España despliega 200 efectivos de operaciones especiales en el Sahel

Unos 200 efectivos de las unidades de operaciones especiales del Ejército de Tierra, la Armada española y el Ejército del Aire participan en la edición de 2019 del ejercicio Flintlock, que tendrá lugar entre el 18 febrero y el 1 de marzo en diferentes puntos de Mauritania y Burkina Faso.

Liderado por Estados Unidos, es el ejercicio de operaciones especiales más importante que se organiza en África. Este año, las fuerzas españolas se integran en un contingente de más de 2.000 militares procedentes de 30 naciones africanas y occidentales.  

Estas maniobras, explica el Mando de EEUU en África (Africom), están diseñadas para fortalecer las capacidades de las naciones aliadas en la región con el objetivo final de contrarrestar a las organizaciones terroristas presentes en la zona, proteger sus fronteras y brindar seguridad a los ciudadanos.

Otro propósito de la actividad, añade, es reforzar las "alianzas entre las fuerzas de operaciones especiales de las naciones africanas y occidentales y los agencias responsables de hacer cumplir la ley, aumentando su capacidad para trabajar juntos durante las operaciones multinacionales en curso y en respuesta a las crisis".

Las naciones africanas participantes son: Argelia, Benín, Burkina Faso, Camerún, Cabo Verde, Chad, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Mali, Mauritania, Marruecos, Níger, Nigeria, Senegal y Túnez. Por su parte, en la lista de socios occidentales están Austria, Bélgica, Canadá, República Checa, Dinamarca, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.

El Estado Mayor de la Defensa (Emad) español explica que "con este ejercicio se quiere fomentar la cooperación regional para permitir que los propios países africanos contribuyan a estabilizar la zona". Y apunta: "Se pretende aumentar su capacidad para trabajar juntos durante las operaciones multinacionales en curso y en respuesta a las crisis".

El primer Flintlock se celebró en el año 2005 y, desde el comienzo, se fijó como uno de sus objetivos principales formar a militares de la región del Sahel en el desarrollo de capacidades de protección de la población civil frente a grupos terroristas.