Un A-37B uruguayo sufre un desperfecto en su tren de aterrizaje

La Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) ha comunicado que el pasado 11 de marzo, un avión Cessna A-37B Dragonfly, matricula FAU 282, del Escuadrón Aéreo No 2, basado en Durazno, centro del país, sufrió una rotura de su tren de nariz mientras carreteaba por una de las calles auxiliares de la base. El accidente no dejó heridos, pero se desconoce la magnitud de los daños recibidos por la aeronave. Es el segundo accidente que sufre esta semana un A-37 en la región por culpa de su tren de aterrizaje tras la toma de tierra forzosa que tuvo que realizar otro Cessna en El Salvador.

La FAU mantiene una pequeña flota de aviones de ataque ligero A-37B como su único vector de combate a reacción, con unas seis unidades operativas de las cuales tres o cuatro están alternativamente en orden de vuelo. Recientemente se aprobó el recambio de los asientos eyectables de la flotilla para extender su vida útil hasta que llegue algún reemplazo mas moderno.

Decenas de años de expectativas y negociaciones para adquirir una nueva plataforma de combate han pasado sin que se concrete el tan necesitado reemplazo. Si bien el novel comandante en jefe de la FAU, brigadier general Hugo Marenco, en su discurso de aceptación del cargo, manifestó que se sigue la búsqueda, también dejó claro que es difícil encontrarle una solución al problema y que todo indica que la fuerza seguirá resumiéndose.

Ante este panorama solo queda esperar a pasar el año electoral y ver que soluciones podría ofrecer un nuevo gobierno, ya sea del mismo partido o de la oposición. Mientras tanto la FAU deberá intentar mantener operativa un flota envejecida, muy diversa y cara de operar.