Rusia exportó a China misiles antiaéreos S-400 Triumf

El director general de la intermediaria estatal rusa de transacciones de defensa con el exterior, Rosoboronexport, Anatoli Isáikin, ha confirmado la firma de un contrato con China para suministrarle sistemas de misiles antiaéreos S-400 Triumf. Aunque no se conocen más detalles sí ha trascendido que es el mayor contrato militar realizado nunca entre ambos países. La revelación coincide con el levantamiento por parte de Moscú del veto que mantenía sobre la venta a Irán de sistemas S-300, en los que se basan los adquiridos por China.

En una entrevista concedida al diario Kommersant, Isákin ha sido interrogado sobre una posible venta acordada en septiembre de cuatro baterías del S-400 a China. “No voy a desvelar los detalles del contrato”, ha explicado, “pero sí, China realmente ha sido el primer comprador del flamante sistema ruso de defensa antiaérea”, ha admitido, “lo que pone de manifiesto el carácter estratégico de nuestras relaciones”.

Esta arma, en uso con el Ejército ruso desde 2007, es heredera del sistema antiaéreo de largo alcance S-300P, y ha sido concebido para repeler amenazas como aviones, helicópteros, drones y misiles, tanto de crucero como tácticos, capaces de llegar con velocidades de hasta 4.800 metros por segundo.

La noticia, al igual que la que concierne a Teherán, podría levantar inquietud entre los gobiernos occidentales, recelosos de que Pekín se haga con un arma de este tipo. Sin embargo, según el experto Vladímir Evséev, citado por la agencia estatal rusa Ria Novosti, esta transacción no irrita a EE UU o Japón debido a que los S-400 no pueden interceptar misiles balísticos.

El acuerdo, el mayor contrato militar firmado hasta el momento entre ambos países, “también tiene un significado político puesto que subraya el carácter estratégico de las relaciones bilaterales”, según el asesor del comandante de las tropas rusas e misiles, Víctor Esin, también citado por la agencia rusa.

Pekín tendrá acceso a tecnología que podría copiar

El máximo responsable de Rosoboronexport afirma que son muchos los países a los que les gustaría adquirir estos sistemas fabricados por Almaz-Antey, aunque, además de Rusia, de momento sólo Pekín podrá contar con ellos. “Aceptamos ofrecérselo solo a China, teniendo en cuenta que la situación actual en el mundo y el interés que mantenemos por mejorar nuestras relaciones con ella", añade Esin.

La agencia estatal también ha hablado con el experto sueco, Simon Vezeman, que revela cómo uno de los principales puntos tratados durante las negociaciones ha sido la posible “copia de tecnologías” que acarrearía la venta a China. “Fue uno de los principales temas durante la firma del contrato, pero para Rusia este aspecto tiene menos relevancia que las ventajas económicas y políticas de la venta de los S-400 a China”, ha explicado.

Foto: Ministerio de Defensa ruso