Vamos de feria
EDICIÓN
| INFODRON | INFOESPACIAL | MUNDOMILITAR | TV
Firma invitada >

Vamos de feria

FEINDEF 21
Foto: Feindef
|

En los próximos días Feindef volverá a abrir sus puertas, lo que siempre me trae el recuerdo del primer Homsec en 2007, cuando pocos apostaban por el éxito de una feria militar en España. Este año con seguridad que se volverán a batir récords, lo que sin duda viene espoleado por el significativo incremento presupuestario y el lanzamiento de nuevos programas de Defensa en un esfuerzo sin precedentes para contener la agresión rusa sobre Europa y mantener la seguridad en el Magreb y Sahel, que son nuestras dos grandes preocupaciones.

Un acontecimiento de esta magnitud permite analizar la salud del sector y el futuro que le aguarda, así como analizar las políticas públicas de asignación de recursos, de planeación y ejecución.

En términos generales, existen en España tres grandes industrias tractoras plataformistas que recogen el 75% del valor de los contratos de suministro de material militar. De estas empresas cuelga un reducido grupo de proveedores de nivel uno que suponen la segunda línea de esta capacidad industrial; a continuación existen una serie de medianas empresas con nichos de mercado y que suministran directamente al ministerio de defensa; una amplia cadena de suministro compuesta por más de cuatrocientas compañías y finalmente las empresas innovadoras o start ups que tratan de hacerse un hueco en este mercado. Déjenme analizar brevemente cada una de ellas.

Las tres grandes industrias tractoras o plataformistas necesitan mantener una corriente continua de producción, es decir, no pueden moverse como ocurría en el pasado con dos pasos adelante y uno atrás, porque este último puede ser al vacío. El gobierno debe asegurar una carga de trabajo permanente a Airbus, Navantia y General Dynamics para que toda la estructura no se caiga. Este es un principio básico asumido por todos los países que tienen una estructura industrial avanzada. Lo ocurrido en la década de los noventa y entre 2007 y 2017 no puede volver a repetirse porque conduce irremediablemente a una pérdida de capacidades.

Por esta misma razón la interacción plataformista-gobierno en las acciones en el exterior constituye una piedra angular de la política que mencionaba.

Las necesidades de unas fuerzas armadas como las españolas siempre serán superiores a la capacidad industrial instalada, por lo que no existe una posibilidad de sobre-capacidad industrial artificial.

Luego existe una serie de empresas que tienen un nicho de mercado y que suponen alrededor de un 8% de las adquisiciones militares. Son un eslabón muy débil que dependen de mercados externos para sobrevivir, ya que el mercado doméstico no asegura ni la carga de trabajo ni el mantenimiento de la innovación necesarios. Cuánto más crítico sea el sistema o producto, más vulnerable será el ministerio de defensa con estas empresas así que son compañías destinadas a fusiones, spin offs,o transformación radical.

Pasemos a los sistemistas y proveedores de nivel 1, lo que no obstan para que absorban un 10% de las ventas directas al ministerio de Defensa de sistemas propios. Empresas como Tecnobit, ITP, Sener, Sapa, Escribano e Indra son otra piedra angular de nuestra industria, ya que aportan un valor añadido excepcional a las plataformas. En este segmento existe una capacidad de crecimiento muy significativo ya que todavía es muy alta la dependencia que tenemos en estos sistemas y subsistemas del exterior.

A continuación está la cadena de suministro, y aquí quiero detenerme un poco más. Suponen medio millar de empresas que tienen un papel fundamental en la huella territorial del sector y en la generación de empleo, pero con mayores debilidades. El gobierno que tanto dinero anticipa a los contratistas principales debería vigilar que la parte más débil de la cadena no sufre tensiones de tesorería de las que carecen los mayores. Las políticas de compras no pueden basarse en ahogar al proveedor en la creencia de que la oferta es ilimitada en calidad y capacidad. Los márgenes tienen que ser razonables especialmente cuando deben afrontar, como en la actualidad, los incrementos de salarios, de energía y materias primas sin suficientes resortes de defensa. Pero el destrozo que puede ocasionar en toda la cadena una inadecuada política de compras, exige de una vigilancia mayor por parte del cliente final. Estas empresas necesitan líneas de financiación para nuevas inversiones y para su circulante y condiciones de cobro que no sean leoninas. Hay que ser exigentes en su calidad y su solvencia para garantizar que no se puede caer el sistema por su parte más débil.

Las nuevas tecnología y los nuevos conceptos han generado en todo el mundo miles de empresas innovadoras, que son incipientes y minúsculas, pero que presentan soluciones muy disruptivas. A diferencia de los niveles superiores de la pirámide invertida, no innovan a petición del cliente ni reciben significativos desembolsos públicos para realizar sus desarrollos. Proceden al margen de requerimientos militares, porque siempre la tecnología va por delante de los requisitos y su principal reto es convencer a los usuarios de que necesitan la tecnología que han desarrollado. El futuro de la industria pasa por estas decenas de empresas que están impulsando nuestro liderazgo tecnológico muy por encima del ritmo de los plataformistas y el propio ministerio de defensa.

El I+D militar es la gran asignatura pendiente; necesita de muchísimos más recursos que implican riesgos que no pueden ni deben ser asumidos en exclusiva por el innovador. No se puede avanzar sin asumir riesgos o responsabilidad y en este caso debe ser el ministerio quien subvencione a estas empresas, entendiendo que el nivel de fracaso es muy alto. No podemos decir que los mecanismos actuales, desde la Compra Pública Innovadora, los Perte, los fondos europeos etc. estén funcionando adecuadamente, por lo que necesitamos una mayor participación directa del ministerio de defensa con recursos presupuestarios propios y guiando a las empresas indicándoles las líneas de progreso.

Pero soy consciente de que ninguna industria europea puede saciar todas las necesidades de sus clientes domésticos. No debemos olvidar en este punto, que es el usuario el que define qué necesita y es la industria nacional e internacional la que debe mover ficha para saciar este requerimiento.

¿Cómo proceder industrialmente ante compras como helicópteros de la Armada Romeo, el Silam o el F-35 si se decidiera esta posibilidad? Deben tenerse en consideración a mi juicio tres elementos. En primer lugar, no inventar la rueda, salvo que sea para disponer de una capacidad crítica que tenga mercado suficiente para justificar el desarrollo, lo que es algo muy minoritario; como regla general hay que comprar lo que ya funciona y está en el mercado. Segundo, la participación de la empresa española en estos suministros debe incorporar valor añadido y no asustar al cliente con los extra costes y finalmente hay que buscar soluciones de participación industrial racionales. Por ejemplo, la decisión alemana de adquirir F-35 con el retorno de la fabricación de fuselajes, algo en lo que ya existe una gran experiencia y capacidad en Alemania, no aporta un significativo valor añadido ni cuantitativo ni cualitativo. Pero si conseguimos que el proveedor extranjero adquiera para su cadena de suministro o para programas en sus países, sistemas, o plataformas o subsistemas de fabricación nacional, habremos conseguido algo mucho más relevante y además sin impactar en costes, ganando aliados locales para su causa.

Estoy convencido de que una vez más la industria demostrará sus capacidades que cada año sorprenden más y mejor, pero ¿no es hora de dar una vuelta de tuerca? No podemos mantener una feria endogámica donde las industrias nacionales ven a sus clientes nacionales, a los que ven todos los días. Hay que ampliar el espectro y que el ministerio de defensa aproveche, como pasa en Le Bourget, Eurosatory o DSEI, para invitar a secretarios de estado y ministros y delegaciones políticas de alto nivel para que vengan a conocer nuestra industria y de paso fortalecer los lazos políticos, tan importantes cuando se trata de la Defensa y de las exportaciones de material. ¡Nos vemos en Feindef!





Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos


Lo más visto