"Las Fuerzas Armadas argentinas dejaron de ser masivas para convertise en más profesionales"
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"Las Fuerzas Armadas argentinas dejaron de ser masivas para convertise en más profesionales"

SabinaFrederic Formacion Argentina
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(Infodefensa.com) M. Borches, Buenos Aires - Sabina Frederic es subsecretaria de Formación del Ministerio de Defensa argentino. Desde su lugar, comprende perfectamente que la formación de los nuevos cuadros militares está íntimamente ligada a la generación de mejores y más eficaces respuestas para el área de la Defensa, tanto a nivel nacional como regional, desde la creación de UNASUR. “En el Consejo Sudamericano de Defensa lo que se plantea son convenios bilaterales donde se puedan reforzar los intercambios, inclusive de las experiencias. La Escuela de Guerra Conjunta es en la región de la UNASUR, una experiencia relativamente inédita, si se compara con otros países”, sostiene la Dra. Frederic.

En un país como Argentina, que en esta etapa no tiene hipótesis de conflicto, ¿qué requerimientos plantea la formación de cuadros militares?

En primer lugar, transmitir en todos los niveles, que en materia de política de defensa la orientación es disuasiva, donde la planificación estratégica y operacional ya no depende de la existencia de hipótesis de conflicto, sino de una serie de competencias y capacidades que hay que desarrollar, en función de ciertas alianzas regionales, y de la protección de recursos estratégicos. Se empieza por el nivel básico de la formación de oficiales y suboficiales, y se desarrolla a nivel específico tanto como conjunto. Como esta es una política bastante nueva, la formación ha ido adecuándose a esa política recientemente, con la creación de la Escuela de Guerra Conjunta, que empezó a funcionar en 2007.

En ese nivel, es donde cobra mayor importancia, porque es donde se enseña el planeamiento estratégico operacional, es el lugar más significativo para la transmisión de estos conocimientos y para el desarrollo de ejercicios, de simulación, donde se pongan a jugar estas diferentes capacidades, que las propias fuerzas requieren en  combinación con fuerzas extranjeras de la región. Hoy en día se realizan ejercicios combinados con otros países de la UNASUR. Estos, requieren una planificación previa y luego un desarrollo operativo en el terreno. En la Escuela de Guerra Conjunta, se enseña todo lo que es el proceso de planificación a nivel estratégico operacional y por lo tanto se requiere de una doctrina que responda a la política actual de Defensa.

¿Hay algún impacto en la creación del Consejo Sudamericano de Defensa, para la formación de los altos mandos de las Fuerzas Armadas argentinas?

El Consejo Sudamericano de Defensa es, entre otras cosas, un espacio de intercambio y de acuerdos regionales. Es un espacio propicio para el intercambio de experiencias. En este sentido, la Escuela de Guerra Conjunta es, en la región de la UNASUR, una experiencia relativamente inédita si se compara con otros países, como Bolivia, Perú, Ecuador.

Es importante porque se transfiere la experiencia de lo que ha sido montar esta escuela, el desarrollo de la doctrina de nivel conjunto y, por supuesto, una serie de propuestas de cooperación que están en proceso de gestación pero que van en la línea de desarrollar temas relativos al desarrollo de ejercicios combinados, en la formación de cuadros militares a nivel conjunto, como también promover más ampliamente el intercambio de oficiales de países del UNASUR. Lo que aún no tenemos, es un sistema de intercambios que nos permita completar tramos o créditos de la Escuela de Guerra Conjunta en el exterior.

Digamos que todavía no hay una política sostenida de convenios...

Hay convenios de relación bilateral entre los países de la UNASUR, por supuesto, pero lo que hay, hasta el momento, son declaraciones de intención de poder articular las escuelas de guerra; hay transmisión de experiencias, pero queremos contar con un programa de articulación que nos permita llevar y traer a profesores y oficiales de una manera regular para lo cual necesitamos compatibilizar currículas y doctrinas.

¿En el actual contexto de desarrollo técnico para el uso de la defensa, uso de aviones no tripulados, etcétera; desde el Ministerio se plantea la creación de escuelas que formen oficiales a ese nivel?

Hay iniciativas, en la Fuerza Aérea particularmente, porque tanto en la Armada como en el Ejército, la formación de los pilotos se hace por fuera de la formación básica de esas fuerzas, pero en la Fuerza Aérea, más precisamente en la escuela de aviación, existen proyectos de desarrollo de UAV que hacen los propios cadetes. Ahora, el área de fortalecimiento de este tipo de proyectos depende de la Secretaria de Planeamiento de este Ministerio, más específicamente de la Subsecretaria de Ciencia y Tecnología;  desde nuestra área, lo que hacemos es optimizar la formación del personal militar para que los proyectos de desarrollo tecnológico e investigación se puedan llevar adelante.

¿En un contexto mundial de guerra asimétrica, que se prioriza en la formación de los oficiales argentinos de las tres armas?

Toda la temática de las guerras asimétricas se trata de dar una vez avanzada la formación de los cuadros militares, no durante la formación básica. Lo que tratamos, desde el Ministerio de Defensa, es que haya contenidos que reflejen los nuevos escenarios de las relaciones internacionales, es decir, donde quede claro que estamos en un período, el de la post-guerra fría, las relaciones entre los países de la región han cambiando radicalmente, no sólo desde el atentando a las Torres Gemelas, sino desde fines de los años ´80;  y en verdad, creo que este es un tema poco debatido en nuestro país sobre todo respecto de su impacto en la profesionalización de las Fuerzas Armadas argentinas.

Nosotros desde el área a mi cargo hemos estudiado estos procesos de cambios de las fuerzas armadas a nivel global a efectos de orientar el proceso de cambio curricular en marcha. Hoy nuestras  Fuerzas Armadas han dejado de ser de masas para convertirse en Fuerzas Armadas profesionales, entonces este proceso da cuenta del cambio a nivel regional e internacional, del cambio que vienen sufriendo las Fuerzas Armadas en su concepción. Son dos momentos, me parece: el fin de la Guerra Fría, y en ese contexto, el atentado a las Torres Gemelas; este contexto nos hace repensar, ahora a nivel global, la formación de los militares. En la actualidad necesitamos militares con capacidad crítica y reflexiva, creativos, más flexibles, que puedan responder y actuar en contextos de gran incertidumbre, un elemento central en el actual desarrollo de las sociedades en su conjunto. Es una tendencia regional, nuestra, dejar progresivamente de lado la formación puramente académica de los oficiales, para lograr una mayor profesionalización, que les permita generar respuestas rápidas y puedan adecuarse a las nuevas circunstancias; es decir, que se pueda responder con la mayor rapidez a los conflictos de la actualidad.

¿Existen acuerdos con universidades privadas, en la actualidad, para la formación de los cuadros militares en algún área particular?

Hay acuerdos con algunas universidades privadas, pero que no afectan sustantivamente a la formación, es decir: en general cada fuerza es autosuficiente en cuanto a la educación en el marco de los planes de carrera. Algunas universidades privadas tienen convenios con las fuerzas, pero para algunas actividades muy puntuales de investigación y desarrollo, en otros casos para acceder a becas, pero no inciden en la formación sustantiva de los oficiales. Nosotros priorizamos el sistema público universitario para nuestras fuerzas. Nos interesa fortalecer este tipo de articulación. En la Argentina, contamos en verdad, con un excelente nivel en la formación universitaria pública, y esto es reconocido a nivel internacional.

¿Qué proyectos tienen, a mediano y largo plazo, desde la Subsecretaria de Formación?

Entre varios proyectos que estamos atendiendo, el que esta saliendo por estos días es una reforma curricular bastante importante enmarcada en lo que denominamos la modernización de la profesión militar que va a tener, por un lado, una serie de contenidos nuevos como los que mencione anteriormente u otros que tienen que ver con la ética profesional, además de los que ya se vienen dictando en Derechos Humanos, Derecho Constitucional o Historia Argentina. Por el otro, implicará una mayor integración de contenidos teóricos y prácticos de carácter militar. Es un plan que busca introducir en las Academias que desde hace una década otorgan títulos universitarios una metodología de aprendizaje universitario que garantice la excelencia educativa.

Para ello se ampliará el tiempo de estudio, se propenderá a que desarrollen una disciplina basada en la responsabilidad por el desempeño antes que en el miedo a la sanción, se integrarán aprendizajes teóricos y operacionales. Ello posibilitará en el futuro ampliar las posibilidades para que los cadetes puedan cursar algunas asignaturas en las universidades nacionales. La otra línea que seguimos es convertir los ciclos de perfeccionamiento superior específicos (Escuelas de Guerra), tanto, en carreras de post-grado; tarea ya concluida en la Escuela de Guerra conjunta cuyos cursos están acreditados por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria, como carrera de posgrado.



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