Coronel Gómez C-IED: "Hay que invertir en una educación y entrenamiento frente a los IED"

Este martes 24 de octubre arranca en la Escuela Superior Politécnica del Ejército en Madrid uno de los encuentros internacionales más importantes sobre artefactos explosivos improvisados (IED) que reunirá durante tres días a expertos en la lucha contra este tipo de amenazas de diferentes países y organismos. El evento está organizado por el Centro de Excelencia contra Dispositivos Explosivos Improvisados (COE C-IED), que desde sus instalaciones en Hoyo de Manzanares, trabaja en la formación de militares de los países de la OTAN para hacer frente de forma efectiva a los riesgos que representan los IED en zonas de operaciones.

Con motivo de este foro, Infodefensa.com ha hablado con el director del COE C-IED, el coronel del Ejército de Tierra español Juan Gómez, para analizar los principales temas que se tratarán esta semana en el conocido como Technology Workshop 2017, bajo el título de Tecnologías sinérgicas para derrotar la amenaza improvisada.

¿Qué características tienen hoy en día los artefactos explosivos improvisados y hacia dónde evolucionan?

Aunque no hay límite a la inventiva de una mente criminal para usar un artefacto explosivo, los últimos ataques terroristas y conflictos en curso (Afganistán, Irak, Siria, Somalia…) nos muestran que los terroristas han heredado las técnicas, tácticas y procedimientos que ya fueron utilizados por grupos anteriores o más veteranos (Hezbollah, ETA, IRA…), pero eso sí, incluyendo las nuevas tecnologías en ellos cuando así ha sido posible. La entrada de las redes sociales está produciendo un cambio importante tanto en el reclutamiento como en la propaganda, que en definitiva influye en el reclutamiento; mediante una campaña bien planeada, estratos de jóvenes que se sienten frustrados son adoctrinados hasta llegar al suicidio por la causa de un Estado Islámico al que llegan a ver como la única solución a sus problemas. Si atendemos a los artefactos en zona de operaciones, lo más simple, lo más efectista o lo más complicado de evitar va a continuar siendo tendencia durante muchos añoS, es decir, los conocidos como coches bomba, los artefactos suicidas sobre personas (chalecos y cinturones bomba), los artefactos iniciados por la víctima (trampas explosivas) y, últimamente, un resurgir de explosivos conformados para ataques al paso de vehículos blindados, son y serán utilizados contra las tropas. Respecto al terrorismo en el interior de nuestras fronteras, además de ataques suicidas, los artefactos complicados o con elevado componente tecnológico se reservarán muy probablemente para asesinatos quirúrgicos o golpes de singular efecto como por ejemplo contra aviación civil.

¿Cómo se trabaja para hacer frente a esta amenaza?

La herramienta fundamental en esta lucha es la información, que al traducirla en inteligencia nos haga capaces de tomar la iniciativa y anticiparse al oponente; es lo que llamamos ataque a las redes (Attackthe Networks) que posibilitan un ataque con artefactos explosivos, como redes de financiación, transporte, fabricación de bombas, etc. Todo ello, requiere actuaciones inter-agencias que engloban a organismos gubernamentales, políticos, policiales y militares en un trabajo coordinado e integrado de cara a debilitar/aislar/evitar la amenaza en sus primeros estadios. Requiere de un profundo entendimiento del terrorista y sus circunstancias, de una conjunta y generosa compartición de información y de una constante colaboración en inteligencia, combinando y sincronizando acciones, no sólo ofensivas o coercitivas, si no contar con un notable componente de información, contra-mensaje y concienciación de/a la sociedad, en aras de confrontar la financiación, reclutamiento y apoyos hacia los terroristas. Además hay que invertir en una educación y entrenamiento eficaces frente a las amenazas derivadas del uso de artefactos explosivos; nuestro Centro de Excelencia dedica bastantes recursos a lo que denominamos Prepare the Force. Por último hemos de proteger a nuestras fuerzas, ya fuera desde el campo de la desactivación de explosivos, como desde las mejoras en capacidades de detección de la amenaza y protección frente a los efectos físicos sobre nuestros elementos: cabe destacar el relevante papel que la investigación y desarrollo tecnológico sostienen en este apartado.

-En la pasada edición se habló mucho del intercambio de información entre agencias y países. Este año el evento gira en torno a la tecnología. En el plano tecnológico, ¿qué avances se están produciendo?

Como es bien sabido, los avances tecnológicos no son cuestión de breves plazos y requieren de años de análisis del problema, diseño, financiación, desarrollo, pruebas y programas… no obstante, el desarrollo de nuevas tecnologías y miniaturización de equipos en beneficio de la detección de sustancias y componentes explosivos ha sufrido una notable evolución; las capacidades en análisis forense, clave en investigaciones contra redes terroristas, también están viviendo importantes avances y se benefician de la reducción de dimensiones (es decir, incremento en la capacidad de desplegabilidad) y simplificación de uso de los aparatos utilizados al efecto.

¿Los drones con cargas explosivas son hoy en día la principal amenaza emergente en este ámbito?

Es cierto que la posible utilización por parte de redes criminales de drones comerciales por control remoto, preocupa a nuestras autoridades encargadas de la seguridad, fundamentalmente en base a la gran versatilidad, la relativa fácil adquisición y los problemas para el control y seguimiento eficaces de aquellas; y también es cierto que se están usando en zonas en conflicto como Siria o Iraq. De momento su carga explosiva es reducida y los potenciales daños derivados de un ataque son limitados, por lo que actualmente parece que esta amenaza está siendo sobrestimada; sin embargo su capacidad de infundir pánico durante eventos masivos o de ejecutar acciones sobre objetivos de alto interés (por ejemplo, dirigentes) los hace gozar de alta capacidad de atención por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Los desarrollos actuales versan sobre la capacidad de interferirlos e incluso tomar el control del dron enemigo, o derribarlo con armas convencionales o laser.

¿Cómo marcha el proyecto de formación en Irak?

Nuestro centro de excelencia apoya en la formación de personal de las fuerzas armadas y de seguridad iraquíes, en el marco del trabajo que realiza la OTAN en Irak. El proyecto de formación está recibiendo una excelente acogida en el país, a la vez que constituye un ejemplo de la capacidad de colaboración, adaptación y versatilidad del C-IED desde la idea de servir que hacemos gala. En este caso concreto, el peso de la instrucción sobre el terreno lo lleva el Ejército español con el apoyo de un militar de nuestro centro desplazado con el equipo de España. Antes de viajar a Irak, los militares pasan por las instalaciones de C-IED en Hoyo de Manzanares donde reciben una formación previa al despliegue.

¿Tienen previsto poner en marcha proyectos similares en otros países?

Los apoyos a la formación de terceros países desde el centro de excelencia no se circunscriben tan sólo a Irak, si no que se han desarrollado previamente, desarrollan y desarrollarán en beneficio de naciones como Ucrania, Jordania, Túnez, Egipto, Mali, Kenia…Los efectos beneficiosos sobre la visibilidad y prestigio del COE son claramente apreciables, y además suponen una entrada de información de primera mano nada despreciable. La contrapartida es el sacrificio personal que supone cubrir de modo habitual los apoyos en entrenamiento en el exterior con la limitada plantilla de este centro. Hay que tener en cuenta que este tipo de apoyos obedece al concepto que nuestras naciones aliadas aprobaron hace un par de años de Proyectar estabilidad en lugar de despliegues numerosos como el caso de Afganistán, por lo que es previsible que continúe o incluso aumente en el futuro, por ejemplo apoyar a Siria o Libia en un futuro.