Instalaza lleva al Gobierno a los tribunales por su decisión sobre las bombas de racimo

(Infodefensa.com) Madrid – La empresa española Instalaza ha decidido recurrir a los tribunales para tratar de conseguir una indemnización del Gobierno por su decisión de aprobar, en julio de 2008, una moratoria unilateral en el uso, la producción y la venta de bombas de racimo, una medida que ha perjudicado el negocio de la compañía, único fabricante de este tipo de bombas (MAT-120) que quedaba en España.

La compañía presentó en mayo una reclamación al Ejecutivo por pérdida patrimonial por un importe cercano a los 40 millones de euros en concepto de daño emergente y lucro cesante por venta en siete países.

Según recoge el diario Cinco Días, la decisión de recurrir a los tribunales se desprende del informe de las cuentas de la empresa correspondientes al ejercicio 2010, en el que se señala que la reclamación ha sido aceptada a trámite, “estando pendiente de resolución por los tribunales en vía contencioso-administrativa”. En concreto, la compañía demanda una indemnización por los contratos de venta con países como Libia o Finlandia, que dejaron de tener validez tras la moratoria del Gobierno.

Asimismo, solicita que se le compense por las existencias acumuladas para la fabricación de las bombas de racimo y el gasto en I+D invertido en los explosivos. Según la empresa, el valor de estas existencias ronda los 4,02 millones de euros y cifra el dinero que ha destinado a su desarrollo en 990.275 euros.

Doble facturación en 2010

La situación de crisis económica y la prohibición de fabricar y vender bombas de racimo llevaron a Instalaza a facturar un 42,6% menos en 2009 y cerrar el ejercicio con pérdidas de 127.499 euros.

Sin embargo, según las cuentas correspondientes a 2010, la empresa consiguió terminar el año con un beneficio neto de 634.485 euros gracias a que la facturación superó los 8,31 millones de euros, con una mejora del 37,1%. El diario económico explica que este incremento se debió a que las ventas en España prácticamente se duplicaron, frente al desplome de sus exportaciones.