Rusia profundiza su cooperación con China

(Especial CEEAG para Infodefensa) En un nuevo esfuerzo por aumentar su independencia de Occidente, el presidente ruso Vladimir Putin ha optado por establecer alianzas, en diferentes ámbitos, con la principal potencia rival de los Estados Unidos: China. Es en ese ambiente que se han realizado acercamientos a través de proyectos en conjunto en áreas como la militar, comercial y energética.

En este espacio destaca la nueva tubería de gas que unirá Siberia con China y que podrá abastecer al 10% de las necesidades de ese hidrocarburo por parte de la economía china. Otra gran tubería de este tipo está en planificación, la llamada Poder de Siberia 2 y países como Kazajstán buscan ser parte del mega proyecto energético.

No obstante, tal vez uno de los más interesantes acercamientos entre Moscú y Beijing estaría en el ámbito de la tecnología. La industria rusa requiere un salto cualitativo que lo ayude a acercarse a Occidente y para eso el capital del conocimiento chino es fundamental.

El Kremlin junto con buscar un mayor desarrollo en este ámbito, tiene entre sus objetivos un mayor control de la información al interior y exterior de su territorio. La Ley de “internet soberana” que permite al ejecutivo controlar lo que circula por la red y la creación de una enciclopedia rusa para rivalizar con Wikipedia y elaborada por una oficina estatal, van en esa dirección.

Es en esa misma lógica, se busca un gran desarrollo en las Tecnologías de la Información (TI). En el mes de junio Putin y Xi Jingping declararon que 2020 y 2021 estarán dedicados a la cooperación tecnológica sino-rusa.

Especialmente relevante es la colaboración que se va realizar en el desarrollo de inteligencia artificial con la empresa tecnológica china Huawei. En octubre Putin aprobó La Estrategia Nacional para el desarrollo de la Inteligencia Artificial que durará hasta 2030, llamando a una participación público privada para lograr dichos objetivos. Para esto se ha forjado una alianza entre el Instituto de Física y Tecnología de Moscú (MITP) y el gigante tecnológico chino ya mencionado.

Para julio 2020 celulares, televisores inteligentes y computadores vendidos en Rusia deben contener software hechos en ese país, según una ley promulgada en diciembre por el presidente Putin.

En definitiva se busca no solo un mayor desarrollo tecnológico autónomo de Occidente, sino también lo que subyace en estas discusiones es el control de la información además de su forma de difusión y transmisión. En definitiva esta política estaría vinculada a una estrategia de consolidación y monopolización del poder a mediano y largo plazo, buscando una alternativa al modelo de las democracias occidentales.

En definitiva, en un contexto de mayor escepticismo frente al fenómeno de la globalización y con un intento claro de desafiar el liderazgo norteamericano, China y Rusia están forjando un poder paralelo a Washington con el afán de consolidar un polo alternativo real de poder para mediados de siglo, teniendo a Beijing como principal puntal de dicha asociación. Se observa, entonces, una progresiva fragmentación del modelo unipolar en que se sustentaba el proceso de globalización. Una creciente hostilidad entre las grandes potencias que tiene como fin evitar un crecimento y consolidación del dominio de poderes rivales. Es así, que se constatan más actos de hostilidad a los intereses de las respectivas superpotencias como la investigación del gigante tecnologico Huawei por parte de Estados Unidos y sus aliados, acusando a la compañia de servir como brazo tecnologico de la inteligencia china o las amenazas de sanciones de la Casa Blanca a Alemania por abrir sus fronteras a una creciente dependencia energética de Rusia, con el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 hacia el continente europeo.

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