Navantia cuenta con pedidos firmados por valor de 6.100 millones de euros, lo que asegura su futuro hasta por el 2011
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Navantia cuenta con pedidos firmados por valor de 6.100 millones de euros, lo que asegura su futuro hasta por el 2011

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03/02/2008 - Los astilleros públicos Navantia han logrado dar la vuelta completamente a su negocio y de las perdidas que sufría en 2004, que lo colocaron al borde de la desaparición, ha pasado a obtener beneficios en la actualidad y contar con una cartera de pedidos firmada de 6.100 millones de euros, que supone asegurar trabajo para sus  trabajadores y empresas auxiliares hasta por lo menos el 2011.

Con estos buenos resultados, las previsiones para este año de 2008 apuntan a unos beneficios notables, explicaron fuentes de la empresa al diario El País. En el ejercicio de 2005, la empresa pública registró unas pérdidas de 128 millones de euros y en 2006 éstas fueron a cerca de 35 millones.

A falta de que se cierre las cuentas para el ejercicio de 2007, los primeros números apuntan a que el grupo público ya ha alcanzado el equilibrio presupuestario y que, incluso, puede tener un ligero beneficio, avanzaron fuentes conocedoras  del balance a la prensa.

El próximo día 10 de marzo, los Reyes de España presidirán la botadura del nuevo Buque de Proyección Estratégica (LHD, siglas en inglés) Juan Carlos I, el más grande que tendrá la Armada española con 230 metros de eslora y con capacidad para transportar 1.200 militares.

La polivalencia del buque permitirá ser configurado como plataforma para aeronaves (portaaviones alternativo), buque anfibio para Infantería de Marina, buque de despliegue de fuerzas del Ejército de Tierra y para realizar misiones de apoyo humanitario.

El BPE Juan Carlos I, que comenzó a ser construido en junio del 2005 y tiene un presupuesto de 360 millones de euros, tendrá una dotación de 243 personas y su interior está diseñado para transportar lanchas y medios acorazados pesados. Cuenta con una  espacio para estibar y operar 30 aeronaves.

La planificación oficial señala que será entregado oficialmente a la Armada dentro de un año, una vez que se le integren los sistemas de mando y control, de combate y de comunicaciones.

En una primera fase contará con cañones de 20 milímetros y ametralladoras de 12,7 milímetros, y en un futuro manejará un sistema antimisil de Defensa de Punto (tipo ESSM o RAM). En su cubierta de vuelo, de unos 200 metros de longitud, podrán despegar y apontar aviones de despegue vertical y al menos cuatro helicópteros Chinook ó 6 aparatos tipo SH-3D ó NH-90.

También cuenta con hospital a bordo, que incluye quirófanos, enfermería, consultas y curas, así como una unidad de infecciosos, área de selección de heridos, de rayos X, laboratorio y farmacia.

Buenas perspectivas exteriores

Las fuentes de la empresa señalaron que fue un acierto la decisión adoptada en diciembre de 2004 por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de segregar los negocios civiles y militares, para concentrar a la nueva empresa Navantia en productos militares que requieren una tecnología puntera que mantiene y mejora al invertir cada año cerca del 6 % de las ventas de investigación y desarrollo.

Como parte de esta estrategia, el holding público tuvo que vender las plantas de Gijón, Sevilla y Sestao (Vizcaya) y cerrar la fábrica de motores de Manises (Valencia), para reorganizar los astilleros gallegos de la ría de Ferrol, los andaluces de San Fernando y Puerto Real y el centro de Cartagena (Murcia).

Respecto a la cartera de pedidos, el contrato más significativo son los 1.809 millones de euros que supondrá la construcción de dos buques anfibios LHD y el diseño de tres fragatas para la Armada de Australia. También tiene esperanzas de vender a este mismo país lanchas de desembarco, así como en participar en la futura renovación de la flotilla de submarinos, con la oferta del nuevo S-80

El sumergible, que construye para la Armada española, también ha despertado el interés de la India que estudia adquirir seis nuevos submarinos. Navantía también compite en otro contrato para el suministro de seis submarinos para Turquía, otros tres buques de asalto anfibio LPD para Malasia y uno más en Sudáfrica por dos LPD, así como un posible LHD.

En el caso de España, la Armada todavía considera posible la adquisición de una sexta Fragata F-100, así como seis buques de acción marítima (BAM) más e impulsar la renovación de los buques hidrográficos, de salvamento de submarinos, de inteligencia, de transporte y los remolcadores.



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