Venezuela y Rusia firman una carta de intención para observar Basura Espacial

10/11/2010 (Infodefensa.com) Caracas.- La Academia de Ciencias de Rusia y el Centro de Investigaciones de Astronomía Francisco J. Duarte (CIDA) de Venezuela han firmado una carta de intención para la observación de basura espacial, según informa la Agencia Venezolana de Noticias. El convenio supone la instalación de telescopios en el Observatorio Astronómico Nacional de Llano del Hato (OAN), situado en el estado venezolano de Mérida, y desde donde el personal ruso podrá efectuar sus investigaciones.

El OAN pasa así a formar parte de esta red internacional para las observaciones del espacio ultraterrestre, integrando al país en un acuerdo multinacional que reúne diferentes talentos y expertos en el área de la investigación aeroespacial. La firma se ha llevado a cabo a través de representantes del Instituto Keldysh de Matemáticas Aplicadas, perteneciente a ambas instituciones.

El objetivo es establecer una red de observaciones en el mundo que permita estudiar toda la órbita terrestre y crear un mapa de esa zona espacial, con un seguimiento confiable y de alta calidad. La basura espacial está compuesta principalmente por restos de naves y cohetes lanzados al espacio desde la Tierra, así como satélites fuera de uso o averiados. Se calcula que el número de estos restos aumenta un 5% cada año, por lo que suponen una amenaza para los equipos situados en la órbita terrestre.

El establecimiento de una red de estaciones de observación para el seguimiento de estos cuerpos, que pueden poner en peligro a satélites geoestacionarios, permite no sólo advertir o programar con anticipación maniobras de reajuste en estos últimos, sino también facilitar la investigación de sus características físicas.

Uno de los propósitos de la firma de este acuerdo multinacional es promover la cooperación científica y tecnológica entre los países de América Latina que vigilen la basura espacial. Estas investigaciones introducirán nuevas indicaciones para los operadores espaciales y los fabricantes, que les permitan mejorar su construcción, con posibilidades de reducir y minimizar la contaminación de la órbita, así como proteger a los satélites activos.