Los trabajadores de Navantia desconvocan las movilizaciones

La plantilla del astillero Navantia en la bahía de Cádiz suspendió este jueves las movilizaciones previstas para reclamar al Gobierno la continuidad del contrato de las cinco corbetas para Arabia Saudí. La asamblea de los trabajadores tomó esta decisión, después de la autorización del Ejecutivo al envío de 400 bombas de precisión láser al país árabe.

Este contrato estaba paralizado desde principios de la semana pasada, sin embargo el ministro de Exteriores, Josep Borrell, explicó que después de un profundo estudio no existen motivos para dejarlo sin efecto. "Este contrato está firmado hace tres años, ha pasado tres veces por la comisión interministerial que autoriza la venta de armas -Jimduu- y no hemos encontrado ninguna razón para no cumplirlo", explicó el ministro.

Desde el primer momento, los trabajadores de la compañía pública de construcción naval alertaron de que una cancelación del acuerdo para la venta de bombas ponía en riesgo la construcción de las corbetas. Ahora la rectificación del Gobierno ha calmado los ánimos de la plantilla.

El presidente del comité de empresa de Navantia San Fernando, Jesús Peralta, explicó que "parece ser que el Gobierno ha agilizado las gestiones y que la diplomacia española ha hecho su trabajo". Y señaló: "Al parecer, el Reino de Arabia ha vuelto a convocar a Navantia y a la SEPI para programar los viajes que se habían cancelado y, por tanto, el programa sigue su curso".

Peralta detalló además que la asamblea de trabajadores acordó "abrir un paréntesis y pausar las movilizaciones", aunque añadió que la plantilla continúa "alerta ante cualquier agresión de similares características a la que sufrimos el jueves pasado".

Por su parte, el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, señaló que "el Gobierno pretendía continuar con esos contratos y así ha sido, pues el contrato de Navantia sigue vivo y Arabia Saudí ha efectuado un primer pago y todo continúa en su normalidad". El contrato de las cinco corbetas para la Marina saudí está valorado en 1.800 millones de euros y ocupará a 6.000 trabajadores durante un periodo de cinco años, según las previsiones de Navantia.