El comandante Villas Bôas alerta sobre el riesgo de un Ejército brasileño obsoleto

El comandante del Ejército de Brasil (EB), general de ejército Eduardo Villas Bôas Correa, afirmó la semana pasada en una audiencia pública en la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional (CRE) que los retrasos en todos los proyectos del área de Defensa, a causa de los recortes presupuestarios, representan un “riesgo real” para las capacidades de las Fuerzas Armadas de Brasil.

Villas Bôas recordó que esta situación se prolonga desde hace dos años y existe el peligro de perder los esfuerzos realizados. El comandante también defendió el trabajo del ministro de Defensa, Jaques Wagner, para reducir el impacto de los recortes presupuestarios en este departamento.

Uno de los principales puntos tratados fue la tardanza en la implantación del Sistema Integrado de Vigilancia de Fronteras (Sisfron). El programa comenzó a implementarse en 2013, con un plazo de ejecución de 10 años, pero si se mantienen los plazos actuales, este proyecto estará acabado dentro de 60 años. Hasta el momento solo se ha realizado un 7,2 por ciento de las inversiones previstas.

Las actividades de los cárteles internacionales vinculados con el tráfico de drogas se ha convertido en la mayor amenaza para Brasil y Sisfron será un elemento clave para la disuasión y combate de estos grupos cuando esté en funcionamiento.

Según el comandante del Ejército, se ha detectado la actuación de estos carteles en la región amazónica, incluyendo entre sus actividades la siembra y cultivo de drogas en las zonas fronterizas. Estos grupos son muy violentos y tienen un gran poder de corrupción institucional, un fenómeno que forma parte de la vida cotidiana para otras naciones latinas.

Defensa cibernética

Villas Bôas también destacó que la defensa cibernética es "fundamental", puesto que, según explicó, sólo durante el mundial de fútbol fueron neutralizados 756 ataques contra el aparato cibernético utilizado en la organización del evento. A este respecto, añadió, que estar preparados en esta área permite salvaguardar la infraestructura industrial nacional.

El comandante hablo además de la gran amenaza que actualmente ronda sobre todos los programas relacionados con el desarrollo de misiles (MANSUP, A-Darter y Defensa Antiaérea), cohetes (AV-TM 300 y FG40) y blindados (Familia Guaraní). En esta línea, manifestó que la octava economía más grande del mundo, relevante a nivel mundial y con presencia de efectivos en diversas naciones (Haití, Líbano, Congo y otros) no puede prescindir de las industrias de defensa actualizadas. Estas áreas están generando empleos altamente cualificados y grandes exportaciones de material de altísimo valor agregado.

En una entrevista en el diario Correio Brasiliense, trató la cuestión de la presencia de manifestantes en las protestas que piden el “retorno del régimen militar", un fenómeno que se ha sucedido en todo el país, junto con la crisis económica e institucional vivida por el gobierno de la presidenta Dilma Roussef.

Sobre este asunto, Villas Boas fue enfático en su respuesta y aseguró que "la sociedad brasileña ha madurado democráticamente y no precisa de titula”. El comandante comentó que “algunos de estos manifestantes en realidad piden esfuerzos basados ​​en valores y la clase militar es percibida como portadora de estos principios”. Para finalizar, agregó que “estamos comprometidos con la legalidad y la estabilidad, nunca vamos a ser agentes de inestabilidad, nuestra misión es clara y determinada por la Constitución. Los militares no vamos a tomar el poder".

Foto: Agencia Fiep / Ejército Brasileño