28/09/2009 (Infodefensa.com) Cartagena - La aplicación de los desarrollos tecnológicos impulsados por las Fuerzas Armadas para protege y preservar el medio marino fue el principal asunto de debate del ciclo de conferencias "20 años de vigilancia y protección submarino, que tuvo lugar los pasados 23 y 24 de septiembre en el Museo Nacional de Arqueología Submarino (Arqua).
Antonio Cordero, director general de SAES, aseguró que durante una de las conferencias que, "si hoy podemos desplegar vehículos submarinos por control remoto para buscar y proteger pecios y tesoros arqueológicos es gracias a los equipos desarrollados para los cazaminas" de la Armada española.
"La mar es nuestra gran despensa de alimentos. Regula nuestro clima y además, nos ofrece las mayores autopistas por donde movernos. Es preciso que sepamos cuidarla, y eso empieza por saber como está", señaló Cordero.
Como dato significativo, Cordero reveló que en los últimos veinte años la evolución del tráfico marítimo ha sido abrumadora, multiplicándose el nivel de ruido hasta en 10 veces. "Este hecho, sin duda, está teniendo efectos en la vida marina, no sabemos hasta qué punto, pero podemos medirlo y, por tanto, podemos controlarlo", aseveró.
La Unión Europea pondrá en breve una directiva que regula el control de ruidos en barcos mercantes y pesqueros, como medida preventiva para minimizar el efecto. Es en esta materia en la que SAES podrá aportar todo su potencial tecnológico dirigido a colaborar, controlar y medir los progresos que se realicen.
Las jornadas se celebraron con motivo del vigésimo aniversario de la creación de la empresa SAES, especializada en tecnología submarina y dedicada al desarrollo de sistemas electrónicos de aplicación submarina y proveedor de soluciones submarinas y antisubmarinas en el ámbito internacional. A la misma asistirán diversas personalidades del ámbito civil y militar, entre las que destacan el jefe del Estado Mayor de la Fuerza de Acción Marítima, Fernando de Querol Pagán; el comandante del buque Bio Espérides de la campaña 2007, José María Turnay; el jefe de la Base de Submarinos, Francisco Javier González-Huix; así como diversos responsables del Museo y representantes de la compañía SAES.
Compañía de vanguardia
Desde hace dos décadas, SAES desarrolla tecnología de vanguardia, tan novedosas como los sensores de campo eléctrico que, tomando como ejemplo la sensibilidad de cierto tipo de tiburones, permite saber desde el lecho marino si hay algún barco en las inmediaciones e, incluso, comprobar la calidad de su pintura. Otro de los sistemas es un software capaz de procesar a alta o baja velocidad una señal de audio.
Aún cuando el mercado principal de SAES es el de defensa, la tecnología que ofrece ayuda a la protección del medio marino, vigilancia de las rutas de tráfico marítimo... posibilitando la reducción de la contaminación acústica y electromagnética.
SAES apuesta por la difusión del conocimiento, que llevará a la mejora de la técnica en todos los niveles de la empresa. Por ello, ha puesto en marcha una cátedra con un importe de 75.000 euros con la Universidad de Murcia, lo que supone la mayor inversión que ha tenido la UMU de una entidad privada.
La compañía es un referente internacional en su actividad y cuenta con alrededor de 110 empleados repartidos en sus sedes de Cartagena y San Fernando (Cádiz), y una facturación entorno a los 15 millones de euros. Aunque su mercado principal es la defensa (desde su nacimiento, SAES ha estado ligada a la Armada), la tecnología que desarrollan tiene importantes aplicaciones a la protección del medio marino. Surgió hace 20 años para aunar los conocimientos de las empresas Navantia e Indra, y al que se sumó un importante socio tecnológico: Thales
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