La muestra internacional llega a Río como un revulsivo al estancamiento de la industria
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La muestra internacional llega a Río como un revulsivo al estancamiento de la industria

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Brasil vive momentos de cierto estancamiento tras haberse convertido en los últimos años en un punto de referencia para el sector de la Seguridad y la Defensa a nivel internacional y LAAD 2015 se presenta como un revulsivo para recuperar la tendencia alcista de los últimos tiempos. En los últimos años Brasil se ha consolidado como la principal potencia militar de la región, con unos 300.000 soldados y una capacidad material, de equipamiento y de infraestructuras en creciente aumento.

Aún así, la realidad actual es que hay recortes en Materia de Defensa y estos no son el único problema, la falta de flujo en los pagos gubernamentales o las trabas burocráticas están lastrando un sector que, de otra manera, estaba lanzado en un ascenso contínuo que lo ha mantenido en la cresta de la ola durante los últimos años. La industria local inició este año 2015 revuelta, con la paralización de programas estratégicos o el impago de más de 1.500 trabajadores del sector, entre otras cosas. Y la industria extranjera no vive mejores momentos. Además de la crisis mundial, el proteccionismo practicado por el Gobierno, que obliga a las empresas que quiera trabajar en Brasil a compartir su tecnología e incluso a fabricar allí mismo los productos a comercializar en la región, se ha convertido en un hándicap para muchos proveedores. En este complicado contexto aterriza este año en Río de Janeiro LAAD 2015. La feria, una de las más importantes del mundo, podría ser la excusa que necesita el país para dar un nuevo empujón al sector y ponerlo de nuevo en marcha.

Empresas fuertes y acuerdos beneficiosos

Proyectos y productos no faltan. Brasil, con la empresa local Embraer a la cabeza como su estrella indiscutible, es una de las grandes potencias en la fabricación de aviones y hasta ha puesto la vista en el espacio, con la apertura del centro espacial de la empresa europea Thales que, en un nuevo ejemplo de ese proteccionismo brasileño, trabaja en el país a través de la empresa brasileña Omnisys. A través de otra empresa local, en este caso Geocontrol, Thales también fabricará en Brasil su sistema de comunicación Sotas. Otra empresa que ha anunciado su desembarco en el país recientemente es la israelí IAI, que ha anunciado la próxima apertura en Brasil de un centro de mantenimiento de sus radares gestionado por IACIT. Y lo mismo ocurre con Sikorsky, que construirá próximamente en Brasil un centro de mantenimiento de helicópteros.

Gracias a las empresas locales, al intercambio de tecnologías y a acuerdos como el recientemente firmado con Francia para colaborar en cuestiones de Defensa, Brasil se ha hecho un sitio en el mercado internacional. Productos como el Super Tucano, el misil E-Darter o el futuro Embraer CK-390 son solo algunos de los Brasil ha lanzado con éxito espera lanzar próximamente al mercado internacional.

El avance en materia de Defensa no sólo es visible en la firma de acuerdos o la salida de productos. En los últimos años, y pese a la crisis y las turbulencias en la industria local que ha vivido el país recientemente, Brasil ha firmado importantes acuerdos de compra de material. Un claro ejemplo son los 36 Gripen que se adquirirán a Saab por un importe de 4.500 millones de dólares. Otro sería la anunciada compra de tres Boeing o la de las baterías antimisiles Pantsir-S1 y Mandpads a Rusia.

No obstante, el proyecto estrella es, sin duda alguna, el Sistema de Gestión de la Amazonía Azul (SisGAAz) de la Marina de Brasil (MB), dotado con 10.000 millones de dólares y con un plazo de ejecución de 10 años. Este proyecto contará con tecnologías de vanguardia, desde radares a vehículos aéreos no tripulados (UAV) pasando por sistemas de comunicaciones, de guerra electrónica o incluso meteorológicos. Cuando se ponga en marcha, el proyecto necesitará de la involucración de un gran número de empresas, tanto nacionales como internacionales, grandes y pequeñas. Esto convierte a LAAD en un punto atractivo para que la industria interesada se deje ver.

Foto: LAAD 2015



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