Improvisación y continuidad
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Improvisación y continuidad

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(Infodefensa.com) - La jornada sobre el sector organizada en Madrid el pasado día 2 de abril ha puesto de manifiesto los principales problemas a los que se enfrenta la Defensa de España, y no nos referimos a amenazas exteriores a las que debemos hacer frente para garantizar nuestra seguridad, sino a cuestiones internas que ponen en riesgo nuestro futuro. Para afrontar la improvisación y la falta de continuidad como factores de riesgo detectados, las soluciones apuntadas son organización, capacitación y previsión.

El Secretario de Estado ha anunciado una reorganización para mejorar la capacidad de gestión del departamento en materia de inversiones en sistemas. Un anuncio que no es nuevo y que según ha comentado se espera desarrollar en un Real Decreto que se aprobará en breve plazo. Por el lado industrial, se ha debatido sobre la necesidad de reestructurar el sector para “ajustar oferta y demanda” y adecuarlo al marco comunitario.

La reestructuración industrial puede ser necesaria para mantener la competitividad en un escenario cada vez más complejo. Este factor está ligado directamente a la capacitación tecnológica, dónde hay responsabilidad tanto por parte de la administración como de las propias empresas. Cabe preguntarse si el nivel de esfuerzo del Ministerio de Defensa, por debajo de los 40 millones de euros anuales, es suficiente para contribuir al que realizan las empresas, dónde también se aprecian importantes desequilibrios entre aquellas más acostumbradas al riesgo y otras relativamente acomodadas en la “cultura de la subvención”.

En el aspecto de las inversiones, el pago de la deuda está condicionando el panorama, pero la financiación disponible no es desdeñable. A los alrededor de 100 millones de euros disponibles en presupuesto, sin duda insuficientes, hay que sumar una parte importante de los casi 500 millones aprobados por el acuerdo de Consejo de Ministros del pasado 7 de marzo para financiar las operaciones exteriores. El problema es que este dinero hay que gastarlo año a año lo que a menudo lleva a la improvisación denunciada durante una de las intervenciones de la jornada. Esta necesidad, por obligación legal, de gastar dentro del ejercicio dificulta la previsión de una demanda que existe, puesto que las Fuerzas Armadas tienen unas necesidades claramente definidas, pero que se cubre con actuaciones puntuales de acuerdo con el goteo de inversión que se recibe año a año.

Una buena organización debe mejorar la comunicación entre Ministerio e industria. El primero debe plantear con claridad sus necesidades, y la industria presentar con sinceridad sus posibilidades. Unas necesidades realistas y unas posibilidades sinceras contribuirán a mejorar el nivel de confianza entre ambos agentes. Un mayor nivel de esfuerzo no solo en volumen de presupuesto sino con una mayor capacidad para actuar en el horizonte a medio y largo plazo del lado de la demanda debería permitir asumir un mayor riesgo por parte de oferta. Para ello es preciso establecer una previsión estratégica de dónde se quiere llegar. La visión cortoplacista puede arruinar los esfuerzos organizativos.

Foto: G S / Infodefensa.com

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