El incremento del despliegue en Letonia lleva al Ejército a adquirir de urgencia ropa invernal

El Ejército de Tierra ha cerrado con las empresas Fecsa, Yuma y FAL Calzados de Seguridad la compra de ropa y accesorios de abrigo por un importe de 4,6 millones de euros. El contrato incluye desde jersey con forro polar, chaquetón y pantalón, botas, uniformes de campaña o gafas de esquiador. 

Buena parte de esta ropa invernal irá a parar al contingente español desplegado en la misión de la OTAN en Letonia. De hecho, el Ejército de Tierra explica que el contrato ha tenido que gestionarse de urgencia ante el riesgo de quedarse sin stock en algunas tallas a partir de la segunda mitad de este año por el incremento de la demanda, después de reforzar España su presencia en la misión en tierras bálticas por la guerra en Ucrania.  

El Ejército de Tierra duplicó el año pasado sus efectivos en la base letona de Adazi, pasando de los 300 a principios de 2022, antes de la invasión rusa de Ucrania, al alrededor de 600 a mitad de año. Las tres compañías suministrarán durante los dos próximos años artículos para el equipo especial que porta el soldado en “clima extremadamente frio”, según los términos del contrato al que ha tenido acceso Infodefensa.com.   

Entrando en detalle, la empresa Yuma suministrará chaquetones y pantalones para frío extremo por 2,2 millones de euros y gafas de esquiador por 268.000 euros, mientras que Fecsa proveerá al Ejército de Tierra de jersey con forro polar y uniformes de campaña para frío por un importe conjunto de 1,3 millones de euros. FAL Calzados de Seguridad entregará por su parte botas para frío extremo por 834.000 euros.  

El contrato también incluía la compra de manoplas de montaña y de guantes de combate para frío extremo, sin embargo, ambos lotes han quedado desiertos. El expediente no ofrece detalles sobre el número de unidades de cada prenda que serán adquiridas.  

El Ejército de Tierra puso en marcha la licitación en octubre del año pasado y recurrió a la tramitación de urgencia para acelerar los plazos al tratarse de “una necesidad inaplazable”, con la intención de que los lotes estuvieran adjudicados a finales de 2022. Al final, el proceso se ha demorado dos meses más. De acuerdo con las fechas previstas al inicio, las primeras prendas llegarán a principios del próximo mes de julio.