Pre DDR: Una luz de esperanza en la República Centro Africana

(Especial CEEAG para Infodefensa) La República Centroafricana tiene un amplio historial de conflictos armados y el que se desarrolla actualmente es, tal vez, el más complejo y sangriento de su historia. A pesar de esta situación, es posible identificar algunos avances que Naciones Unidas ha llevado a cabo en materia de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR) y que han dado una luz de esperanza para conseguir estabilizar al país.

Desde el golpe de Estado perpetrado por el grupo Seleka en marzo de 2013, se ha desarrollado en la República Centroafricana un conflicto armado que ha producido consecuencias devastadoras. Los principales grupos beligerantes que operan hasta la actualidad (Ex Seleka y Anti Balaka) han llevado a cabo diversos ataques contra la población civil, destruyendo ciudades completas y cometiendo violaciones al derecho internacional humanitario y los derechos humanos. Se estima que hasta la fecha 6.300 personas han perdido la vida a causa del conflicto, otras 460.000 se han convertido en desplazados internos y 463.500 son actualmente refugiados en países vecinos. Debido a la gravedad de la situación, desde abril de 2014 Naciones Unidas se ha desplegado en el territorio a través de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana, más conocida como Minusca.

A pesar de lo complejo del escenario y de las condiciones adversas para la realización de la misión, existen algunos avances que favorecen la un ambiente de estabilidad en el país. En mayo de 2015 se logró un acuerdo de desarme entre once facciones procedentes de los dos grupos armados, desde entonces el gobierno de transición de la República Centroafricana en conjunto con Minusca han implementado un programa de Pre Desarme, Desmovilización y Reintegración (Pre DDR), el cual ha logrado en el periodo de un año, la reintegración de 477 ex combatientes de un total estimado de 20.000. El enfoque de este plan promueve la entrega de armas y la desmovilización voluntaria de los combatientes, quienes posteriormente se integran a programas de trabajo comunitario supervisados por Minusca dónde se les otorga un salario y manutención.

Considerando que la situación de la República Centroafricana aún corresponde a una etapa de mitigación del conflicto (Misión de estabilización), resulta interesante la puesta en marcha de un plan temprano de DDR que pone incentivos en la mesa promoviendo la transición hacia una fase de desmovilización. Una vez logrado el retiro de un porcentaje importante de combatientes y el consiguiente debilitamiento de los grupos armados, se encontrarían las condiciones para pasar a una fase de término de conflicto (Mantenimiento de la Paz) donde es conveniente implementar un plan convencional de DDR enfocado en los grupos más radicalizados que se resisten a abandonar la vía de la violencia.

En la actualidad existe un porcentaje importante de combatientes activos y las causas del conflicto siguen latentes, esto quiere decir que aún es temprano para asumir una actitud optimista frente a esta problemática, sin embargo, no se puede negar que estos avances han ampliado las posibilidades para lograr la estabilización en el país y han dado una luz de esperanza dentro de un espiral de caos y violencia que hace un año atrás parecía no tener final. Estamos frente a un plan innovador que ha generado nuevas estrategias para el desarme temprano en zonas de conflictos activos y que al cabo de un año ya tiene resultados positivos. También es probable que si estos esfuerzos se mantienen en el tiempo se pueda generar una salida al conflicto y podamos referirnos a una Operación de Mantenimiento de la Paz exitosa en la República Centroafricana.

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