La guerra en Ucrania impulsa a Francia a “transformar” su defensa en un plan de 413.000 millones

Las Fuerzas Armadas francesas experimentarán un incremento de más del 40% en sus presupuestos durante los próximos siete años. El presidente del país, Emmanuel Macron, ha presentado un plan de programación militar que eleva hasta los 419.000 millones la cantidad de dinero que tiene previsto desembolsar entre 2024 y 2030 (124.000 millones más que los previamente previstos para 2019 y 2025). Con esa cantidad el país pretende “transformar las Fuerza Armadas a través de cuatro ejes”.

El primero de esos cuatro pilares sobre los que Francia va a basar sus inversiones de defensa en los próximos años se centra en el refuerzo de la disuasión, que Macron reconoce que ahora han vuelto a medir “analizando la guerra de Ucrania”. El presidente añade que la disuasión “es un elemento que hace de Francia un país diferente” y, en este contexto, “merece los considerables esfuerzos que le dedicamos”. Macron ha destacado el incremento en capacidades que Francia va a hacer en capacidades de inteligencia, de modo “que nos permitan anticiparnos a crisis o amenazas”. En concreto, estas partidas van a elevarse casi un 60%.

El segundo eje de “transformación” previsto de las Fuerzas Armadas se vertebra en torno a lo que el Ministerio de Defensa francés califica de “giro hacia la alta intensidad”, y que se sustancia, en palabras de Macrón, en la capacidad de "pasar de un modelo hecho para garantizar operaciones en entornos donde nuestra libertad de acción era fuerte, a una capacidad de evolucionar en entornos disputados”. En el nuevo contexto, ha especificado, “debemos ser capaces actuar más rápido, ser más reactivos, reforzando el nivel de emergencia nacional y así tener los medios necesarios para una intervención a corto plazo, incluso lejos de la Francia continental”.

Reservas de municiones

El presidente francés ha incidido, en este segundo punto, en la necesidad de "mejorar decididamente la preparación operativa, fortalecer la disponibilidad de equipos" e incluso adaptarse a la intensidad de la amenaza para "pensar y construir en consecuencia nuestras reservas de municiones, nuestra logística y nuestro apoyo”.

Sin salir de este eje, Macron ha apuntado la necesidad de “combinar efectos militares gracias a la digitalización del campo de batalla”, lo que implica especialmente el combate colaborativo, como el de los sistema terrestres del programa Scorpion, ahora en marcha, o los futuros aviones de combate, en alusión directa al futuro sistema aéreo de combate FCAS, que el país ha comenzado a desarrollar junto a Alemania y España.

El tercer eje trata de la protección de los intereses franceses en áreas comunes. Aquí, el jefe de Estado francés busca fortalecer “nuestra capacidad de monitorear y reaccionar, pero también de tomar la iniciativa, de transmitir mensajes estratégicos claros” en el espacio exoatmosférico, en el ciberespacio y en las áreas marítimas. Sobre estas últimas, Macron ha apuntado que su país tiene la segunda mayor zona económica exclusiva del mundo, gracias a sus territorios de ultramar, lo que, ha precisado, "representa un inmenso activo" y también "una inmensa responsabilidad, incluso a escala del medio ambiente y el clima".

Aquí se incluye la intención de Macron de “adquirir una capacidad de control de los fondos marinos hasta los 6.000 metros de profundidad, por motivos militares pero también para la protección de nuestras infraestructuras submarinas”.

“Nuestra seguridad depende de la de nuestros vecinos”

Finalmente, el cuarto eje de transformación de la defensa francesa, en el que se basa el nuevo planeamiento, se centra en el fortalecimiento de las alianzas internacionales, que, ha precisado Macron, “sólo pueden plantearse, en primer lugar, en el marco de Europa”. La seguridad de Francia, ha argumentado, depende de la de nuestros vecinos. En este punto enfatizo los conceptos de "interoperabilidad y, por supuesto, la cultura estratégica común", que se incluye como prioridad de la denominada Brújula Estratégica adoptada por la Unión Europea en marzo de 2022. La creación de un Fondo Europeo de Defensa y la denominada cooperación estructurada permamente (Pesco), son iniciativas citadas por Macron bajo este paraguas.

También ha nombrado el presidente francés a la Alianza Atlántica en la Base Aérea 118, en Mont-de-Marsan, al suroeste del país, donde ha presentado los planes militares esta semana. “Debemos ser capaces de actuar con los europeos, dentro de la OTAN o fuera de la Alianza, y si es necesario asegurar las capacidades de mando que nos permitirá realizar juntos una gran operación”, ha apuntado. Para Macron esto implica poder desplegar, en un marco europeo, con o sin la OTAN, una capacidad conjunta que represente hasta 20.000 hombres.