Brasil aumenta su presupuesto militar para garantizar la seguridad en los Juegos

El Gobierno de Brasil ha otorgado a las Fuerzas Armadas del país una partida extraordinaria de 24 millones de dólares para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

La Armada, el Ejército, la Fuerza Aérea brasileñas, las fuerzas de seguridad federal y estatal, así como las diversas agencias intergubernamentales de los ministerios de Defensa, Justicia, Relaciones Exteriores, serán los encargados de proporcionar el personal y el material para defender las instalaciones olímpicas.

Para la defensa de este gran evento mundial, la ciudad de Rio de Janeiro estará dividida, a efectos de mando, control, comunicaciones, inteligencia y vigilancia, en cuatro regiones denominadas Centros de Defensa Sectoriales (CDS). Las cuatro zonas serán Barra, Deodoro, Copacabana y Maracaná (el 50% de los eventos tendrán lugar en la región de Barra).

Defensa de los Juegos

El espacio aéreo sobre la ciudad será defendido por la Fuerza Aérea mediante aviones Northrop F-5EM Tiger II y turbohélices A-29 Súper Tucano, coordinados por aeronaves AWACS/ISR del 'Escuadrón Guardián'.

La defensa antiaérea estará repartida entre blindados alemanes KMW Gepard con cañones de 35 mm, los misiles rusos IGLA-S y los suecos Saab RBS 70 (ambos de corto alcance), todos del ejército brasileño. También se usarán cañones y misiles similares de la Marina brasileña (Saab Bofors y MBDA Mistral), a través del Cuerpo de Fusileros Navales.

Fragatas de la Marina equipadas con misiles superficie-aire ofrecerán seguridad en las zonas litorales próximas a las instalaciones y a otros puntos estratégicos como el puerto de la ciudad.

También se usarán globos aerostáticos con cámaras y sensores ARPs operadas por las Fuerzas Armadas de Brasil y la Policía Federal y satélites como el israelí Eros-B para el monitoreo de las instalaciones y vías olímpicas de toda la ciudad..

Automóviles y blindados también serán usados como puestos de observación, además de cumplir con sus tareas reglamentarias previstas. Los helicópteros de las tres fuerzas cumplirán misiones de transporte de tropas, escolta armada y apoyo logístico. De esta manera, ningún cuadrante de las instalaciones olímpicas quedará descubierto.

Sobre el terreno, las tropas de la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea, y los cuerpos de seguridad y emergencias estarán preparados para actuar de forma continúa durante las 24 horas del día.

Amenaza terrorista

Dos mil hombres de las fuerzas especiales, reclutados y entrenados entre los mejores equipos tácticos del país, realizarán una respuesta rápida ante cualquier amenaza terrorista que pudiera darse en las instalaciones deportivas.

Para evitar que esto ocurra, Brasil ha construido estructuras temporales de inteligencia lideradas por el Comando Conjunto de Prevención y Combate al Terrorismo (Ccpct), por el Centro de Inteligencia de Servicios Extranjeros (Cise) y el Centro de Inteligencia de los Juegos (CIJ), los dos últimos localizados en la intendencia de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), en Rio de Janeiro.

Los Juegos Olímpicos Río 2016 se celebrarán entre el 5 y 21 de agosto, y los Paralímpicos, entre el 7 y 18 de septiembre. Más 30 zonas de competiciones acogerán 41 modalidades deportivas olímpicas y 22 paraolímpicas, lo que supondrá cerca de mil sesiones que se prolongarán desde las siete de la mañana hasta las dos de la madrugada. Una media agotadora de 35 eventos por día para cubrir el equivalente a 65 campeonatos mundiales realizados al mismo tiempo.

En total, 206 países estarán en las Olimpiadas Río 2016 y 176 en las Paralimpiadas. Esto se implicará por parte del Estado de Brasil la recepción, alojamiento, alimentación, transporte y seguridad de 10.500 atletas olímpicos y 4.500 paralímpicos, y cerca de 100 jefes de Estado y sus comitivas y dispositivos propios de seguridad.

Eso sin olvidar a la prensa internacional, los invitados y el público que ha adquirido las entradas para asistir a las competiciones.

Fotos: Roberto Caiafa