Comienza la prepuesta en servicio del SORA-e, el primer avión eléctrico tripulado de América Latina

(Infodefensa.com) São Paulo – Los técnicos e ingenieros del programa de Vehículo Eléctrico (VE), puesto en marcha por Itaipú Binacional (Foz do Iguaçu - PR) y la empresa ACS Aviación, São José dos Campos (SP), comenzaron la pre-puesta en servicio del SORA-e, el primer avión eléctrico tripulado de América Latina, basado en el avión deportivo acrobáticos ACS-100 SORA, para dos personas.

El avión fue entregado el viernes 22 de agosto al Centro de Investigación, Desarrollo y Montaje de Vehículos Eléctricos (CPDM-VE), que también desarrolla con éxito una versión del vehículo eléctrico del QT Marruá 4x4 -fabricado por la brasileña Agrale y utilizado en su versión convencional por el Ejército brasileño-, y comenzó los estudios para desarrollar un Vehículo Ligero sobre Raíles (LRT) con tecnología 100% nacional.

La expectativa del primer vuelo del Sora-e es que se realice entre octubre y noviembre de este año. El escenario está por definir por cuestiones logísticas, pero sería en Foz do Iguaçu, donde está Itaipú, o en São José dos Campos, donde se han integrado y/o desarrollado buena parte de la tecnología y las modificaciones de la aeronave.

Con 8 metros de envergadura y 650 libras de peso total, el SORA-e tendrá una autonomía de una hora de vuelo y una velocidad máxima de 340 km/h, usando un motor eléctrico doble, fabricado en Eslovenia, con una potencia máxima de 140 kW y un conjunto de seis paquetes de baterías, con 16 células cada una. La estructura está hecha de fibra de carbono y el panel incorporará tecnología de pantalla táctil.

El modelo llegó a Foz do Iguaçu con casi el 90% de los trabajos concluidos. Toda la parte estructural está lista y el motor está instalado, a excepción de las baterías y la hélice, fabricada especialmente para el modelo en Estados Unidos.

La asociación entre Itaipú y ACS permitirá a la primera dominar tecnologías de fabricación de estructuras en fibra de carbono, más ligeras y resistentes, necesarias para el desarrollo de diversos tipos de vehículos eléctricos (VE), y a la segunda, posicionar su producto en mercados donde este tipo de propulsión es visto como el futuro de la aviación, como Estados Unidos y Europa.