El patrullero oceánico OPV-83 Marinero Fuentealba de la Armada de Chile culminó el 30 de mayo el proceso de fiscalización a las naves autorizadas en la explotación de los recursos marinos según las normas de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Ccamrl).
El buque de la Tercera Zona Naval se desplegó al área Cccamlr 48:1 de la Antártica para lo cual complementó sus capacidades operativas con oficiales de la especialidad de Litoral para tareas de coordinación y fiscalización además de embarcar el helicóptero Airbus Bo-105 (UH-05) matrícula Naval 46 del Destacamento Aeronaval Sur Puerto Williams, el cual fue empleado en tareas de exploración aérea.
En el marco de estas operaciones se controlaron a siete naves de tipo factoria, las cuales navegaban bajo bandera de países como Noruega, Corea del Sur, China y Ucrania, donde se verificó que la actividad pesquera se realice en forma transparente y de acuerdo a las normas establecidas, cumpliendo con las cuotas de pesca de krill según lo establecido por la Ccamlr, elemento que es clave para mantener el frágil ecosistema antártico.
Las tareas realizadas involucraron el control de las naves y abordajes por parte de personal de la Armada de Chile, donde se realizó verificación de la documentación y procesos, cumpliendo estrictos protocolos sanitarios y estableciendo un trabajo colaborativo por parte de las tripulaciones de las naves que voluntariamente accedieron al control, según las normativas, reglamentos y protocolos desarrolladas por la convención desde hace cuatro décadas, marcando uno de los principales hitos de la decada de 1980.
El capitán de fragata Jorge Minoletti León, comandante del OPV 83 Marinero Fuentealba, indicó que “el operativo de control de pesca autorizada en el área, según lo establecido por los acuerdos y protocolos del Ccamlr, busca preservar los recursos marinos vivos, cumpliendo con las normativas y los acuerdos suscritos por el Estado de Chile, en donde como Armada de Chile estamos presentes cumpliendo con nuestras áreas de misión establecidas”.
Las tareas de control y la inspección de pesqueros autorizados en el área asignada permiten a la institución promover las buenas prácticas, asegurando el cumplimiento de las medidas de conservación establecidas en las normas Ccamlr para el cuidado de la biodiversidad en el continente antártico, siendo obligación de los países miembros tener la capacidad de cumplir el tratado.