Imbel garantiza que Itajubá está preparada para enfrentarse a un aumento de la demanda

La planta de Imbel en Itajubá (FI) tiene capacidad para fabricar 20.000 fusiles al año y condiciones para ampliar esa producción a demanda en caso de que sea necesario. Según ha garantizado la propia empresa, el interés de Imbel por adentrarse en nuevos mercados no tendrá ningún impedimento en cuestiones de fabricación. Es decir, si finalmente la empresa consigue acceder a los mercados asiático y africano, la capacidad producción está asegurada.

El pasado mes de diciembre, Infodefensa tuvo acceso a la fábrica Imbel en Itajubá (FI), lo que dio lugar a un primer artículo de lo que será una serie de noticias sobre las bases de la Industria de Defensa de Brasil. El primer informe se centró en la fábrica y en las intenciones de la empresa de cara al futuro, en este segundo análisis, Infodefensa destripa los secretos de fabricación y manejo del arma.

El proceso para fabricar los 20.000 fusiles que salen de la factoría de Imbel comienza en el almacén de materias primas, donde se amontonan las barras cilíndricas de acero que se transformarán en los cañones del arma y los lingotes de aluminio que se convertirán en las cajas de las recamaras, además de la madera que finalmente conformará las culatas de los rifles de francotirador. Cabe destacar que el orden en las instalaciones es proverbial, todo está en su sitio, bien mantenido y controlado.

La materia prima pasa a continuación al pabellón de mecanizado donde modernas máquinas digitales CNC a láser o de fresado, según se usen con unos complementos u otros, confeccionan piezas de fusiles y pistolas, por ejemplo, la caja de recámara del Imbel IA2, de aluminio, las miras, los disparadores, etc. El estricto control de calidad cuenta con un laboratorio de metrología muy bien equipado y mantenido constantemente a una temperatura óptima, lo que garantiza la máxima precisión de los análisis realizados allí. En el área donde se preparan los cañones de rifles y pistolas, el material se somete a un proceso de forja en frío con una máquina electro-hidráulico de gran tamaño, de origen austriaco, en cuyo interior se ubica un taladro que realiza el estriado. A partir de entonces la pieza se somete a una serie de tratamientos con materiales que aumentan la dureza del alma (parte interior del cañón). Otros componentes se obtienen mediante la fundición de metales, tratamiento térmico y otros procesos metalúrgicos específicos, o mediante la inyección y moldeo a presión de grandes piezas de polímero o plástico (mango, culata, guardamanos, tapa de recámara, etc.). Un arma cómoda Utilizando el laboratorio de la propia fábrica, Infodefensa probó el Imbel IA2 a distancias de 35 metros en los modos semi-automático y automático, incluyendo la operación de recarga después de vaciar el cargador de 30 balas. El encaje es el estándar para M-16 / A4 Stanag, y el retén del cargador tiene un diseño muy intuitivo y sencillo. La palanca de manipulación es similar al de FAL, tiene operación de bloqueo giratorio del cerrojo, que lleva la primera bala en la cámara de disparo. Un selector de fuego en el lado izquierdo ofrece tres posiciones: trabado, intermitente y ráfaga automática. El gatillo tiene un curso adecuado y el pomo de la empuñadura ofrece un buen agarre para el tirador. Una nueva protección plástica añadida a la parte frontal del cargador complementa la protección del gatillo y ayuda al disparo en est posición, ampliamente utilizada por los militares brasileños. El dispositivo de puntería es convencional y facilita un tiro de precisión. El cuerpo de polímero con carriles Piccattiny permite el acople de cualquier tipo de miras holográficas o punto rojo. En posición automática, si se dosifica la fuerza ejercida sobre el gatillo, se puede operar con ráfagas cortas de cinco o seis tiros por vez para un cargador de 30 balas. El Imbel IA2 es fácil de usar, con bajo retroceso y con un aparejo bastante eficiente. El arma resultó muy manejable en el tiro intermitente. En modo automático, el arma tiene una tendencia a subir la mira, algo perfectamente controlable por un tirador entrenado. En todas las situaciones de disparo el arma mostró un desempeño satisfactorio. El informe también puede confirmar la calidad de pistolas semiautomáticas .40 en dos modelos.

Fotos: Roberto Caiafa