindibles para cumplir con esos roles fundamentales. Actualmente, el personal del EA representa un 17,41% del personal total de las FAS, mientras que en países de nuestro entorno, como UK, la Fuerza Aérea representa el 22,08, en Francia el 22,78, llegando a ser el 27,09 en Alemania.

¿Qué otros retos tiene la Fuerza Aérea?

En segundo lugar, otro gran reto es la operatividad de nuestras bases aéreas, elemento esencial para asegurar nuestra misión en nuestro espacio de responsabilidad. La prolongada crisis ha implicado el que no se haya podido invertir lo necesario en las infraestructuras operativas y logísticas. El recuperarlas al nivel que necesitan para poder sostener las operaciones requiere una gran inversión de recursos que vemos difícil de alcanzar. Es cierto que debemos esforzarnos en ser más eficientes a la hora de sostenerlas, pero el margen de mejora ya es escaso y la inversión en esta área es más necesaria que nunca. Por último, quisiera mencionar la consolidación del Componente Aéreo de la Fuerza Conjunta (JFAC), como estructura operativa de mando y control de las operaciones aéreas, como otro gran reto para el Ejército del Aire. Este tipo de estructuras demandan una gran cantidad de personal especializado, con una formación muy específica y con un entrenamiento periódico. Durante el último trimestre del año, el JFAC español tiene previsto obtener la certificación OTAN que le permitirá constituirse como Mando Componente Aéreo de la Alianza para el periodo 2019, encuadrado en las Fuerzas de Respuesta de la OTAN (NRF). El desarrollo de un sistema de mando y control acreditable e interoperable con nuestros aliados, preparado para actuar con la Fuerza Conjunta y mantener a su personal entrenado en condiciones de formar parte de esta estructura supone un gran desafío para el Ejército del Aire.



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