Almirante R Montoya, ex jefe Comando Conjunto de Perú: Deberíamos tener un 2,5 del PBI de presupuesto los próximos diez años
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Almirante R Montoya, ex jefe Comando Conjunto de Perú: Deberíamos tener un 2,5 del PBI de presupuesto los próximos diez años

Almirante Jorge Montoya
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(Infodefensa.com) Peter Watson, Lima – “Las Fuerzas Armadas de Perú están muy mal y no estamos cometiendo ningún delito al decirlo porque es información pública basta solamente leer los presupuestos”, opina el almirante (R) Jorge Montoya Manrique (en la segunda imagen), ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú entre 2007 2008 y, actualmente, uno de los analistas militares más destacados del país.

En entrevista con Infodefensa.com, el almirante Montoya estimó que un buen nivel de presupuestos de Defensa para el Perú se situaría en el 1,8% del PBI, aproximadamente, “pero en la situación en la que nos encontramos, creo que deberíamos tener una asignación del 2,5% del PBI para los próximos diez años y luego reducirlo”.

El almirante se muestra prudente con la aplicación de off set: “No se le puede obligar a un país a que venda sus secretos tecnológicos”, explica, “la teoría es bonita, pero la realidad es otra”. Con todo, “lo que sí tenemos que hacer es preparar a nuestra gente, para que tenga la capacidad de poder hacer desarrollos tecnológicos de esa naturaleza”.

El almirante Montoya Manrique ingresó como reemplazo del general José Williams Zapata y fue reemplazado en el cargo por el almirante José AsteDaffos. Durante su carrera naval en la Marina de Guerra del Perú ha sido calificado en guerra de superficie, sistemas de armas de superficie y misiles. Ha comandado diversas unidades de superficie, director de Vigilancia Marítima, Fluvial y Lacustre de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, miembro del Estado Mayor de la Comandancia General de Operaciones Navales, comandante de la Primera Zona Naval, comandante de la Escuadra, Director General de Material, entre otros cargos.

Con respecto al presupuesto de Defensa, ¿Cuál considera usted que sería el nivel adecuado en relación al Producto Bruto Interno?

Si todo estuviera bien, habiendo recuperado todo lo perdido en estos años, para mantener el Perú operativo sus Fuerzas Armadas, podríamos hablar del 1,8% del PBI, aproximadamente. Pero en la situación en la que nos encontramos, creo que deberíamos tener una asignación del 2,5% del PBI para los próximos diez años y luego reducirlo. En general, para que todas las fuerzas armadas puedan llevar una modernización pareja, se necesita de aproximadamente 15 mil millones de dólares en las tres instituciones armadas, sobre un período de quince años. Esto, para tener un desarrollo armonioso, y no se puede dejar de lado a alguna institución.

¿Hasta qué punto el Perú puede absorber tecnología mediante facilidades offset?

Lo de tecnología es un tema también complejo, hemos empezado el  tema de investigación y desarrollo hace muchos años en la Marina, en diferentes proyectos que están en marcha actualmente, con buenos resultados. Tenemos un sistema de Comando y Control desarrollado por nosotros mismos, es un desarrollo peruano, hecho por marinos peruanos con la Universidad de Piura, el Varayoc. Ese es un buen proyecto por ejemplo.

El offset hay que saber entenderlo. Es un sistema de compras en el que el producto se encarece automáticamente, porque se le obliga al país que se le compra el armamento a que invierta en otras áreas del país (comprador) lo que hemos gastado en armas. Sale el dinero nuestro hacia ese país y regresa cierta cantidad por otros canales, pero el precio de nuestro sistema de armas es sobrecargado en porcentaje que varía entre 3% y 5% para absorber los costos adicionales del gobierno vendedor para poder invertir. Y en el offset viene las condiciones de transferencia tecnológica.

¿No se debería aprovechar para desarrollar una industria militar?

Las industrias militares no son rentables, a nuestro nivel. En el mundo existen grandes industrias que satisfacen las necesidades del mundo. Nosotros tendríamos que entrar a ese mercado altamente competitivo y tecnológico. No es negocio porque no estamos en capacidad de hacerlo. Necesitamos la masa crítica que pueda desarrollarlo. Eso lo estamos haciendo poco a poco con la Investigación y Desarrollo en las instituciones.

En el termino offset, no se le puede obligar a un país a que le vendas sus secretos tecnológicos. Si por ejemplo a Israel se le compran misiles y se le pide que en el contrato, por offset, salga todo el sistema de guiado de los misiles. Simplemente no acepta. Entonces que cosas puede dar. Ensamblar algunas piezas, el fabricar alguna otra de la nada. No es algo que reditúe en un avance tecnológico. No lo veo así, porque chocamos con la realidad de las empresas. La teoría es bonita, pero la realidad es otra.

Lo que sí tenemos que hacer es preparar a nuestra gente, para que tenga la capacidad de poder hacer desarrollos tecnológicos de esa naturaleza. Lo que podemos pedir en los contratos, y para eso no se necesita offset, es que haya una parte de instrucción muy fuerte, para poder generar inducción tecnológica, desde la raíz. Y eso si nos va a dar buenos resultados, vamos a tener gente más capaz, con capacidad de reparar lo comprado y construir nuevos equipos. Tenemos que verlo por ese lado.

Por ejemplo, el Ejército (del Perú) se estaba preparando para montar blindados. Existe la capacidad tecnológica para hacer eso, y no necesitamos de mucho para hacerlo. Comprar el motor del vehículo, armamento y algún software base, y el resto lo hacemos acá. De poder hacerse, se puede hacer, pero tiene que haber la voluntad política, y saber que es una inversión de Defensa, no gasto, sino inversión, pero que no va  a ser un negocio. La rentabilidad del esfuerzo viene con la capacidad disuasiva, no económica.

¿Cuál es su opinión sobre la Agencia Central de Compras?

Cuando se parte de un concepto equivocado, el diseño que uno hace también está equivocado, y acá el ministro Otárola que proclamó la Agencia Central de Compras para frenar la  corrupción. Un concepto equivocado y todo lo que va a desarrollar va a estar equivocado.

Por otro lado, cada fuerza armada tiene su sistema logístico. Nosotros tenemos una cadena logística que abarca todos los extremos del mundo; el Ejército tiene logística desde Rusia; la Fuerza Aérea desde Francia y Rusia; La Marina de Italia, Francia, EEUU.  Entonces reproducir un sistema logístico que pueda soportar a las Fuerzas Armadas es muy difícil, porque para ello cada institución usa lo mejor que tiene para obtenerlo mejor de su trabajo. Considerar que pueden condensar todo en una sola oficina de compras es ilógico.

Lo que sí se venía haciendo es estandarizar y homologar ciertas cosas, y ese tipo de compras sí se pueden hacer conjuntas, pero no se necesita crear  una agencia de compras en el Ministerio de Defensa, sino encargarle a  las instituciones que hagan las compras (supervisadas). Sin más burocracia, sino saber usar lo que se tiene.

Copiar modelos teóricos de otros sitios y aplicarlos acá no da resultados. Acá no hay economías de escala, lo que tenemos es reducido y cada institución tiene su propio armamento, que en muchos casos no hay forma de compatibilizarlos.

¿Qué opinión le merece UNASUR?

UNASUR es un intento político por buscar un contrapeso a la presencia de EEUU en el hemisferio, en el marco de la OEA (Organización de los Estados Americanos), iniciativa más de Brasil, que de los países de la región en conjunto. Como alianza política sub-regional no es mala, siempre y cuando se respeten los organismos que ya existen, que en el caso relacionado a Defensa son la Junta Interamericana de Defensa y el Colegio Interamericano de Defensa, que deben permanecer como están, no deben entrar en competencia con los organismos que UNASUR va a crear. Ahí es donde veo un punto de fricción. Sin embargo buscar una integración sub-regional para tener un contrapeso con EEUU, podría serconveniente.

¿Hasta qué punto es importante hacerle un contrapeso a EEUU ahora que están en crisis?

Claro, pero EEUU continúa siendo una potencia, por más crisis en la que esté. Marca el rumbo del mundo realmente, sigue siendo una potencia y en la región, prácticamente, se hace lo que EEUU dice, porque, entre otras cosas, financian la OEA.

UNASUR busca quitarle algo de protagonismo en la región, porque es imposible quitarle protagonismo a una  potencia en el mundo y más aún si está en el hemisferio. Lo  que debe buscarse es la unión de los países en Sudamérica, encontrar objetivos comunes de la subregión y tratar de proyectarlos a la OEA, para que se conviertan en los objetivos del hemisferio, siempre con una mentalidad de unirnos y no separarnos.

Vivimos en una isla continental, América es una isla continental, y no vamos a pretender hacer una alianza militar con otra región, no tendría  sentido realmente.

En relación al tratamiento que se la ha dado a las Fuerzas Armadas acá en el país, si compara los sueldos en la región, los militares están totalmente subvaluados. Lo mismo sucede con el presupuesto de Defensa del Perú, con cinco fronteras, cómo que la estructura está desorganizada, quieren modernizar pero no tratan bien al personal, siendo la mayor fuente de respeto el sueldo.

Es cierto, estamos viviendo una etapa de crisis en la Fuerza Armada desde hace varios años, desde el año 2000 para ser más preciso, sin que antes hubiésemos estado mejor. Acá el tema es político. Termina el Gobierno de Alberto Fujimori y los que sacaron del Gobierno a Fujimori, entre comillas porque al final fue él quien renunció, tuvieron una estrategia, destruir todo lo que simbolizaba el poder de Fujimori y para los civiles políticos de esa época, consideraban que el poder de Fujimori estaba en las Fuerza Armadas, cuando no es cierto.

Las Fuerzas Armadas mantuvieron su independencia, trabajaron como siempre han trabajado, no hubo ninguna diferencia en ese caso. Parte de la cúpula militar, porque  le pusieron el nombre de cúpula a los que estaban al mando, se comprometieron políticamente con el Gobierno, es cierto, pero fue a titulo individual, no a titulo de las Fuerzas Armadas.

Esa distorsión de la realidad política genera una venganza de los partidos políticos que él cerró, crearon animadversión. Las organizaciones de derechos humanos que habían estado “controladas”, así entre comillas, comenzaron a levantar casos que estaban cerrados y se generó durante el Gobierno de Alejandro Toledo un ataque inmisericorde contra las Fuerzas Armadas y un recorte del presupuesto de manera irracional.

¿Ha sido un ataque lo que ha habido contra las Fuerzas Armadas?

Ha habido un ataque contra las Fuerzas Armadas real. La prueba está en todos los medios de comunicación. Permanentemente las atacaban diciendo que las Fuerzas Armadas eran corruptas, cosa que no es cierta, que habían estado en el Gobierno de Fujimori,  que no es cierto. Fujimori habrá sido autoritario pero había libertad de prensa y de expresión.

Ese tipo de cosas generaron una imagen negativa ante las personas que no conocían y la juventud que estaba en las universidades que no ha vivido el tema directamente. Y generó una especie de consigna, de eliminar a las Fuerzas Armadas del escenario político, recortando el presupuesto hasta extremos irracionales. Y eso ha generado la debacle en que nos encontramos actualmente.

Las Fuerzas Armadas están muy mal y no estamos cometiendo ningún delito al decirlo porque es información pública basta solamente leer los presupuestos, que están en la pag. Web del MEF, del año 2000 hasta la fecha para que se vea que así las FFAA no  pueden operar y menos andar combatiendo a la amenazaque tenemos en el VRAE.

Si bien es cierto que el Gobierno de Toledo perjudicó a las Fuerzas Armadas, también compró cuatro fragatas Lupo...

Sí, la Marina necesitaba tener buques para entrenar a su personal, porque se había dado de baja al 50% de los buques de la Marina. De una Marina de 50 buques, terminamos con una de 20 buques. Y eso sucedió durante la época  de Fujimori. Esa es una prueba más de que Fujimori no tenía nada que ver con las fuerzas armadas.

¿Por qué Fujimori dio de baja al BAP Aguirre?  (El BAP Aguirre era el crucero gemelo del BAP Almirante Grau, pero convertido a portahelicópteros).

No fue que Fujimori lo dio de baja; la Marina comenzó a ver qué era lo que tenía más costo de mantenimiento para poder sobrevivircon el escaso presupuesto asignado. Y este como otros que se dieron de baja, tenían sus estructuras y casco en buen estado, lo que pasa es que no había dinero para mantenerlos, entonces se buscó quedarse con los mejores buques y dar de baja a los más viejos.

Ese fue un problema muy serio. Y se hizo porque no hubo incremento en el presupuesto durante el Gobierno de Fujimori. Y eso denota con números y realidades de que ese gobierno tampoco ayudó a las Fuerzas Armadas, pese a que tuvimos un conflicto con Ecuador. Entonces, al reducirse la Marina a un número ya inadmisible para una Marina de un país como el Perú, tenía necesidad de plataformas para  entrenar a su personal.

En ese momento, nosotros teníamos cuatro fragatas Lupo, dos de ellas construidas en el SIMA y La Marina Italiana iba a pasar a la condición de reserva sus fragatas Lupo que hasta entonces estaban en actividad y nos hizo el ofrecimiento de vendernos cuatro fragatas a nosotros a un precios simbólico y el Perú lo aceptó, pero nos tomó dos años convencer al Gobierno de que tenía que firmar, tiempo en que los buques estuvieron amarrados en muelle, deteriorándose en Italia.

Logramos convencer al Gobierno de Toledo de que era necesario tener los buques acá, a un precio que no equivale ni siquiera al precio de un cañón naval de 127-mm, que cuesta entre 10 y 15 millones de dólares.

En relación a su experiencia en el Comando Conjunto, ¿podría explicarnos cuál es la labor del Comando Conjunto?

El Comando Conjunto del Perú tiene una historia desde el año 1953, fue creado hace mucho tiempo pensando en que la acción conjunta es la única acción compatible con una acción de combate en cualquiera de los frentes, interno o externo, y ha tenido variaciones en el tiempo, la última modificación se hizo en el período 2003-2004, donde se asigna a un jefe de Comando conjunto a tiempo completo y tiene a su cargo la operación de las Fuerzas Armadas.

Es el único ente que puede operar a las Fuerzas Armadas en el país. Las instituciones militares no las operan, las entrenan, pero para hacer operaciones militares de cualquier índole, se hace a través del Comando Conjunto. Dependen de él, las tres instituciones armadas, la Marina, Fuerza Aérea y Ejército, que ponen a su disposición el personal debidamente entrenado y equipado, para que el Comando Conjunto opere con ellos, realice sus planes de guerra,  interna o externa, dé soporte en emergencias naturales y cualquier otro tipo de operación imaginable con las fuerzas armadas.

Cuando  me tocó asumir el mando, recién estábamos reiniciando la lucha contra la subversión, para ello tuvimos que hacer que se apruebe una directiva sobre la manera en que iba a afrontarse esta etapa de la lucha contra el terrorismo. La directiva fue aprobada en el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional y empezamos a trabajar en ese aspecto.

El Comando Conjunto tiene Comandos Operacionales, que son geográficos, divididos geográficamente en el país, distribuidos, cubriendo todo el territorio del Perú y para casos específicos se crean Comandos Especiales, que tienen una tarea definida en un tiempo limitado, no es permanente. Por ejemplo, en el VRAE se ha creado un comando especial porque la  zona geográfica es determinada, abarca a diferentes regiones militares y diferentes departamentos del país, pero forman una unidad de combate en un teatro de operaciones definido, que se le ha dado la connotación de un comando operacional especial a cargo de un general de Brigada, actualmente.

Y se está haciendo un trabajo muy consistente en este tema. Se empezó primero recomponiendo la inteligencia que se había perdido  y eso toma tiempo, no es inmediato.Se hizo un mapeo social de la zona, porque el gran problema de la zona del VRAEes el abandono del Estado a las poblaciones que viven en el lugar, y esa solución no es militar, la solución es social. Hay que generar polos de desarrollo que atraigan a la gente que está dispersa en la geografía del  VRAE. Hay muchos campesinos que viven de la agricultura, que como no es rentable, viven de la coca como substituto. La población llega a cerca de 300 mil personas.

Por ejemplo, los cafetaleros tienen parte de sus hectáreas con coca, que es de donde sacan el dinero para el mes. Ese es un problema social. Tenemos que darles una sustitución de cultivos viable y mientras tanto el Estado debe mantenerlos hasta que ese cultivo se haga rentable. El apoyo social debe ser muy fuerte en la zona.El polo de desarrollo puede hacerse en la parte baja del VRAE, en el sur y norte, porque su geografía va desde los 500 metros sobre el nivel del mar hasta los 4.500. Regiones totalmente separadas y diferentes, un territorio bien complicado y la misma solución no se le puede dar a la sierra que a la ceja de selva. Se pueden crear un polo en la zona alto andina y otro en la selvática, disminuir la densidad poblacional en el campo,no para entrar y bombardear, porque no  tendríamos capacidad para bombardear una extensión tan grande, una superficie más grande quealgunos países europeos, son facilitar que esa gente se reconvierta a la formalidad, deje el cultivo de coca y eso va a disminuir el problema final, que es el terrorismo y el narcotráfico.

La labor del Comando Conjunto, ¿es netamente militar?

La labor del Comando Conjunto es militar, inteligencia militar y acción militar sobre los narcotraficantes y terroristas que se crucen en el camino. Trabaja con la Policía, que está subordinada al Comando Conjunto en la zona del VRAE. La DIRCOTE (Dirección Contra el Terrorismo) y la DIRANDRO (Dirección contra el Narcotráfico), las dos organizaciones especializadas de la Policía. Eso en el terreno militar. En el terreno social, trata de ganarse a la población con pequeñas acciones cívicas, para ganarse la confianza de la población y como impulso a las acciones sociales que debe realizar el responsable político del VRAE. Es como un facilitador pero no es su responsabilidad. Su responsabilidad es la militar.

¿Cree que sería conveniente incorporar a la Policía en un Ministerio más grande, de Seguridad y Defensa?

Sí, yo he hecho esa propuesta hace años. La Policía debería pasar al Ministerio de Defensa y desaparecer (reducir) el Ministerio del Interior como se entiende ahora y dejar solamente las funciones de gobierno en Interior y alguna otra actividad que pueda realizar. Lo que es la fuerza de policía especializada pasarla al Ministerio de Defensa, para que tenga un único responsable político tanto la fuerza armada como la policía, el ministro de Seguridad y Defensa o como quiera que se le llame, e integrar a la Policía como una institución más a las acciones del Comando Conjunto, no para realizar acciones administrativas que no son competencia del Comando Conjunto, que en principio, no compra, no equipa, eso lo hace cada institución.El Comando Conjunto Planea y opera.

Y vamos a tener un mejor resultado porque los medios que tenemos son escasos. Si juntamos los medios, vamos a mejorar. Se crearía una sinergia muy importante, aunque hay mucha resistencia para esta acción por parte de la Policía. Desde el punto de vista de eficiencia en el uso de recursos, estos sectores están equivocados.

¿Qué le parece una Policía Municipal, por ejemplo, convertir al Serenazgo en una Policía Municipal, Departamental, con aquellas unidades policiales que no encajen en un Ministerio, como sucede en otros países?

No, yo creo que no. Acá sería un peligro, porque es muy complicada nuestra geografía, muy separada y hay mucha idea de regionalismos. México hizo esto y no les dio resultados. Yo creo que esa no sería una solución para nosotros. La solución es que la policía haga su trabajo como debe ser, que gestione sus recursos apropiadamente, que hasta ahora no lo hace, porque los manejan los políticos de turno. No tiene una organización logística adecuada. Todo eso se mejoraría si pasan a Defensa porque van a tratar de copiar el modelo de las fuerzas armadas en ese sentido, que está mucho más organizada y haría que la policía sea más eficiente en su trabajo. No creo que falten policías, están mal empleados. El tema de serenazgo es un tema local, municipal y debe seguir en ese nivel. Es algo muy riesgoso para la seguridad del país, por los regionalismos y mecanismos legales que tenemos.

Almirante, ¿qué opina usted del secreto militar? Es importante mantener cierto secreto militar, total secreto militar o es importante también hacer conocer al mundo los desarrollos y proyectos que tienen las Fuerzas Armadas del Perú?

Claro, hay que buscar un balance en este tema. Hay cosas que se deben mantener en secreto porque sino estaríamos vendiendo a nuestros posibles enemigos nuestras capacidades reales y eso es lo que todo país protege. Que el potencial enemigo no sepa cuales son las capacidades reales de  uno y que el efecto disuasión se mantenga. Entonces, habría que medir qué cosas se pueden decir qué no. Ahora, la disuasión, si es secreta y nadie sabe que existe deja de ser disuasión. Hay que mostrar ciertas cosas que generen una capacidad de disuasión real, que sea creíble, que el otro país la entienda y que sepa que existe. Si lo dejamos todo cerrado, no la vamos a tener. Es un balance que se tiene que encontrar.

Regresando al tema de los sueldos, se supone que con las facultades legislativas debe salir adelante el proyecto de restructuración de los sueldos y salarios de las fuerzas armadas, ¿Qué opinión le merece este proyecto?

Sí, fíjese que el tema de maltrato a las fuerzas armadas se identifica  en los salarios que reciben. No ha habido voluntad política en los últimos años, ni con Toledo, ni con García y con Humala estamos dudando porque empezó con buen pie y hasta ahora no se soluciona un problema, del que ya tenemos la solución.

No puede ser posible que las Fuerzas Armadas del Perú sean las peor pagadas de la región, siendo el Perú un país que está en crecimiento y con reservas, que además, junto a Colombia, es el único país que está en medio de combates reales y permanentemente su personal está arriesgando su vida, y eso es un desgaste permanente en la maquinaria militar, claro, que con gran experiencia en combate pero con gran desgaste psicológico y material. Entonces este gobierno tiene la gran responsabilidad de darle solución a ese problema y se espera que no pase de fin de año.

¿Hasta qué punto un ministro es responsable por las operaciones tácticas, a cargo de un subalterno, de un militar? Por ejemplo en la operación “Libertad”.

La responsabilidad de un ministro es política, por decisiones, no por la forma en que están preparadas las fuerzas o por la toma de decisiones estratégicas o tácticas, porque no las conoce. No están en su nivel de ejecución, eso lo ejecuta el Comando Conjunto. En el caso que  menciona, de la operación “Libertad”, lo que hubo fue una pésima estrategia comunicacional. Salió a hablar el entonces ministro Otárola, sin conocer el problema y hablaba cosas ilógicas.

No dejaba que hable (a los medios) el jefe del comando Conjunto, que era el que estaba conduciendo las operaciones y podía dar una explicación racional sobre el problema. Entonces, nace de una mala estrategia comunicacional, generada por el propio ministro. Hubo desinteligencias entre la operación de la Policía y la del Comando Conjunto, eso fue lo que llevó esta mala imagen. La Policía actuó mal, debió esperar que se consolide la operación en el  terreno, y se responsabilizó por ello al Comando Conjunto. Y eso no fue aclarado nunca. Hasta ahora no ha sido aclarado y la ciudadanía tiene una percepción errada de lo que sucedió realmente.

El Gobierno de Humala está cambiando de ministros, prácticamente, cada tres meses. Con cada cambio, el ministro entrante se tiene que interiorizar de los proyectos en curso y de la situación del Ministerio, ¿qué piensa al respecto?

El tema es bien complicado. En realidad el cambio de ministros no favorece a nadie, porque se frenan toda la parte económica, administrativa. Las operaciones siguen su curso porque son manejadas por el Comando Conjunto. Este quien este de ministro, las operaciones militares siguen su camino correcto. Las Fuerzas Armadas tienen su propio proceso de planeamiento, de corrección de lo hecho, mejorar y cambiar la estrategia de acuerdo a las circunstancias.

Es un proceso dinámico que funciona permanentemente. Y el tema de los ministros es más de carácter administrativo, que frena la posibilidad de que las fuerzas armadas sigan equipándose, porque los procesos de adquisiciones se paran y hasta que el ministro conoce el tema y puede firmar, pasaron dos meses. Sume eso, por cada ministro. Eso es lo que ha sucedido realmente y ahora hablan de que no ha habido una buena ejecución presupuestal, pero se debe a los cambios de ministros. Creo que no es recomendable hacer cambios frecuentemente y creo que el presidente(Humala) se ha equivocado al nombrarlos.

¿Cómo ve el futuro de las Fuerzas Armadas del Perú?

Sí no hay cambio en este Gobierno, si no deciden la inyección económica que se necesita, es un cierre a corto plazo, porque (las instituciones) están ya en capacidades límite. Una Fuerzas Armadas que se convertirán en unidades para desfile, inoperantes.

En algún momento, el ex secretario de Defensa EEUU, Donald Rumsfeld, afirmó que las fuerzas armadas latinoamericanas deberían convertirse en fuerzas policiales? ¿Ese podría ser el futuro?

No. Las Fuerzas Armadas  tienen una única misión, que es garantizar la soberanía, defensa e integridad territorial en nuestro país y cada uno de los países, lo mismo. El rol primigenio de las fuerzas armadas no debe desaparecer.

El día que queramos desaparecerlas es porque alguien tiene interés en dominar y la única garantía que tenemos para seguir siendo independientes es tener una fuerzas armadas adecuadas al crecimiento del país. Existen otros roles que pueden cumplir como tareas secundarias y limitadas por las leyes internas de cada país.

Finalmente, ¿Cómo quiere ver la relación del país con las Fuerzas Armadas?

Lo que necesitamos es cambiar la mentalidad de algunos políticos que han dirigido la política económica en los últimos años, considerando que las Fuerzas Armadas son innecesarias. Yo creo que hay que cambiar esa mentalidad. Las Fuerzas Armadas son necesarias. Lo han sido y serán necesarias en cualquier país que quiera crecer y que quiera proyectar su imagen internacionalmente.

El Perú está en ese camino. Tenemos que proyectar la imagen de un país parado en sus dos pies, con una cabeza grande y cuerpo armonioso. Eso no se logra desapareciendo las fuerzas armadas por temores políticos internos, que son también irracionales. Las Fuerzas Armadas del país desde hace muchísimos años no han pretendido llevar las riendas del Perú, por el contrario, colaborar con cualquier Gobierno de turno para poder sacar el mayor provecho de las potencialidades del país, y eso lo hacemos día a día. Pero parece que falta entender a un sector político que tienen unas fuerzas armadas de primera, mal pagadas, mal tratadas, pero siempre dispuestas a darlo todo por la tranquilidad del país.



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