Fecsa busca nuevos tejidos para mejorar el rendimiento del soldado con calor y humedad
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Fecsa busca nuevos tejidos para mejorar el rendimiento del soldado con calor y humedad

Efectivos del Ejército de Tierra cargados de equipos en un ejercicio en Canarias. Foto: Ejército de Tierra
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La compañía española Fecsa, especializada en equipos de vestuario y material de protección para las Fuerzas Armadas, trabaja en un proyecto para mejorar la regulación de la temperatura corporal del combatiente en escenarios donde predominan el calor y la humedad, a través de la aplicación de tecnologías de análisis y textiles avanzados. El objetivo final es reducir el conocido como estrés térmico en operaciones marcadas por las altas temperaturas, incrementado la seguridad y el rendimiento de las unidades.

Este proyecto, bautizado como Termoconf, será financiado por el Ministerio de Defensa a través de la convocatoria de 2020 del programa Coincidente. Para empezar, la compañía desarrollará un estudio que cuantifique la carga térmica del combatiente simulando condiciones reales de operación con el equipamiento actual (vestuario y equipos de protección).

A partir de los resultados obtenidos, el equipo responsable del proyecto establecerá los requerimientos funcionales y especificaciones técnicas, y seleccionará después los materiales textiles técnicos con las mejores propiedades de permeabilidad, absorción y transporte de humedad, según los requerimientos de la zona corporal y la capa de vestuario.

Sistema de refrigeración activo y demostrador

El siguiente paso será el diseño de un sistema de refrigeración activo combinando el efecto de la ventilación a través de canales de tejidos 3D y la refrigeración termoeléctrica, lo que supone una novedad importante, explica Fecsa. Y, por último, se integrará la tecnología desarrollada en una serie de demostradores para que pueden ser evaluada y validada por unidades del ejército.

De esta manera, subraya Fecsa, podrá probarse en condiciones realistas las mejoras que se pretenden introducir, así como obtener conclusiones importantes de cara a continuar con el desarrollo y llegar a un producto validado y que pueda ser utilizado en operación real. Y añade: “En el diseño y desarrollo de estos demostradores se tendrá en cuenta la posibilidad de escalar a niveles de producción para poder en un futuro próximo dotar del equipamiento a cualquier pedido por parte del Ministerio de Defensa”.

Colaboración con otras entidades

La empresa trabajará en las primeras fases con el Instituto Biomecánica de Valencia (IBV), entidad especializada en estudios térmicos. Estas primeras fases abarcarán un estudio térmico detallado tanto experimental como de modelado, en en condiciones reales de operación de los combatientes en cuanto a simulación de condiciones atmosféricas y portando el vestuario y equipamiento actual.

Con los resultados y conclusiones, se procederá a la selección de materiales textiles y al diseño de sistemas de refrigeración activos para ser integrados en prendas. En esta etapa, participará también la empresa Ecima, fabricante y especialista en tejidos de punto y 3D.

La temperatura, clave en el rendimiento

Un combatiente realiza actividad física intensa de forma muy habitual como parte de su entrenamiento diario, así como en las maniobras y misiones en las que participa. Por lo general las actividades tienen una fuerte componente cardiovascular, de fuerza, y de resistencia. Ejemplos de ello son marchas de resistencia de 20 ó 30 km, subida a montes o montañas, ejercicios en pista americana o instalación de campamentos y el equipamiento correspondiente. Estas actividades se realizan en ocasiones a temperaturas extremas de 40ºC al sol y con alta humedad, y han de realizarse con todo el equipamiento puesto, lo cual supone una fuerte barrera térmica y de humedad.

A través de procesos biológicos diversos, el propio cuerpo consigue regular su temperatura, aunque cuando debido a cualquier factor la temperatura corporal sobrepasa los límites de su zona óptima los sistemas corporales empiezan a mostrar menor eficiencia pudiendo llegar incluso a causar la muerte si se sobrepasan los extremos admisibles. La termorregulación es por tanto un aspecto absolutamente fundamental tanto desde el punto de vista de la seguridad como del rendimiento del combatiente.

Cuando el cuerpo es incapaz de regular su temperatura, el calor sobrante se almacena aumentando así su temperatura interna pudiendo llegar a situaciones de deshidratación y golpe de calor.

Figura 1. Mecanismos de regulación de la temperatura en el cuerpo humano e interacción con las condiciones del entorno. La presencia de elementos activos de enfriamiento es un apoyo para el cuerpo a realizar un balance térmico adecuado y sería un elemento a incorporar al diagrama

Figura 2. Esquema de los diferentes mecanismos y parámetros para regular la temperatura corporal en comportamiento estacionario o en respuesta transitoria ante situaciones puntuales de elevada temperatura. Se incluye en el diagrama la presencia de un sistema de enfriamiento activo, también con un carácter transitorio, limitado a la presencia de energía existente en el sistema que lo active.



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