China y Ucrania acuerdan la construcción del mayor avión de la historia

Pekín y Kiev han alcanzado un acuerdo para reiniciar la producción del avión estratégico Antonov An-225, un modelo de origen soviético del que únicamente se completó una unidad a finales de los años ochenta (imagen principal) y figura como el mayor de la historia. El aparato cuenta con el récord mundial de carga, con casi 254 toneladas repartidas en sus 1.300 metros cúbicos de espacio de transporte. Su envergadura supera los 88 metros y se mueve gracias al impulso de seis motores turbofan ZMKB Progress D-18T.

El acuerdo, recogido por medios chinos e ucranianos, ha sido suscrito por Antonov y la compañía Aviation Industry Corporation of China (AVIC), y conlleva el acceso de Pekín a diseños y tecnologías de la aeronave para poder construirla en el país. China prevé poner en el aire el primer nuevo An-225 en 2019, e irá seguido de un número aún no revelado de aparatos.

El Antonov An-225, denominado Mriya (deseo) en ucraniano, fue fabricado inicialmente por la Unión Soviética durante los ochenta para transportar el transbordador Burán, entre otros grandes componentes del sector espacial soviético. Su primer vuelo tuvo lugar en diciembre de 1988 y actualmente opera para la compañía Antonov Airlines transportando cargas muy pesadas.

En los años ochenta se inició la construcción de una segunda unidad, que nunca llegó a completarse. El An-225, el único aparato de la historia con un peso máximo al despegue de 640 toneladas, es heredero del An-124, al que gana considerablemente en tamaño.

Tras la caída de la Unión Soviética la primera unidad de este modelo fue retirada y almacenada, por poco tiempo, y la construcción de la segunda quedó interrumpido. En 1989 se estableció la compañía ucraniana Antonov Airlines operando desde el aeropuerto de Luton, en las proximidades de Londres, junto a su socio Air Foyle HeavyLift. La empresa reflotó al An-225 (seguna futo) para transportar las cargas más pesadas. El avión realizó entonces su primer vuelo comercial. Era el 3 de enero de 2002.

Su éxito llevó a sus operadores a plantearse finalizar la construcción de la segunda unidad del modelo que quedó inacabada, pero finalmente el alto precio de la operación y las dificultades para aglutinar tecnologías y fábricas que habían quedado en manos de varios países ex soviéticos dejaron la iniciativa en agua de borrajas.

Imagen: Antonov