Argentina despliega un Hercules C-130 en un simulacro de una catástrofe natural

La Fuerza Aérea Argentina (FAA) ha desplegado personal y material, entre el que destaca uno de sus cinco Hercules C-130, desde el 6 al 10 de noviembre. Durante esos días, se realiza un simulacro de un incidente natural “de gran proporción” en el norte del país.

En el ejercicio de Respuesta Inmediata XIII, que tiene lugar en las provincias de Salta y Jujuy, por una “orden de adiestramiento militar conjunto coordinado” del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas, se ejecutan tareas de personal y carga como forma de apoyo a los integrantes de Defensa Civil que operarían en caso de una catástrofe natural. Para esta tarea, es fundamental la utilización de la aeronave Lockheed, que fue desplegada desde la I Brigada Aérea El Palomar, en la provincia de Buenos Aires.

El ejercicio “contribuye a consolidar aún más los niveles de integración de las Fuerzas Armadas, como organismos dependientes del Ministerio de Defensa de la Nación, con los elementos de Defensa Civil de los Gobiernos municipales, provinciales y nacional”, valoró la FAA en un comunicado. En ese sentido, apuntó que la finalidad es incrementar la “estandarización” de procedimientos, la eficacia y la “eficiencia” en la planificación, basándose siempre en una “respuesta integrada y coordinada” entre las autoridades civiles y militares que brindan apoyo a la población afectada.

El componente aéreo de misiones de este tipo controla el alistamiento y despliegue del Hercules y debe ocuparse de trasladar a la zona 36 pasajeros (todos ellos paracaidistas) y 6.000 kilogramos de material, como víveres e insumos básicos, para poder lanzarlo a la población afectada por un desastre natural.

Modernización de los Hercules C-130

Actualmente, las Fuerzas Armadas cuentan con cinco Hercules dentro del Programa de Modernización, Estandarización y Renovación, que está a cargo de la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA), ubicada en la provincia de Córdoba (centro del país). El primero en implementarlo fue el TC-69, que se actualizó en Texas, un proceso en el que participaron miembros de la misma Fábrica para capacitarse.

Posteriormente, el pasado junio, tal y como publicó Infodefensa, la firma de capital público logró modernizar en sus propias instalaciones y con sus medios el TC-61, un hito al que asistió el propio presidente del país austral, Mauricio Macri. Ahora, trabajan en el TC-70 y, cuando terminen con este, su objetivo es continuar con los dos restantes: el TC-66 y el TC-64.

El proyecto, que se desarrollará durante cinco años, está destinado a aumentar la capacidad operacional y la seguridad de los Hercules y mejorar su "confiabilidad". El objetivo es que Argentina tenga una configuración común en su flota de aeronaves que le permita cumplir con los últimos requerimientos internacionales en términos de comunicación, navegación y vigilancia.

Los renovados aviones podrán realizar "de manera segura y con gran precisión" trabajos como lanzamiento de carga y de personal, operaciones de evacuación aeromédica y de rescate sobre tierra y mar, operaciones antárticas, reabastecimiento en vuelo, operaciones de apoyo en el país y en el extranjero en caso de catástrofes naturales, apoyo a misiones de paz de las Naciones Unidas, etcétera.