ARES y la no participación española

Ares, el dios de la guerra para los griegos, no era precisamente uno de los más populares del Olimpo. A menudo sus actitudes se ponían en contraposición con los de la diosa Atenea, patrona de la estrategia, el estudio y la meditación. Los romanos, quizás más pragmáticos que los griegos, hicieron evolucionar la figura de Ares hacia el dios Marte, mucho más popular y con mayor reconocimiento que su antecesor griego, puesto que se le consideraba uno de los patrocinadores de la fundación de Roma y soporte necesario del Imperio.

Las figuras de Ares y Atenea, o de Marte y Minerva, se utilizan con frecuencia para ilustrar la necesidad de compaginar dos caracteres complementarios y ambos necesarios: el guerrero y el estratega.

Respondiendo al acrónimo de ARES (Armament Industry European Research) se ha anunciado recientemente la creación de una asociación, patrocinada y coordinada por el IRIS (Institut de Relations Internationales et Stratégiques) francés, con el objetivo de servir de foro de debate para la comunidad de armamento europea y, en concreto, fomentar el pensamiento y el estudio sobre política de armamento e industria de defensa.

Sus órganos de gobierno incluyen un Consejo de Dirección, presidido por el vicepresidente del IRIS, con representantes de la DGA francesa, el SWP alemán, el European Council on Foreign Relations y el Instituto de Estudios para la Seguridad de la Unión Europea. Ese órgano está asistido por un Consejo de Asesores Científicos con representantes de centros de estudio y universidades francesas (IRIS y Universidad de Burdeos), italianas (IAI), británicas (Universidad de York y RUSI), alemanas (GMF) y polacas (PISM).

Desde la ya lejana creación de la RAND en Estados Unidos, el papel de los ‘think tank’ se ha demostrado muy relevante en el desarrollo del pensamiento estratégico, fundamentalmente de los países anglosajones, y su actividad ha tenido una influencia significativa sobre los procesos de toma de decisiones a nivel político.

En el caso francés, desde la aparición en la década de 1960 del antiguo CHEAR (Centre des hautes études de l´Armement), ligado inicialmente a la DGA y hoy integrado en el IHEDN (Institut des Hautes Etudes de Défense Nationale), se ha concedido un papel importante a los estudios relacionados con investigación sobre armamento e industria de defensa y prospectiva tecnológica, con una influencia notable sobre el desarrollo de la industria de defensa de nuestros vecinos.

España ha carecido tradicionalmente de una cultura similar. Sin embargo, desde mediados de los 80, la inquietud por los estudios estratégicos se extendió a ámbitos privados y públicos no necesariamente ligados al Ministerio de Defensa o a las organizaciones militares. Desde entonces, diferentes organismos han desarrollado su actividad con el ánimo de fomentar el estudio de los temas de seguridad y defensa. Algunos de ellos cuentan con un reconocido prestigio en la esfera internacional, y muchos han dedicado y dedican un importante esfuerzo al estudio y análisis de temas relacionados con armamento, industria y economía de la defensa.

No debemos desdeñar la importancia que en el futuro de la construcción de la Europa de la defensa y de su componente de política de armamento e industrial puede jugar el ARES. La ausencia, voluntaria o involuntaria, de presencia española en dicho foro debería hacernos reflexionar. A lo mejor es que el “impasse” político nos aleja también de los centros de pensamiento sobre un futuro que, en cualquier caso, también es nuestro.