Alemania vende armas para la guerra de Yemen pese a su veto a Riad

El año y medio que Berlín acumula de prohibición en el suministro de material militar a Arabia Saudí, por su implicación en la guerra de Yemen, no ha impedido que Alemania siga suministrando armamento para ese conflicto. La autorización por parte del Gobierno alemán a la venta de un submarino a Egipto, país también implicado en las hostilidades en Yemen, trajo la semana pasada de nuevo el debate sobre el negocio de armas germano en torno a esta guerra.

En este contexto, la cadena de radio internacional pública Deutsche Welle ha publicado que la nación europea lleva desde 2019, en pleno veto de exportación de armas a Arabia Saudí, más de mil millones de euros en material militar vendido a países involucrados en la citada guerra, “alimentando una contienda que ya dura cinco años, señalan críticos”, de acuerdo con el medio.

La información relata que el Gobierno Alemán aprobó desde inicios del año pasado exportaciones de armas por un valor de más de 256 millones de dólares a Emiratos Árabes Unidos, aliada de Riad contra los rebeldes hutíes en el citado conflicto. Tras Arabia Saudí, Emiratos es el estado más implicado en las operaciones militares que ya han causado desde 2015 más de 100.000 muertos en Yemen, 12.000 de ellos, civiles.

En cuanto a Egipto, Deutsche Welle recoge que en el último año Alemania ha aprobado suministrarle armas por un valor en total superior a los 800 millones de euros. Estas ventas incluyen un submarino y una fragata, pese a que la marina de guerra egipcia contribuye con sus buques al bloqueo naval en Yemen.

También Bahréin, Jordania y Kuwait han recibido en el último año material de defensa alemán, al tiempo que participan con aviones de combate en el conflicto yemení.

Antes del veto de Berlín al suministro de armamento a Arabia Saudí, espoleado por la muerte del periodista Jamal Sashoggi en el consulado del país en Estambul,, Alemania ya había optado en distintas ocasiones por vetar sus exportaciones militares a Arabia Saudí a cuenta de las carencias en el respeto de los derechos humanos de ese país. Se trata, de hecho, de una medida que Berlín estuvo adoptando y echándose atrás periódicamente durante varios ejercicios, y que afecta a uno de sus principales clientes de material militar.