Los escenarios actuales impactan sobre las ferias de Defensa

El 10 de diciembre pasado Infodefensa.com publicó mi opinión sobre la feria de Bogotá Expodefensa 2019, que originaba una pregunta: ¿la exposición colombiana ha sido un éxito? En realidad, he pensado mucho en la redacción de la nota en cuanto la feria, como siempre, ha estrenado una aceptable participación de empresas y de publico especializado, pero no ha comunicado mensajes tranquilizadores a los operadores del sector.

He recibido muchos mensajes de consideración de parte de amigos de las Fuerzas Armadas Colombianas que compartían mi análisis un poco negativo, pero la razón de esta ulterior nota sobre el argumento es un mensaje enviado por un amigo peruano, el vicealmirante (R) Humberto León Rabines Gironda, que entre los muchos cargos mencionados en su CV, destaca aquellos de profesor de Política y Estrategia, profesor de la Escuela Superior de Guerra Naval del Perú, exinspector general del Ministerio de la Defensa, exjefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra del Perú.

Reportaré a continuación, obviamente con su permiso, sus palabras que, pareciendome sumamente interesantes, podrian abrir una discusión profunda sobre la Defensa y Seguridad en América Latina y que no comentaré por respeto y por ser exhaustivas al fin de esta nota. Les aconsejo ademas un artículo escrito por el mismo profesor vicealmirante y publicado en el mes de marzo 2018 titulado: El cambio de la fuerza armada en Perú. Será una lectura muy instructiva para todos nosotros, aficionados, operadores y expertos en este campo tan controvertido cual es la Defensa.

Un breve comentario a consideración sobre el desánimo en la Expo. Fuera de protagonismos y del caso particular de Venezuela, en las dos décadas que van de este siglo XXI, en esta parte del mundo se han procesado los conflictos sin usar el instrumento de la fuerza. Muy diferente al realismo que opera en el resto del mundo. Le llamo el neoidealismo suramericano.

De esta manera, la paz entre Estados se ha instalado en clarísimo contraste con la violencia interna en las sociedades. De ahí que la visión de seguridad se ha trasladado a los delitos transnacionales, la delincuencia organizada y la desestabilización de la democracia, que se suman a los riesgos por desastres y salud.

Las FFAA, como se ve claramente en Colombia pero también en México y Brasil, cada vez asumen más roles policiales y militariza cada vez mas la seguridad.

La preocupación de los Estados está en eso; sin embargo, ese escenario puede cambiar muy rápidamente. Queda entonces sobre el tapete cómo afrontar la perdida de capacidades militares.

Hay prospectivas de soluciones variadas como las multipropósito, las polivalentes, el núcleo y seguro muchas más. Pero la prioridad está dada a lo interno y transnacional.

El otro aspecto es la tecnología y, con ello, el uso de nuevas tácticas y nuevos espacios de confrontación (mejor dicho, la ausencia del espacio físico). A este calderón hay que añadir la realidad del “fardase” y “on the shelves” baja y media tecnología al alcance de los buenos y los malos.

Pienso que este “mood” está impactando también en exposiciones de este tipo en esta parte del mundo.