Tanqueros en las cercanías de Ormuz
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Tanqueros en las cercanías de Ormuz

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(Especial CEEAG para Infodefensa) El jueves 13 del presente mes dos buques tanqueros, el Front Altair (de la empresa noruega Front Line) y el Kokula Courageous (de la empresa japonesa Kokuka Sangyo), fueron atacados en el Golfo de Omán, en las cercanías del Estrecho de Ormuz. Este incidente no es un hecho aislado ya que con anterioridad, muy cerca de la zona donde fueron afectadas dichas embarcaciones, otros cuatro buques sufrieron un sabotaje hace un mes. A diferencia de lo ocurrido en esta situación, los cuatro petroleros saboteados el pasado 12 de mayo no se encontraban navegando, sino anclados frente a las costas de Fujaira (uno de los siete Emiratos Árabes Unidos) donde fueron objeto de minas u otros artefactos explosivos, posiblemente adheridos a sus cascos la noche anterior.

El lugar exacto de estos últimos ataques en el Golfo de Omán se situó más cerca de las costas de Irán que de Omán, alrededor de las 9 horas GMT (Hora del Meridiano de Greenwich).

El gobierno norteamericano, a través de su secretario de Estado, Mike Pompeo, responsabilizó a Teherán de los ataques, hechos que han sido negados por las autoridades iraníes. Si bien existe algún grado de certeza de parte de los gobiernos israelí, norteamericano y saudí sobre la responsabilidad de Irán, analistas de inteligencia conjeturan sobre quienes serían los ejecutores del régimen iraní que estarían desarrollando dichas operaciones y quién o quiénes las estarían ordenando. La gran mayoría se inclina por la participación de la Guardia Revolucionaria, fuerzas militares paralelas a las fuerzas armadas iraníes muy bien equipadas y con una lealtad ideológica además de religiosa con el régimen. Al respecto, existen dudas de si estas operaciones las estaría realizando la Guardia Revolucionaria autónomamente o serían órdenes del Líder Supremo de la República islámica de Irán, el ayatolá Alí Khamenei, la principal figura política y religiosa de ese país y con gran ascendencia en las relaciones exteriores de la nación persa.

Los incidentes en la región han ido aumentando en los últimos meses afectando incluso a intereses norteamericanos en la industria petrolera iraquí como ExxonMobil, los que cuentan con la protección de efectivos militares estadounidenses. El último acontecimiento registrado constata el derribo de un drone norteamericano en aguas jurisdiccionales iraníes en el Golfo de Omán por un misil de la Guardia Revolucionaria, situación que fue confirmada por el Pentágono. El drone derribado se trataría de un RQ-4A Global Hawk, aunque Estados Unidos niega que haya sido derribado en territorio iraní. Para analistas israelíes, el derribo es una demostración, por parte de Irán, de su capacidad de defensa balística y por tanto un claro mensaje para Washington, Jerusalén y Riad.

Estados Unidos, por su parte, ha comenzado a movilizar tropas en una demostración de fuerza y de cómo se ha tensionado la región. El portaviones Abraham Lincoln ha sido desplazado a la zona para apoyar a la Quinta flota con sede en Bahréin en el área.

La importancia económica y geopolítica de la región está fuera de toda duda ya que 30% del petróleo que se trasporta por vía marítima en el mundo pasa por el Estrecho de Ormuz. Se estima que un quinto de la producción petrolera global sale desde esa zona, de ahí la importancia de mantenerla segura y expedita, situación que ha generado la cancelación de envíos por parte de empresas navieras que operan en el Golfo Pérsico. Irán ha amenazado con cerrar el Estrecho de Ormuz si Washington y Arabia Saudita persisten en su política contra los intereses iraníes, cuestión que es poco probable por la reacción que esto produciría por parte de la Casa Blanca.

Esta situación se da en el escenario de un empeoramiento de las relaciones entre Washington e Irán por las pretensiones nucleares de este último. El acuerdo logrado en el Jcpoa (Plan de Acción Integral Conjunto) no satisfizo a la actual administración norteamericana que ha acusado reiteradamente a Teherán de haber incumplido el pacto. La imagen de las entregas de remesas en dólares retenidas por Washington a raíz de las sanciones impuestas a Irán y liberadas por el Jcpoa generó el rechazo de Trump en su campaña presidencial y de parte importante de la opinión pública norteamericana. Israel por su parte, ha amenazado a Teherán con la realización de un ataque preventivo si sus fuentes le indican que Irán está en condiciones de desarrollar armas nucleares, lo que podría ser el detonante de una intervención norteamericana no buscada por Washington.

Dicho entorno desestabiliza el precio del petróleo y el gas, aumentando la dependencia europea de Rusia que es su gran abastecedor en esta materia, lo que obliga a los países europeos a tener una postura más flexible con Teherán. Esto explica los esfuerzos de las potencias europeas para mantener con vida un acuerdo (Jcpoa) que en la práctica está suspendido por la postura norteamericana. Finalmente, como consecuencia de lo anterior, Moscú se ve nuevamente fortalecido por la coyuntura en Oriente Medio (por Oriente Próximo).

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