El mercado de UAS aguarda una mayor financiación en el ámbito militar y regulación normativa en el ámbito civil

05/03/2010 (Infodefensa.com) A.V. Suárez - Madrid - La industria ha apostado por los sistemas no tripulados (UAS) ante las necesidades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad del Estado. Pese al desarrollo de la tecnología, a lo largo de la conferencia y exposición UNVEX'10, celebrada en Madrid entre el 2 y 4 de marzo, el mercado de sistemas no tripulados ha puesto de manifiesto cómo ve frenadas sus expectativas a la espera de que la coyuntura económica permita un mayor presupuesto de Defensa y se consiga una regulación normativa para la aeronavegabilidad en el espacio aéreo no segregado.

UNVEX'10, organizada por IDS, ha reunido en el ciclo de conferencias, showrooms y exposición a más de 30 compañías, desde fabricantes de plataformas, proveedores de soluciones de ingeniería hasta organismos públicos y asociaciones empresariales vinculadas al sector aeroespacial, las cuales han mostrado sus últimas soluciones y proyectos en curso en materia de UAS.

La industria ha trabajado a lo largo de las tres jornadas de UNVEX'10 junto a autoridades del Ministerio de Defensa, del Interior y Fomento, proporcionando una visión de conjunto del sector y poniendo sobre la mesa numerosas propuestas para continuar desarrollando el mercado de UAS en nuestro país.

El secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez fue el encargado de inaugurar UNVEX'10 el martes 2 de marzo en cuya alocución recordó que la industria de sistemas no tripulados "se ha desarrollado como efecto de una creciente demanda", no sólo para capacidades aéreas, sino también marítimas y terrestres. Las misiones que más se han beneficiado "son las de reconocimiento militar", en las que "se pierden gran parte de las vidas humanas". El secretario de Estado puso énfasis en que "su inmensa versatilidad contribuye decisivamente a la siempre necesidad de reducción de costes económicos".

UNVEX'10 contó con la presencia del secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, en la apertura de la segunda jornada del miércoles 3 de marzo. En su discurso aseguró a la industria que el Ministerio del Interior español está muy interesado y tiene "cupo" para la aplicación de UAS: "No tengan duda de que trabajaremos con el sector".

Camacho auguró que, pese al entorno económico desfavorable, "en 2030 la Administración prevé que el 10% de las inversiones militares será en sistemas no tripulados". Sin embargo, su total aplicación, incluyendo el ámbito civil, tendrá lugar "cuando se consigan superar barreras como que puedan realizar operaciones de larga duración, lograr más eficiencia en servicios públicos y mayores usos y aplicaciones", pero principalmente, cuando se adecúe la normativa para poder utilizar los UAV en espacios aéreos no segregados, un inconveniente que está "por encima de la falta de recursos económicos".

Riesgos y retos

Por su parte, el coronel Luis Beltrán Talamantes, de la división de Tecnología de la Dirección General de Armamento y Material (DIGAM) identificó los riesgos y retos pendientes. Los primeros, derivados de un presupuesto decreciente y los segundos, de la falta de coordinación entre los organismos de Defensa y una fórmula de financiación que no ha favorecido a la innovación.

Tampoco pone fácil la situación el hecho de una "fragmentación del mercado europeo en mercados nacionales con suministradores privilegiados", recordó el coronel, "muy pocas firmas europeas han desarrollado sistemas no tripulados sin acudir a plataformas israelíes o estadounidenses".

Las Fuerzas de Seguridad del Estado y unidades como la Unidad Militar de Emergencias se unen en el mismo mensaje: la necesidad apremiante de adecuar la normativa del espacio aéreo para poder utilizar los UAVs en el ámbito civil. El comandante Julio Serrano, de la Jefatura de Servicio Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil insistía en que "estamos en una situación alegal para utilizar el espacio aéreo".

Con todo, ya se ha dado algún paso hacia delante. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea española (AESA) ha concedido la primera certificación de aeronavegabilidad a un sistema aéreo no tripulado (UAV) el pasado 19 de febrero, afirmó Luis Rodríguez Gil, director de Seguridad de este organismo. Dicha certificación es experimental y para vuelos de pruebas de UAV. El siguiente paso, según explicó Rodríguez Gil, es la certificación especial-restringido para poder continuar con las actividades que tengan que desarrollar con la aeronave hasta tener, finalmente, el Certificado de Tipo.

En cuanto a la regulación, existen iniciativas en Estados Unidos, Europa y a nivel OTAN, pero la realidad "es que no hay códigos civiles para la certificación completa, sí en el ámbito militar", explicaba Cristina Cuerno, del departamento de Vehículos Aeroespaciales de la Universidad Politécnica de Madrid. Una de las iniciativas es el proyecto JARUS (Joint Authorities for Rulemaking on Unmanned Systems), una asociación de las autoridades civiles de 14 países que sin ser una agencia oficial pretenden aportar su grano de arena a la consecución de la regulación de los sistemas no tripulados en espacios aéreos civiles.

Necesidades y programas

El coronel Juan Montenegro, jefe de Estado Mayor de la UME habló de las necesidades de la UME en materia de UAS, destacando la capacidad de reconocimiento prolongada de observación del terreno y la búsqueda permanente de personas, como en el caso de derrumbes y terremotos. Asimismo, estos sistemas resultan idóneos para las misiones de reconocimiento nocturna durante incendios y ante riesgos NBQR.

En la Guardia Civil, según el comandante Serrano, encajan los UAV HALE, MALE y tácticos, para abordar la vigilancia amplia de zonas, el seguimiento de situaciones como concentraciones de masas, la acción exterior y la vigilancia discreta (servicios de escolta).

Las Fuerzas Armadas españolas platearon sus necesidades apostando por los UAS estratégicos operacionales de media altitud y largo alcance (MALE) y no por los tácticos "que ya no cumplen con los requisitos exigidos", afirmó el general de División del Ejército del Aire Juan A. Carrasco. El general de Brigada del Ejército de Tierra, Francisco Javier Abajo Merino, indicó la necesidad de vehículos de despegue vertical y la intención "adquirir hasta 15 sistemas en 2015, debido al escenario económico", y, posteriormente, "otros cincuenta sistemas". Para ello, apuesta por aprovechar la experiencia en el proyecto Atlante, un sistema no tripulado táctico de largo alcance.

En el turno de la Armada, el capitán de Fragata de la Armada Carlos Martínez-Merello habló de la necesidad de protección de buques, misiones de inteligencia, acometidos ISTAR, identificación de minas, recogida de datos hidrográficos, entre otras acciones "hasta ahora de difícil ejecución en tiempos razonables".

Desarrollo de la industria

Aurelio García de Sola, presidente del Cluster Aeronáutico de Madrid, destacó durante la apertura de la última jornada de UNVEX'10, la importancia de los esfuerzos que la industria española está realizando en I+D+i "para poder alcanzar una posición tecnológica a nivel europeo".

García de Sola, también gerente del Instituto Madrileño de Desarrollo (IMADE), recordó que España "ha logrado hacerse un hueco destacado en el escenario mundial y se ha posicionado como la quinta potencia más importante de la Unión Europea". En este orden de cosas, dentro de nuestro país, la Comunidad de Madrid aglutina al 65% de las empresas proveedoras o subcontratistas de la industria aeroespacial nacional con una facturación en 2008 de más de 4.000 millones de euros, el 63% de la producción nacional y el 3,3% del negocio aeroespacial europeo.

Los UAS "han generado un mercado que se ha convertido en el más pujante del sector aeronáutico de la última década", vinculado a la inversión de I+D+i por parte de organismos públicos de investigación, universidades y empresas", continuó García de Sola.