La Fuerza Aérea de México adquirirá dos aviones Boeing 737-800

La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) adquirirá dos aviones Boeing 737-800 por una inversión de 5.988,6 millones de pesos, equivalente a unos 390 millones de dólares. Los aviones deberán contar con equipamiento moderno y con características técnicas y de operaciones adecuadas para operar en toda condición atmosférica. El objetivo de esta adquisición es satisfacer las necesidades de transporte de personal vía aérea y cubrir oportunamente las necesidades que surjan en el territorio nacional, según informa el periódico El Universal citando una solicitud de recursos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Ambas aeronaves se destinarán a fortalecer las capacidades de la flota actual de transporte pesado del Escuadrón Aéreo 502, tomando en cuenta que el escuadrón dispone de tres aviones Boeing 727-200 que quedaron fuera de servicio por presentar fallas recurrentes en la reciente contingencia presentada por el huracán Odile, que afectó la península de Baja California Sur, al norte de México. A este respecto, la Sedena argumentó en la solicitud de recursos presentada el pasado 29 de abril, que las operaciones en este tipo de aviones tienen un carácter confidencial y responden a órdenes directas del Alto Mando o del propio Presidente de la República, por lo que no se cuenta con información específica respecto a la demanda de operaciones a realizar o personal a transportar.

Proceso de selección

Para determinar el tipo de avión que se requería, la Sedena y la FAM elaboraron un cuadro comparativo de tres aeronaves que cumplieran con las características técnicas y operativas requeridas por la institución, como unos costos de operación bajos, un alcance mínimo de 3.000 millas náuticas, una capacidad de entre 140 y 180 pasajeros y una alta eficiencia, flexibilidad y rendimiento.

Asimismo, debían contar con soporte logístico y técnico, facilidad de mantenimiento para agilizar sus inspecciones e incrementar su disponibilidad y con tecnología de vanguardia para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas, así como capacidad de vuelo de día, de noche y bajo condiciones meteorológicas adversas.

De esta manera se evaluó y comparó entre el Boeing 737-800, fabricado por la empresa estadounidense Boeing y cuyo valor estimado es de 71 millones de dólares; el Boeing 737-900ER, de la misma firma y valuado en 74 millones de dólares; y el Airbus A320-200, con un valor de 97 millones de dólares.

Cabe destacar que en este proceso no se ha detallado la diferencia entre el precio de partida y los casi 400 millones de dólares que han costado finalmente (según el precio de lista de los equipos, solo sumaría, a lo sumo, 150 millones de dólares entre los dos aparatos). Se supone que se llega a esa cifra porque en ella se incluyen otras adecuaciones de seguridad u operativas, aparte de que el precio inicial es de fábrica y no se corresponde con el valor final en el mercado.

La Sedena argumentó que en caso de no adquirir los Boeing 737-800, “será necesario programar en corto plazo la actualización de los equipos de navegación y comunicación y la sustitución de los instrumentos de cabina de tipo analógico por otros digitales y de mejores características, así como de inspecciones estructurales más frecuentes de los aviones disponibles, lo que implicaría su estancia en tierra por periodos más prolongados por este tipo de mantenimiento, ocasionando elevadas erogaciones por estos conceptos”.

Más aún, si se diera esa situación, se consideraría la viabilidad de reforzar la flota del Escuadrón Aéreo 502, “hasta que sea económicamente inviable su mantenimiento o por seguridad no sea factible su empleo, tomando en cuenta que debido a la fatiga que han sufrido las aeronaves por su tiempo de operación y antigüedad, eventualmente presentarán fallas no previsibles que las pondrán fuera de servicio por tiempo prolongado”.

Foto: Boeing