El ministro de Defensa visita a las tropas españolas desplegadas en Afganistán

(Infodefensa.com) Madrid – El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha viajado esta noche a Afganistán para realizar su primera visita a las tropas desplegadas en el exterior desde su nombramiento, hace tres semanas. La operación desarrollada en la zona es la más complicada y costosa de las Fuerzas Armadas.

Morenés conocerá primero Herat y después se desplazará a Qala-e-Now, donde se concentra el grueso del contingente español, formado en la actualidad por más de 1.500 efectivos. Será su primer contacto directo con Afganistán, ya que la misión aún no se había iniciado en su anterior etapa en el Ministerio, cuando fue secretario de Estado entre 1996 y 2000.

Su visita se produce en un momento de gran importancia para la misión, ya que en los próximos días se cumplirán 10 años de la llegada de los primeros soldados españoles a Afganistán. Este aniversario puede coincidir con el inicio del repliegue, puesto que el Gobierno afgano decidió hace dos meses asumir las labores de seguridad en Qala-e-Now y en Badghis. Las Fuerzas Armadas están ahora pendientes de que ese traspaso de autoridad se materialice en las próximas semanas, lo que permitirá el regreso a España del 10% del contingente, antes del verano.

Según el calendario de la OTAN, en 2014 la seguridad de Afganistán habrá sido transferida al Gobierno local, por lo que todas las tropas internacionales volverán a sus respectivos países.

Ahorro de costes en las misiones internacionales

El Ministerio de Defensa tiene previsto revisar todas las misiones de las Fuerzas Armadas españolas en el exterior con el objetivo de ahorrar costes. Dicha revisión se basará en dos criterios: el respeto a los compromisos internacionales y la priorización de las misiones en las que estén en juego los intereses nacionales, según informa el diario El País.

El coste de las operaciones de las Fuerzas Armadas en el exterior ascendió en 2011 a 861.398.049 euros, según la documentación entregada por el Gobierno saliente al nuevo Ejecutivo en el traspaso de poderes, y a la que ha tenido acceso el citado diario. Esta cifra supone un récord histórico y duplica con creces los 380.619.000 euros que se gastaron en 2004, primer año de mandato de José Luis Rodríguez Zapatero.

La misión en Afganistán ha costado en estos 10 años un total de 2.490 millones de euros. Sólo el año pasado, su coste ascendió a más de 450 millones.

Zapatero anunció, en junio pasado en Bruselas, un plan de repliegue que incluía una reducción del 10% de los efectivos en el primer semestre de este año, otro 40% en 2013 y el resto en 2014. El nuevo Gobierno mantiene en principio este calendario, aunque con la salvedad de que la reducción del 10% se realizará a lo largo de todo el año.

La operación en Líbano, por su parte, costó cerca de 196,5 millones el año pasado y tiene un margen de recorte mayor que la de Afganistán. Por un parte, el relevo del general español Alberto Asarta al frente de la operación internacional el próximo día 28 por un general italiano permitirá retirar su Estado Mayor y la unidad con dos helicópteros que le presta apoyo.

El acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 30 de diciembre que prorrogó la participación de las Fuerzas Armadas en misiones internacionales ya incluyó una ligera reducción en Líbano, de 1.100 a 1.050 militares.

No obstante, el recorte será sustancial si España, Francia e Italia -los principales actores de la operación- llegan a una posición común ante la revisión estratégica de la misión encargada al secretario general de la ONU.

Se trataría de mantener la presencia en las zonas más calientes, como la Blue Line que separa Líbano de Israel, y constituir una fuerza de reserva que se desplegaría en caso necesario. Sin embargo, el plan se podría ver obstaculizado por el incremento en los últimos meses de los ataques contra los cascos azules y la crisis de Siria.

En cuanto a la Operación Atalanta llevada a cabo en el Índico, costó un total de 96.880.926 euros en 2011. La implicación española se explica por la presencia en la zona de la flota atunera vasca, dotada también con seguridad privada. Una retirada parece impensable y una reducción solo sería posible si se convence a otros países europeos para que tomen el relevo.

Por último, la caída de Gadafi permitirá ahorrar este año los 94,8 millones de euros gastados por España en la intervención de la OTAN en Libia. También se reducirá el coste de la misión de instrucción de militares somalíes en Uganda, que costó 1.931.497 euros en 2011, ya que, tras ceder en septiembre pasado el mando de la operación a un comandante irlandés, la contribución española ha pasado de 38 a entre 8 y 14 oficiales.